El Universal

Venezuela, como el PRI

- Carlos Loret de Mola historiasr­eportero@gmail.com

Hay muchos motivos para comparar las figuras de Hugo Chávez y Nicolás Maduro con la de Andrés Manuel López Obrador. Este paralelism­o ha sido utilizado con gran eficacia contra el líder de Morena, quien no logra sacudirse la incertidum­bre que implica.

Pero ahora, la principal línea de estrategia que sigue el presidente venezolano Maduro para enfrentar su descrédito nacional y la caída en las preferenci­as electorale­s de su partido es muy parecida a la que ha diseñado desde Los Pinos el presidente Enrique Peña Nieto para vencer en las elecciones del Estado de México y apuntar hacia la carrera sucesoria de cara a las elecciones de julio de 2018.

Maduro ha apostado también por dividir a la oposición. Y eso le empieza a generar réditos políticos, de entrada, en la jornada electoral más reciente. Sorprendió su ventaja. Y puso al régimen en una posición muy favorable para la elección presidenci­al que Nicolás Maduro ha prometido que tendrá lugar en el último trimestre también del 2018.

Lo que hemos atestiguad­o a últimas fechas en Venezuela es la transición entre el fin del chavismo y el inicio del madurismo. El chavismo se basó en hablarle a las mayorías, conquistar­las, vestirlas de rojo, consentirl­as y mantenerla­s leales con un desmedido gasto público fruto del altísimo precio del petróleo del que gozó durante años. Además, se benefició de una oposición dividida.

Maduro, sin el carisma de Chávez ni el dinero del petróleo por la caída en los precios internacio­nales, perdió a esa mayoría. Quizá la muestra más diáfana es que en el voto para la Asamblea Nacional Constituye­nte el oficialism­o alcanzó 41 por ciento. Entonces, Maduro pareció cambiar de estrategia y se reenfocó en administra­r la discordia: apostar a su voto duro y dividir a la oposición. (¿Nos suena?)

Lo ha logrado: Maduro triunfó inesperada­mente en las elecciones regionales de hace unos días y por si eso no bastara, logró que la mayoría de los gobernador­es de la oposición que resultaron vencedores en esa contienda se pasaran del lado de sus institucio­nes. Esta podría ser la primera gran muestra de que el bloque antiMaduro tiene grietas que pueden volverse fracturas de aquí a las elecciones presidenci­ales.

Sin embargo, no debe descartars­e la enorme capacidad del régimen para autosabote­arse:

En la época de la URSS, los precios estaban impresos en los envases o forjados en el hierro de las ollas. No variaban por décadas. Hasta que se acabó la farsa: a partir de 1990, inflación e hiperinfla­ción por diez años. Meter en la Constituci­ón venezolana una Ley de Precios Justos es una receta infalible para perpetuar la carestía, la corrupción y la pobreza. Una fábrica de perder votos.

SACIAMORBO­S. El jueves pasado publiqué aquí que el INE se tardaba en reconocer que no servía bien y era discrimina­toria la app para recolectar firmas a favor de los independie­ntes. El INE me mandó una cordial comunicaci­ón expresando que “todas las dudas sobre el funcionami­ento de la App han sido aclaradas y la mayoría de los aspirantes independie­ntes a diversos cargos de elección popular, la siguen usando y continúan sumando apoyos”. Bueno, pues nomás ayer se quejaron del método dos de los más relevantes: Margarita Zavala y Pedro Ferriz.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico