“Levantar BJ tomará un año y medio”
• Fideicomisos garantizarán la reconstrucción tras el 19-S: delegado
El proceso para reconstruir viviendas gratis o con costo mínimo en la delegación Benito Juárez tras el sismo del 19 de septiembre será garantizado mediante la creación de fideicomisos en los cuales estarán incluidos los vecinos afectados, además de que los acuerdos que se tomen serán atestiguados por notarios, aseguró el jefe delegacional Christian von Roehrich.
Describió que la reconstrucción en la demarcación tomará de un año a un año y medio y abarcará 23 inmuebles colapsados o de alto riesgo, así como reparaciones a otros 60 con daños menores; dicho proceso arrancará con el inmueble de Concepción Béistegui 1503, colonia Narvarte.
Entrevistado luego de reinaugurar el parque Américas en dicha colonia, el delegado panista respondió a los colonos que se quedaron sin vivienda, quienes pidieron a la autoridad delegacional respaldar por escrito la promesa que lanzó de reconstruir sus casas sin costo, de lo cual informó EL UNIVERSAL ayer.
“Más allá de mi palabra, se harán reuniones con los vecinos que son propietarios para que presenten sus documentos, habrá un notario y se creará un fideicomiso por cada predio donde firman todos: los vecinos, la delegación y los desarrolladores”, explicó von Roehrich.
Añadió que la delegación trabaja en coordinación con 10 notarios para dar fe de los acuerdos que se celebren para la reconstrucción y dijo que los fideicomisos servirán para facilitar acuerdos entre los condominios, resolver temas como viviendas intestadas y transparentar los recursos usados.
La reconstrucción en dicha delegación tendrá un costo aproximado de 500 millones de pesos, según datos de la demarcación y de momento dicha autoridad cuenta con 50 millones.
Recordó que el proyecto se realizará en conjunto con al menos 12 empresas constructoras. Para ello insistió en permitir que los predios donde se colapsaron inmuebles o donde serán demolidos se realice una “redensificación” en la cual se puedan construir más viviendas que las originales, pero de menores dimensiones, y así los departamentos adicionales sean vendidos para que “haya un ganar-ganar” con los constructores. Defendió este modelo al señalar que quienes se quedaron sin su vivienda no han recibido otro apoyo más allá de los créditos.