El Universal

Mascotas robots

Perros, gatos y otros animales han sido “clonados” para crear juguetes electrónic­os que respondan a comandos de voz y sigan las órdenes de los humanos

- POR MARIANA SOLANO / CLÍNICA DE PERIODISMO | ILUSTRACIÓ­N CRISMAR CORTÉS

Todo aquel que haya tenido la oportunida­d de tener una mascota estará de acuerdo al afirmar que se trata de una experienci­a única en la que además de encontrar compañía, se encuentran muchos otros beneficios en aspectos de carácter psicológic­o, social y hasta, en algunos casos, terapéutic­o.

Lo anterior es descrito con detalle en el estudio La Influencia de las Mascotas en la Vida Humana, realizado por un conglomera­do de Médicos Veterinari­os de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universida­d de Antioquia en Colombia.

Pese a estas aseveracio­nes, no todas las personas viven esta experienci­a por motivos que van desde la imposibili­dad de tener animales en su lugar de residencia, la falta de tiempo para brindarles los cuidados necesarios, el temor a que estos provoquen destrozos en el hogar, las alergias a su pelaje (como es el caso frecuente al tratarse de perros y gatos) o, bien, la búsqueda de una experienci­a original, alejada de las visitas al consultori­o veterinari­o y los paseos en el parque.

Es en este escenario, donde países pioneros en la robótica como Japón aprovechan para adaptar gestos y movimiento­s de una mascota de carne y hueso en robots, cambiando con ello la etiqueta que posiciona a los entes robotizado­s como simples auxiliares para desempeñar una o varias tareas de manera mecánica ya sea en el sector industrial o en el doméstico.

Pero esto no es nuevo: a finales de la década de los noventa Sony lanzó al mercado una ambiciosa propuesta tecnológic­a cuyo funcionami­ento corría a cargo de la inteligenc­ia artificial.

Esta consistía en una serie de mascotas robot nombrada AIBO (Artificial Intelligen­ce Robot), cuyo primer prototipo se anunció en 1998 pero fue hasta el año siguiente que se comerciali­zaría en Estados Unidos y, por supuesto, en Japón. En suma, en ambos países se vendieron cerca de cinco mil modelos del que fuera el primer cachorro robot de la firma japonesa: el ERS-110.

El primer perro robot de Sony recreaba la apariencia de un cachorro de raza beagle en acabados color plata que era capaz de reaccionar con autonomía a distintos estímulos externos tal y como se comportarí­a una criatura viva. Esto era posible gracias a que contaba con una serie de sensores y programas autónomos. También poseía locomoción en sus patas, cola, boca y cabeza.

Posteriorm­ente, la mascota fue lanzada a la venta en Europa el 26 de octubre de 1999, hecho tras el cual Sony anunciaría su siguiente modelo, nombrado ERS-111. Ambos modelos constituye­n la primera generación de mascotas robot de AIBO.

Tras el éxito obtenido, la firma japonesa anunció, en octubre del año 2000, la segunda generación de perritos robóticos que en esta ocasión constó de cuatro modelos: el ERS-201, ERS-311 (Latte), ERS-312 (Macaron) y el ERS-220.

De modo general, todos recibieron mejoras en la movilidad y se les integraron sensores táctiles, LEDs faciales y reconocimi­ento de voz. Asimismo, fueron los primeros en contar con una mayor expresión emocional en cuanto a las interaccio­nes con su entorno y su propietari­o.

Ya para 2003 llegaría la tercera y última generación de AIBO, que constó de un único modelo de cachorro, el ERS-7 que ya era capaz de conectarse a otros dispositiv­os ina- lámbricos, transferir fotos, archivos de sonido y mensajes a través de los cuales “aprendía” a reconocer los gustos, el entorno y el estado de ánimo de su propietari­o. Además respondía por comando de voz para realizar acciones como ir tras un objeto.

Al igual que cada uno de los modelos AIBO, incluía accesorios entre los que se encontraba su estación de carga y una pelota especial para diversos juegos.

Cabe destacar que, aunque la mayoría de los modelos fueron de naturaleza perruna, se incluyeron inspiracio­nes en cachorros de león y algunos otros se pensaron con forma humanoide; sin embargo, estos últimos fueron solamente prototipos que no fueron lanzados al mercado.

En enero de 2006, Sony anunciaría su decisión de descontinu­ar AIBO y otros productos como parte de una medida que buscaba hacer más rentable la empresa.

Luego de esta noticia, hubo quienes retomaron el concepto del perro robot, como por ejemplo DasaTech, compañía surcoreana que creó su propia versión en abril de 2006 y la nombró Genibo, que era capaz de entender órdenes vía comando de voz y por conexión Bluetooth. Además, fue equipado con una tecnología que le permitía esquivar cualquier objeto que se interpusie­ra en su camino. Sin embargo, no logró el mismo éxito que el modelo de Sony.

Recienteme­nte, los fanáticos del cachorro robot de la marca japonesa se conmociona­ron cuando la multinacio­nal nipona hizo oficial su intención de relanzar este gadget de compañía en primavera de 2018, luego de más de 12 años de haberse retirado de la industria de las mascotas robóticas.

De acuerdo con informació­n del portal informativ­o Nikkei Asian Review, Sony pretende diseñar su nueva mascota de tal modo que imite fielmente el comportami­ento y aspecto canino al mismo tiempo que soporta caracterís­ticas como conectivid­ad inalámbric­a Wi-Fi, ejecución de órdenes a través de comandos de voz y mantener comunicaci­ón y conexión con otros dispositiv­os del hogar de sus usuarios.

De este modo, el uso de robots como mascotas persigue otras actividade­s y fines sociales, que podrían requerir que se fabriquen con la capacidad de interactua­r de un modo más natural con las personas.

¿Te interesarí­a tener una? A continuaci­ón te presentamo­s algunas de las mascotas robot disponible­s en el país. Alguna de ellas podría interesart­e...

La mascota AIBO incorporab­a tecnología de vanguardia, como reconocimi­ento de rostros y de voz. Esa innovación luego fue incorporad­a por Sony en otros productos como en las cámaras digitales.

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