Ubican focos rojos por trata de personas
• Municipios como Tultitlán, Tlalnepantla y Huehuetoca registran mayoría de casos, indica líder de ONG
Atizapán.— “Aborté por miedo, antes de que me empezaran a prostituir”, relató Rosaura ante cerca de 200 niñas y adolescentes a las que relató cómo fue sometida por un padrote para prostituirse. Esto en el evento “Unidos vs. la trata” que organizaron la alcaldesa Ana Balderas y Rosy Orozco, presidenta de la comisión que lucha contra el tráfico y trata de personas.
La historia inició “cuando mi abuelo vendió a mi madre a la edad de 12 años a mi padre, que entonces tenía 53 años”, relató Rosalba ante estudiantes que la escucharon en una conferencia organizada por la organización Unidos vs La Trata, que preside Rosy Orozco, en el patio central del palacio municipal de Atizapán.
“Yo no quise seguir estudiando, porque la escuela me daba flojera, por eso desde adolescente entré a trabajar y fui presa fácil de un hombre, que después se convirtió en mi padrote, que me obligaba a sostener relaciones con muchos hombres en un día”, relató la joven, quien finalmente decidió delatarlo y empezó a escribir su historia en “una hoja en blanco”.
En el Estado de México hay focos rojos en materia de trata, que se ubican especialmente en la ruta de paso de migrantes centroamericanos hacia EU, en municipios como Tlalnepantla, Tultitlán y Huehuetoca, afirmó Rosy Orozco presidenta de Unidos vs. La Trata, quien impulsa un programa de rescate y apoyo a mujeres que son obligadas a prostituirse o a realizar trabajos en condición de esclavitud.
En la entidad operan tres refugios para víctimas de trata en Texcoco, Huixquilucan y Toluca, para luego ser trasladadas a sitios de máxima seguridad, indicó Orozco.