“Sin reparación de daño, a 25 años de las explosiones”
• Tragedia de Guadalajara, accidente sin conducta criminal: Morales Lechuga • Ex procurador dice que se arrepiente de no haber renunciado por víctimas
Guadalajara.— El ex procurador de la República (1991-1993) Ignacio Morales Lechuga se arrepiente de no haber renunciado a su cargo tras las explosiones del 22 de abril de 1992 registradas en esta ciudad para dedicarse a la atención de las víctimas de aquella tragedia, pues considera que 25 años después no ha habido reparación del daño.
Durante la presentación del libro Testimonios sobre una herida abierta, de Jorge Federico Eufrasio Jaramillo, en El Colegio de Jalisco, defendió la investigación que hizo en aquel momento y que determinó que las explosiones que dañaron al menos ocho kilómetros de calles ocurrieron por un accidente.
Además, reiteró que algunos de los funcionarios sentenciados por delitos culposos fueron juzgados con severidad sólo por estar inmersos en una línea de mando; como ejemplo mencionó al ex presidente municipal de Guadalajara, Enrique Dau, que pasó un tiempo en prisión.
Recordó que él llegó a Guadalajara el 23 de abril para investigar lo que había ocurrido y pronto se dieron cuenta que la aceitera La Central, a la que se responsabilizaba de lo ocurrido, nada tenía que ver, pues las 57 muestras de espectometría realizadas por la Procuraduría local mostraban que la explosión había sido por gasolina.
Morales Lechuga señaló que las hipótesis señalaban que se trataba de una toma clandestina o un accidente, por lo que se abrieron líneas de investigación en ese sentido y después, en la zona industrial, se descubrió una mancha grande de gasolina y encontraron un orificio de 12 milímetros en el poliducto de Salamanca, lo que filtró al subsuelo el combustible y de ahí al drenaje.
“El olor tenía ya varios días, por lo que se desechó la hipótesis de que fuera una pipa que tiró combustible robado; con ayuda de expertos se trabajó en la hipótesis de la filtración por la abertura y se demostró que el daño en el poliducto se debió a la falta de protección catódica”, dijo.
El ex funcionario indicó que hubo negligencia por parte de quien debió revisar la protección catódica del poliducto en ese punto y eso se combinó con el error de las autoridades de Protección Civil de Guadalajara que pidieron a los bomberos echar agua al drenaje intentando diluir el combustible, pero con ello se incrementó la oxigenación en el drenaje y la explosividad.
El ex procurador señaló que fue un accidente y no hubo una conducta criminal de nadie. Finalmente, insistió en que quedó pendiente la reparación del daño a las víctimas y eso le tocaba a Pemex y al Estado mexicano, por lo que la herida sigue abierta y no puede sanar.
Recordó que las explosiones provocaron que la ciudadanía le diera la espalda al tricolor en ese momento y llevara a la gubernatura de Jalisco al Partido Acción Nacional (PAN); en ese sentido señaló que sería deseable que este país cambie pero no con base en las tragedias.
Por su parte, Jorge Gómez Naredo, investigador de la UdeG, señaló que este libro es un conjunto de entrevistas a actores que eran servidores públicos en aquella época y a una de las afectadas; indicó que en la obra no se hace un juicio de lo que responden los actores, sino que deja al lector la oportunidad de interpretar y construir su versión.
Comentó que cada uno de los actores da su versión de las cosas y éstas están llenas de contradicciones, por lo que el lector puede formarse un criterio de lo ocurrido; en la obra, por ejemplo, están las versiones del ex presidente Enrique Dau Flores, la de Pemex y la del ex procurador Morales Lechuga.
“Existen varias versiones de lo que sucedió y nos damos cuenta de que existen muchas lagunas de qué significó para los afectados y lo que ocurrió realmente”, señaló Naredo.
Al finalizar la presentación, Morales Lechuga se dirigió a Dau Flores para darle un abrazo y refrendar su opinión sobre él.
“Algunos de los funcionarios sentenciados por delitos culposos [por las explosiones] fueron juzgados con severidad sólo por estar inmersos en una línea de mando; como Enrique Dau, edil de Guadalajara”
“Quedó pendiente la reparación del daño a las víctimas de las explosiones, y eso le tocaba a Pemex y al Estado mexicano, por lo que la herida sigue abierta y no puede sanar” IGNACIO MORALES LECHUGA Ex procurador de la República