Santa potencia deportiva
Actualidad. Lamborghini regaló esta semana un Huracán LP 580-2 al Papa Francisco I
Su santidad La firma italiana obsequió al Papa Francisco un nuevo y personalizado Huracán LP 580-2 esta semana.
Los altos funcionarios de la empresa y dos de los empleados que construyeron el automóvil entregaron las llaves durante una ceremonia especial celebrada en la plaza de San Pedro, dentro del Vaticano.
El Huracán de tracción trasera está acabado en un tono de pintura denominado Monocerus White, mismo que es acompañado del amarillo que sirve como color identitario del Vaticano. Aunque no se compartieron imágenes del interior, es sabido que la compañía italiana trabajó de manera particular el vehículo dirigido al Santo Padre. También está presente la bandera del microestado y la mayoría de las insignias papales.
El Papa no planea usar su Lamborghini Huracán de 580 caballos de fuerza. Francisco I señaló en modo de broma que la ciudad del Vaticano es demasiado pequeña y está siempre atestada para poner a prueba las habilidades de este superdeportivo italiano. Además, señaló que tiene un afecto muy especial al Renault 4 de 1984 que tiene como auto particular.
En cambio, le pidió a la casa de subastas RM Sotheby's que venda este deportivo en un evento que tendrá lugar el 12 de mayo de 2018. El Vaticano donará los ingresos de la venta a tres organizaciones benéficas de distinta naturaleza.
Este modelo tiene un precio base de aproximadamente 200 mil dólares, lo que convierte al Huracán 580-2 en el miembro más asequible de la línea Lamborghini. Sin embargo, este ejemplar ha sido firmado y bendecido por el Papa por lo que podría superar en precio al modelo más costoso del catálogo de Lamborghini, según lo que se logre recaudar en la futura subasta.
Esta es la primera vez en la que la empresa fundada por Ferruccio Lamborghini tiene un gesto como este con la Santa Sede, a pesar de tener más de 50 años de historia.
Aplaudimos la noble acción de Lamborghini al regalar uno de sus ejemplares, que al final tendrá un destino altruista. No obstante, nos agradaría ver cuál sería la reacción de Jorge Bergoglio si Dodge le regalara el poderoso Challenger SRT Demon con 840 caballos de fuerza y con un impresionante diablo como emblema y distintivo principal.
Bromas aparte, esperamos que esta idea se convierta en una tendencia para que los fabricantes de vehículos deportivos se aproximen más a acciones altruistas, pues naturalmente son relacionados con una imagen superficial. El vehículo