¿Cambio de régimen?
Por diversos medios y plataformas se han empezado a conocer algunos de los supuestos temas que forman parte de la plataforma electoral del frente ciudadano que está conformado por el PAN, PRD y MC, principalmente.
Interesante que antes de tener candidato presidencial e incluso de haber decidido la forma en cómo elegirán a su abanderado, ya tengan parcialmente resuelto el contenido de su alianza electoral, para qué en caso de ganar las elecciones del próximo año, una vez iniciada la nueva administración, puedan impulsar una agenda común de gobierno y sobre todo una larga lista de reformas legislativas que tiene como fin entre otras cosas, “desmantelar al presidencialismo para transitar a un nuevo régimen político”.
Si por presidencialismo entienden a un régimen político anacrónico, antidemocrático y disfuncional, la idea puede ser buena, si tienen buenas propuestas, que parten de un diagnóstico certero en donde en primer lugar se logran identificar las causas del problema institucional, que no permite que funcione adecuadamente la maquinaria del poder.
En este punto en particular, el Frente debe ser consciente que tiene diversos retos que superar para transformar al régimen político, tal como lo están planteando. En primer lugar, deben asegurarse de tener una mayoría calificada en el Congreso federal, así como la mayoría simple de los Congresos locales, toda vez que muchas de sus propuestas de reforma en materia política, deberán de ser iniciativas de ley con rango constitucional. No puedo anticipar el resultado de la elección, pero creo que ningún partido, ni con sus posibles coaliciones, obtendrán una mayoría calificada en el Congreso, y además creo que volveremos a tener un gobierno divido en donde el presidente que sea electo, no contará con el apoyo del Congreso, porque estará conformado por una mayoría de oposición.
El segundo reto a considerar es sobre los contenidos de lo que se quiere cambiar. El problema que se alcanza a observar en un primer momento es si en realidad saben qué quieren cambiar, para qué y cómo hacerlo. En esta parte me quedo muy preocupado por las propuestas preliminares que está sugiriendo el Frente.
Sin decirnos con claridad a qué forma de gobierno es a la que nos quieren llevar después de haber desmantelado al régimen presidencial, únicamente nos señalan que los ciudadanos deben de tener mayor capacidad para influir en las decisiones del país y que se debe de crear un nuevo sistema de contrapesos en el que el Congreso tenga más poder y participación en la toma de decisiones del gobierno.
Las democracias presidenciales, parlamentarias o semipresidenciales son democracias esencialmente representativas. Cierto, existen diversos mecanismos de consulta ciudadana, pero no están creados para que el ciudadano gobierne y decida en suplencia de la representación política formal. La democracia directa o de participación ciudadana es un complemento, pero no suple en ningún rubro la esencia de la representación política.
Y sobre el tema de que el Congreso tenga más poder que el Ejecutivo es una historia fallida en México del siglo XIX, que terminó con la instauración de una dictadura que encabezó Porfirio Díaz por casi 30 años.
En un verdadero sistema de pesos y contrapesos no debe prevalecer ningún poder público por encima de otro o peor aún, en donde se establezcan reglas para permitir que se invadan las competencias de un poder frente a otro. El Congreso esencialmente representa, legisla y fiscaliza, pero no está concebido para hacer las funciones del Ejecutivo. Son dos esferas de autoridad que tienen lógicas diferentes.
En verdad saben qué se necesita cambiar y cómo hacerlo. Por lo visto, no lo creo.
Catedra Giovanni Sartori. El consejo técnico de la facultad de Derecho de la UNAM, creó la cátedra especial Giovanni Sartori, con el fin de realizar diversos estudios sobre los sistemas electorales y constitucionales en las democracias liberales. Esperemos que se unan a estos foros muchos proponentes de reformas.