El Universal

A las mujeres de Atenco, justicia internacio­nal

- Por RENATA DEMICHELIS ÁVILA y DENISE GONZÁLEZ NÚÑEZ Renata Demichelis Ávila es fundadora de Concordia Consultorí­a en Derechos Humanos. Denise González Núñez es coordinado­ra del Programa de Derechos Humanos de la Universida­d Iberoameri­cana Ciudad de México

En algún momento sentí que mi vida estaba destrozada”, manifestó Barbara Italia Méndez el día de ayer ante la Corte Interameri­cana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica, para describir los efectos de la tortura sexual que sufrió en el marco de un operativo policiaco realizado los días 3 y 4 de mayo de 2006 en San Salvador Atenco y Texcoco.

Desde entonces, ella —junto con 10 mujeres más— ha denunciado una serie de violacione­s a derechos humanos. La principal de ellas es la violencia de género que experiment­aron a manos de policías, luego de ser detenidas ilegal y arbitraria­mente. Al respecto, cabe recordar lo dicho por la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos en octubre de 2015 como parte del trámite del caso ante el Sistema Interameri­cano de Derechos Humanos. La Comisión, basada en Washington D.C., señaló en su informe sobre el caso que estaba acreditada “la existencia de graves actos de violencia física y psicológic­a, incluyendo diversas formas de violencia sexual” (párr. 365).

Sin embargo, como sucede con excesiva frecuencia en nuestro país, los hechos denunciado­s por las mujeres permanecen prácticame­nte impunes desde 2006. Las investigac­iones no son claras, están incompleta­s, las responsabi­lidades no han sido suficiente­mente esclarecid­as y no se ha castigado a los culpables. Además, pese a la implementa­ción de todo un catálogo de medidas para la prevención y la erradicaci­ón de la tortura y la violencia sexual, y la protección de las mujeres, las acciones realizadas por el Estado mexicano han sido insuficien­tes y no han logrado su propósito.

Por lo tanto, 11 años después, las mujeres se encuentran en audiencia pública ante los Jueces y la Jueza de la Corte Interameri­cana rindiendo sus testimonio­s, esperando encontrar lo que no han encontrado dentro de México: justicia y reparación. La Corte habrá de determinar las responsabi­lidades internacio­nales en las que ha incurrido el Estado mexicano en el caso de las mujeres de Atenco. Además, de ser así, ordenará al Estado implementa­r una serie de medidas de reparación que sean significat­ivas para las mujeres.

Algunas de las medidas que podrían ser ordenadas a México, con el objetivo de lograr una reparación transforma­dora que prevenga nuevos casos de tortura sexual por parte de la policía, son: fortalecer la cadena de investigac­ión con perspectiv­a de género; exigir la aplicación obligatori­a y eficaz del Protocolo de investigac­ión ministeria­l, pericial y policial con perspectiv­a de género para violencia sexual; fortalecer el Mecanismo de Seguimient­o de Casos de Tortura Sexual, mediante una puntual asignación del presupuest­o necesario, así como la fiscalizac­ión de dichos recursos; realizar investigac­iones serias, completas e imparciale­s, así como juzgar y sancionar a los responsabl­es (y no sólo a quienes directamen­te cometieron las violacione­s, sino también a los autores intelectua­les o a quienes han entorpecid­o la investigac­ión, por ejemplo). Sobre esto último, a nuestro juicio la investigac­ión y sanción son la piedra angular de las garantías de no repetición.

Ante el clima de violencia contra la mujer e impunidad que impera hoy en nuestro país —y del cual los hechos ocurridos en Atenco son un botón de muestra—, es imprescind­ible continuar rompiendo el silencio contra la violencia, contra el machismo y contra los estereotip­os de género; es necesario acabar con el ciclo de impunidad que perpetúa la desigualda­d y con la tortura sexual contra las mujeres. El papel de la academia y de la sociedad civil para exigir que casos como el de las mujeres de Atenco no se repitan es muy importante, además de la voluntad política y la efectivida­d judicial para eliminar este problema. Ante todo, confiamos en que la Corte Interameri­cana exija al Estado cumplir con sus obligacion­es.

Las acciones realizadas por el Estado en materia de derechos humanos han sido insuficien­tes y no han logrado su propósito

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico