Leer te salva en los aeropuertos
En varias instalaciones aéreas, inlcuidas las de México, crearon espacios para que la espera de tu vuelo sea más placentera
Una escala en el aeropuerto puede ser tediosa. Los apasionados de la lectura garantizan una espera más placentera con un libro y, a veces, tienen áreas adecuadas para su deleite.
En Europa, los generosos
El primero en abrir una biblioteca pública fue el aeropuerto Schiphol, en Ámsterdam, en 2010. Crearon un pequeño paraíso cultural, el Holland Boulevard entre las terminales 2 y 3, donde instalaron una muestra del Rijksmuseum y del museo científico Nemo.
Además de sillas cómodas, los lectores tienen acceso a dispositivos electrónicos, audífonos, música y alrededor de 500 obras de autores holandeses, traducidas a 40 idiomas. Hay algo más: su jardín externo para disfrutar de la lectura rodeado de plantas.
También en el aeropuerto internacional de Helsinki abrieron el salón Kainuu, inspirado en los bosques finlandeses. Su biblioteca tiene una atmósfera idónea para leer.
En el punto de intercambio, selecciona un libro y entrega el tuyo para que otro se lo lleve.
Todos los títulos de la biblioteca del aeropuerto Tallinn, en Estonia, fueron donados. Su presidente y la primera dama obsequiaron algunos de su biblioteca personal.
Si el lector se engancha con un libro durante la espera de su vuelo, puede solicitar un préstamo y devolverlo al regreso o cuando pueda.
Bibliotecas digitales
Changi, en Singapur, ganó por quinto año consecutivo el reconocimiento al “Mejor Aeropuerto del Mundo”, según la consultora Skytrax. No cuenta con un espacio literario, pere tiene salas
de relajación gratuitas y seis jardines. Ahí mismo, está el hotel Singapur. Tiene una biblioteca y un salón de lectura. Por 12.5 dólares accedes a algunos de sus lujos.
El Taoyuan de Taiwán, creó en 2011 la primera biblioteca digital en un aeropuerto. El salón de lectura –abierto las 24 horas– tiene acceso a más de 400 libros digitales, sin costo, y dos mil ejemplares en papel.
El aeropuerto de Abu Dhabi tiene una biblioteca distribuida en largos pasillos de lectura y sillones con vista a la pista.
En Estados Unidos
Fort Lauderdale-Hollywood, Florida, ofrece a sus usuarios una biblioteca virtual integrada por 15 mil ejemplares para todos los gustos. No incluye bestsellers ni libros muy nuevos que puedan competir con otras librerías. Otros aeropuertos tienen convenios con bibliotecas locales, pero restringen la lectura.
En Latinoamérica
Este año la organización de Aeropuertos y Servicios Auxiliares en México lanzó el programa “Leer para viajar más lejos”. En 18 aeropuertos los pasajeros pueden tomar prestados libros con la condición de devolverlos antes del vuelo. Con el lema “Elige, Solicita, Lee y Devuelve” buscan que los viajeros se deleiten en los libros.
En Santiago de Chile hay una propuesta de intercambio en su aeropuerto internacional. Los libros incluyen etiquetas para su adopción: al dejar un texto se debe indicar quién era su dueño, por qué vale la pena leerlo y en qué parte del mundo ha estado. •