Arte al alcance del monedero
Existen propuestas artísticas de enorme valor que puedes comprar sin desembolsar grandes cantidades de dinero
Figurillas de acción Jed Henry Conservadas Una de las mayores cualidades del arte contemporáneo es su gran penetración en el gusto masivo. Desde los pioneros del Pop Art, de mediados del siglo pasado, pasando por el arte objeto y el retorno del grabado, en nuestra época postmoderna; las manifestaciones artísticas se han vuelto mediáticas, globales y, por lo mismo, ubicuas. Es decir, están en todos lados.
De esta manera, ha habido una explosión de obras, museos y galerías a lo largo y ancho del mundo. Una de sus características es que siguen el ritmo del mercado global del arte. Que, como es bien sabido, tiene décadas que se rige por el parámetro del arte como bienes de consumo lujoso. No sin razón, el genio imaginativo, la pericia técnica o la elección de ciertos materiales, poseen un alto valor intrínseco. Pero también es cierto que ha habido una creciente exageración en el manejo de los precios que ha llevado a un tránsito inflacionario sin igual en dicho mercado. En breve, en muchas ocasiones resulta que el arte es inalcanzable como posesión y tenencia para el grueso de la población.
Pero, aunado a esto, en los últimos 20 años, se ha producido un fenómeno paralelo y benéfico: el surgimiento de un arte interesante, con plena belleza estética y capacidad creativa, cuyos productos se mantienen en un nivel sensato de precios y, por ello, de accesibilidad para el gran público. No se trata de piezas anónimas o anodinas (como ese inmenso y de muy dudosa valía conjunto de naturalezas muertas y animales salvajes, en pintura y escultura que pululan en las tiendas departamentales), sino de verdaderas propuestas estéticas autorales. La realización de trabajos con sólido trasfondo académico y creativo. Con estas cualidades, una de las claves para la moderación en los precios es el aprovechamiento de las economías de escala con base en materiales aptos Obra del Dr. Alderete