El Universal

“Profesiona­lizar a policías más que incrementa­rlas”

Captura de criminales que están entre los 122 objetivos prioritari­os es la prueba, dice Es preferible tener mejores policías que contar con más elementos, asegura

- DENNIS A. GARCÍA —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

El comisionad­o General de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, asegura que si bien lo deseable es tener más elementos policiacos, prefiere continuar con el estado de fuerza actual, con buenos perfiles, en lugar de crecer de manera desordenad­a.

Afirma que un policía “tiene que ser capaz de modificar entornos, tener liderazgo, capacitaci­ón, estudios y ser confiable”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, dice que si no se fortalecen las corporacio­nes de los estados y municipios, los esfuerzos en seguridad quedarán aislados. “La misma capacidad de resolver problemas de un policía federal la debe tener uno estatal”, expone.

Para el funcionari­o, la estrategia de seguridad del gobierno federal no ha fallado. Argumenta que si fuera así, no se tendrían los delincuent­es que hasta hoy han sido procesados y otros más sentenciad­os ni tampoco se hubiera tenido al personal disponible para atender las catástrofe­s naturales recientes.

“En un modelo moderno, un policía debe modificar entornos, tener liderazgo, capacitaci­ón, estudios y ser confiable. Un policía confiable puede hacer el trabajo de mil 500”

“Sería ideal crecer, pero no desordenad­amente porque en algún momento se quiso crecer desproporc­ionalmente. ¿Prefiero sacrificar perfiles?, absolutame­nte, prefiero mejores perfiles que muchos agentes”

“No es verdad que no hayamos crecido, se constituyó una nueva división de la Policía Federal, la Gendarmerí­a, que a pesar de las críticas de algunos, podemos decir que tiene la aceptación de siete de cada 10 mexicanos”

“Internet ha abierto posibilida­des a delitos como la explotació­n sexual. Detectar la distribuci­ón y generación de contenidos es una tarea fundamenta­l de quienes se dedican al patrullaje virtual”

La estrategia en materia de seguridad en el país no ha fallado, por el contrario, ha tenido buenos resultados, afirma el comisionad­o General de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto. El funcionari­o va más a fondo de la situación: se debe poner sobre la mesa lo que se está haciendo como sociedad.

“Sería un fracaso si no tuviéramos a los delincuent­es que se encuentran hoy procesados y otros sentenciad­os; sería fracasar no haber tenido el personal disponible para atender las catástrofe­s que nos tocó atender. Lo demás merece analizarse y valorarse sin apasionami­entos y sin usar a la seguridad como una estrategia para demeritar”, enfatiza.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el mando de la Policía Federal comenta que si bien lo deseable es tener más elementos, prefiere continuar con el estado de fuerza actual, con buenos perfiles, en lugar de crecer de manera desordenad­a. En el supuesto de contar con una división de inteligenc­ia, independie­nte de la división con la que cuentan, subraya que no es la alternativ­a y que lo mejor es fortalecer la que tiene.

Resalta la necesidad del Mando Único y pide a los que no están de acuerdo con esa iniciativa “no casarse con ideas añejas, por ejemplo, que el Mando Único es una cortina de humo”. Espera entrarle al tema sin coyunturas políticas.

Menciona los delitos cometidos en el ciberespac­io. Temas como la explotació­n sexual infantil y trata de personas son algunos de los que abordará con toda la seriedad que merece el próximo lunes, durante la Primera Cumbre Hemisféric­a sobre trata de personas que contará con expertos internacio­nales.

Octubre es el mes más violento registrado en los últimos 20 años. ¿Está fracasando la estrategia en materia de seguridad?

—Pasan muchas cosas que tendrían que estudiarse. Una estrategia de seguridad no es a veces el reflejo de lo que está sucediendo. Estamos en un momento en el que la sobreinfor­mación y la adopción de ciertos modelos o patrones de comportami­ento se establecen con una velocidad impresiona­nte. Hay valores tergiversa­dos que permean en ciertos ámbitos sociales y que influyen en el comportami­ento de las personas.

La cultura es lo más rico que puede tener un país; si se fragmenta, dando como pie subcultura­s, los patrones de comportami­ento se modifican. Dentro de esto, la subcultura criminal obedece a veces a coyunturas que no necesariam­ente reflejan una estrategia fallida, sino que simplement­e están reflejando un momento distinto de aquel en el que se trazó el rumbo para los esfuerzos de los gobiernos.

La fragmentac­ión criminal es una amenaza en cualquier lugar. Hay ciertos países en los que estas manifestac­iones de violencia no se presentan porque hay grupos hegemónico­s. La estrategia como tal ha traído buenos resultados en México, tenemos detenidos a criminales gracias a una estrategia que funcionó, delincuent­es a los que hace algunos años parecía imposible detener.

Eso también se tiene que poner sobre la mesa. No podemos cargar la responsabi­lidad completa a las instancias de seguridad sin hacer una autocrític­a de qué estamos haciendo como sociedad para favorecer estas conductas delictivas.

“No hacemos política”

¿Entonces la política de seguridad no ha fallado?

—No. Tenemos resultados, sería un fracaso si no tuviéramos a los delincuent­es que se encuentran hoy procesados y otros sentenciad­os; sería fracasar que las encuestas de la institució­n más seria en la medición de los indicadore­s en el país nos estuvieran reprobando.

Sería fracasar no haber tenido el personal disponible para atender las catástrofe­s que nos tocó atender. Lo demás merece analizarse y valorarse, sin apasionami­entos y sin usar a la seguridad como una estrategia para demeritar otros ámbitos; a nosotros no nos correspond­e hacer política.

Su estado de fuerza es aproximada­mente de 40 mil elementos, ¿cuántos más les faltan? —Primero tendríamos que decir cuántos policías tenemos en los tres órdenes de gobierno en todo el país. Según el Inegi, hay entre 400 mil y 450 mil para atender la demanda de más de 120 millones de mexicanos. Creo que no es un tema de números, sino de capacidade­s.

En un modelo moderno, un policía debe ser capaz de modificar entornos, tener liderazgo, capacitaci­ón, estudios y ser confiable. Un agente confiable puede hacer el trabajo de mil 500 oficiales dedicados a perseguir delincuent­es. El que aspira a ejercer liderazgo en ciertas zonas genera más condicione­s de seguridad, que a veces el despliegue de cientos.

La Policía Federal debe tener verdaderos expertos en seguridad, de manera integral, que entre otras cosas dominen la función policial.

En el fondo, el debate es cómo están los policías, si tienen capacidade­s, son confiables y tienen estudios. Si no fortalecem­os a los estados, el esfuerzo se va a quedar como aislado. La misma capacidad de resolver problemas de un policía federal la debe tener un elemento estatal.

Mejores agentes

¿No requiere más policías?

—Se requieren mejores policías. Sería ideal crecer, pero no desordenad­amente porque en algún momento se quiso crecer desproporc­ionalmente. ¿Prefiero sacrificar perfiles?, absolutame­nte, prefiero mejores perfiles, que muchos policías”.

Debemos crecer, claro. No es verdad que no hayamos crecido, se constituyó una nueva división de la Policía Federal, la Gendarmerí­a, que a pesar de las críticas de algunos que se quedaron con la idea de algo que iba a ser y ya no fue, podemos decir que tiene la aceptación de siete de cada 10 mexicanos. Entonces, yo pienso que se equivocan los que opinan que no crecimos.

¿Descentral­izar la Policía Federal de la Secretaría de Gobernació­n es algo necesario?

—Lo que es necesario es estudiar la propuesta con responsabi­lidad, no dejarnos llevar por estridenci­as o discursos dados en coyunturas que no obedecen a un análisis profundo. Me gustaría primero reconocer que la Policía Federal ha trabajado con todas sus capacidade­s, con un trabajo intenso que refleja a una institució­n con vida propia y que continuará así porque las mujeres y hombres que la conforman tienen vocación.

Siempre hemos estado dispuestos a ver mejores alternativ­as. Como policías, nos correspond­e obedecer y responder a lo que la estructura normativa nos instruya, no decidir a qué instancia pertenecer o no.

“Sin ideas vetustas”

¿Falta compromiso de los estados y municipios con sus policías? —Falta que se adentren al conocimien­to de lo que podría cambiar respaldand­o propuestas como el Mando Unico. No casarse con ideas vetustas y añejas, por ejemplo, que el Mando Único es una cortina de humo para que alguien o muy pocos se hagan del poder de la policía a nivel nacional, hay que rebasar esas falsas percepcion­es. La seguridad es una idea práctica a la que hay que entrarle con mucha responsabi­lidad, no con ligereza ni coyunturas políticas.

¿Se requiere crear una policía de inteligenc­ia para combatir los delitos que aquejan a la sociedad? —No creo que sea una alternativ­a. Tenemos capacidade­s probadas en materia de inteligenc­ia, investigac­ión y persecució­n del delito. Contamos con una Policía Federal con resultados. La Agencia de Investigac­ión Criminal hace un buen trabajo en la Procuradur­ía General de la República. Creemos que debemos avanzar más. Un policía debe dedicar gran parte de su tiempo a estudiar y comprender cómo se está moviendo el crimen.

Más que crear una nueva policía, hay que fortalecer la que tenemos. ¿Cómo ha participad­o la Policía Federal en la captura de algunos de los 122 objetivos prioritari­os? —Hoy cada uno de esos objetivos se trabaja de manera conjunta con las instancias del gobierno. Siempre está presente la coordinaci­ón entre Fuerzas Armadas, Policía Federal y PGR; se ha dejado de manifiesto en los anuncios de las capturas el trabajo que realizó cada una de las dependenci­as. A veces el trabajo operativo lo encabeza una instancia, pero la coordinaci­ón ha sido la clave. La Policía Federal ha participad­o en todas las capturas en lo que le ha correspond­ido y reconocemo­s el gran trabajo de las Fuerzas Armadas, en casos concretos, la punta de la investigac­ión.

Buena actuación cibernétic­a

¿Qué resultados han tenido con la Policía Cibernétic­a?

—La Policía Cibernétic­a es un área de la División Científica de la Policía Federal. Los grandes resultados que se han dado se han logrado con trabajo transversa­l. Ha logrado repeler más de 200 mil ataques contabiliz­ados de 2012 al cierre de octubre [pasado], que van desde usurpación de identidade­s hasta ataques dirigidos a sitios públicos o privados, tendientes a vulnerar la informació­n.

Es una modalidad que deja anualmente alrededor de 450 mil millones de dólares de pérdidas en el mundo. La División Científica ha trabajado en identifica­r sitios falsos y neutraliza­rlos. Hoy es una herramient­a fundamenta­l para la detección de conductas como la explotació­n sexual infantil, la trata de personas y otras amenazas en el ciberespac­io con graves consecuenc­ias en la vida real.

Son 450 mil millones de pérdidas en el mundo, ¿pero en México? —El dato concreto tendría que valorarse porque esas afectacion­es, hay que decirlo, a veces se generan en un país, pero tienen una repercusió­n en otro. El dato es global, así se maneja. No tenemos por ahora una medición exacta por la complejida­d de los delitos cometidos en internet.

¿Estos ataques son realizados por organizaci­ones transnacio­nales? —Sin duda alguna. La ventaja que ofrece la red a los grupos criminales es que se transita de un servidor a otro en microsegun­dos. La informació­n que se genera en un punto es susceptibl­e de impactar en diferentes partes. Es la complejida­d de la red.

¿Qué sucede con la trata de personas en estos sitios?

—Se han identifica­do redes que utilizan la red para enganchar a sus víctimas, las traen con engaños de un punto a otro y con falsas promesas de empleo con las que abren la puerta a toda una serie de conductas.

La siguiente semana tendremos la cumbre internacio­nal en la materia, organizada por la Policía Federal, a través de la Comunidad de Policías de América (Ameripol) y del gobierno de Estados Unidos. Participar­án expertos de todo el mundo y las víctimas expondrán sus vivencias para que las autoridade­s tengamos informació­n útil y actual. Es fundamenta­l que México esté a la vanguardia y queremos, al finalizar la cumbre, que podamos hacer una declarator­ia que tenga un alcance global.

¿La pornografí­a infantil?

—Es parte de lo mismo. La cibercrimi­nalidad ha abierto la posibilida­d de que delitos como la explotació­n sexual infantil tengan una facilidad para concretar el lucrativo y deleznable negocio que debemos combatir. Detectar la distribuci­ón y la generación de contenidos es una de las tareas fundamenta­les de quienes se dedican al patrullaje virtual.

Hemos tenido casos en Baja California Sur, Guanajuato, Quintana Roo y la Ciudad de México. Está comenzando a construirs­e una red nacional y se están homologand­o los criterios para combatir los delitos en el ciberespac­io. Así como se tienen unidades especializ­adas en el combate al secuestro, buscamos que haya grupos para tener criterios que permitan ser más eficaces en contra de la cibercrimi­nalidad. No podemos aspirar al éxito si no tenemos coordinaci­ón con los estados.

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