El nacimiento de un automóvil
Hacer un auto, desde que se imagina hasta que llega al usuario tarda hasta tres años
Hace algunos años, cuando platicaba con amigos o familiares sobre cómo se hacían los autos, todos, incluyéndome, imaginábamos grandes fábricas con manos robóticas que juntan piezas mientras personas supervisan que el proceso se hiciera de la mejor manera posible. Todo, al tiempo que una banda transportadora hace avanzar los esqueletos por estaciones constructoras hasta que el auto sale completamente terminado y listo para venderse.
Aunque esto es en parte cierto, no es la realidad completa. Ni siquiera es una concepción cercana al proceso en su totalidad de crear un automóvil. Hacer un coche es un trabajo que implica muchos trabajos, unos hasta artesanales, en su camino. Desde que se imagina hasta que llega a las manos del conductor, un auto es manoseado, cambiado, chocado, pintado, ensamblado, dibujado, modelado, entre otras cosas, para llegar a ser la maquina que conocemos.
Para mi sorpresa, las manos robóticas y los controles de calidad es la parte final de la fabricación. Todo comienza con un grupo de personas que están interesadas en cumplir las exigencias y necesidades de un público al que se le hace un estudio de mercado para conocerlos mejor y entender lo que buscan en los productos de su compañía.
El auto que se está creando pasa más de 10 meses encerrado en oficinas donde ingenieros y diseñadores, ambos artistas desde mi parecer, preparan los trazos y bocetos de lo que será el producto final. Sin embargo, estos esquemas sólo quedan en el recuerdo pues conforme pasa el tiempo la idea se modifica en múltiples ocasiones.
Hacer un coche desde su concepción hasta que llega al piso de venta es un trabajo que lleva alrededor de tres años. Durante este tiempo el auto es evaluado por compañías que certifican la seguridad o el rendimiento del vehículo que saldrá al mercado.
Llegamos a los últimos 12 meses de la historia y, por fin, aparecen las fábricas gigantes con bandas transportadoras y brazos metálicos. Pero el trabajo sigue, hay que promocionar el nuevo vehículo, hacerle comerciales, llevarlo a auto shows y después repartilo en concesionarias y tenerlo listo para todos esos conductores a los que estudiaron e, implícitamente, les prometieron hacer un vehículo que cubriera sus necesidades.
La próxima vez que hable con alguien de cómo se fabrican los autos les podrás hacer saber que los brazos metálicos, los controles de calidad y las bandas transportadoras son la parte final de nuestra discusión