El visor de mexicanos en Silicon Valley
• Empresas del país deben ser más competitivas ante una nueva Revolución Industrial, dice • Hay que entender que lo que se hace en la nación a veces es más sofisticado que en EU, señala
San Francisco. — Fernando Sepúlveda es un hombre muy serio. En su conversación se vuelve muy agudo y severo en sus consideraciones. Hoy, se ha convertido en un implacable cazador de talentos mexicanos en ciencia, tecnología e innovación a los que potencia sus capacidades con miras a lograr un impacto global.
Licenciado en Economía por el ITAM y maestro en Políticas Públicas por la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard, vive en el área de la bahía de San Francisco donde se ha convertido en un ferviente defensor de que los mexicanos “lleguen a tiempo” a la cita con la Cuarta Revolución Industrial.
Presidente de la Asociación de Empresarios de México en el Norte de California y director general de Impulsa México, su trabajo se desarrolla en tres pistas: un intenso impulso a emprendedores de todo el mundo en Silicon Valley, el escalamiento de empresas mexicanas y la formación de nuevas generaciones empresariales.
El mexicano sentencia rápidamente: “Con o sin TLCAN las empresas mexicanas deben ser competitivas en esta realidad de la nueva Revolución Industrial. Es fundamental que México, sus compañías y empresarios lleguemos a tiempo a la cita y seamos de los pioneros que incorporen las tecnologías emergentes en nuestros productos, procesos productivos y comerciales y proyectar ese enorme talento empresarial que tenemos en México hacia esta Cuarta Revolución Industrial”.
¿Qué hace en San Francisco? —Fundamentalmente me dedico a ayudar a que temas de innovación puedan tener un impacto en la economía y logren desarrollarse y crecer en la sociedad. Juego el rol de hacer un puente de colaboración en general entre Estados Unidos y México, muy específicamente entre Silicon Valley y el área de la bahía de San Francisco con México.
¿Por qué decide vivir aquí?
— Ya había vivido en Estados Unidos cuando estudié el posgrado, incluso durante la preparatoria. En 2010 decido abrir una oficina en Silicon Valley como parte de la expansión internacional de mi empresa, en ese momento me invitaron a ser parte de la National Business Incubation Association, que es el grupo de incubadoras y aceleradas más grande del mundo.
Eso fue un honor y me permitió tener visibilidad del ecosistema de innovación y emprendimiento de Estados Unidos y del resto del mundo, así como entender que lo que estábamos haciendo en México era tan o en ocasiones más sofisticado de lo que estaba sucediendo en Estados Unidos, inclusive en Silicon Valley.
Abro una oficina aquí, por el nivel de sofisticación que tiene el mercado americano y el de Silicon Valley, me reubico acá con mi familia e inicio la aventura de desarrollar servicios de aceleración de empresas a nivel global, atendiendo a clientes de todas partes del mundo.
¿Lo ha hecho con los emprendedores y empresas mexicanas?
— Por supuesto. Tenemos presencia en México desde hace varios años, fuimos la primera incubadora de negocios privada en el país, cuando el emprendimiento y la innovación eran temas que no necesariamente figuraban. En 2004 fundé Impulsa, que ayuda al crecimiento de las empresas. Tenemos oficinas en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Puebla y Tijuana, donde apoyamos al desarrollo de emprendedores y negocios mexicanos que quieren escalar dentro del mercado mexicano y a nivel internacional.
Esta labor que hace en esta zona de California, que representa uno de los principales polos de desarrollo tecnológico en el mundo, ¿es una ventana de oportunidad para los mexicanos?
— Correcto. Hay mucha gente que habla de querer replicar Silicon Valley, ha habido esfuerzos en distintos países. Lo que siempre he promovido es que en lugar de tratar de replicarlo utilicemos a Silicon Valley pues aquí está el grupo de inversionistas para empresas innovadoras más importante del mundo.
Entonces los emprendedores mexicanos pueden y deben venir a promover sus proyectos innovadores y tratar de levantar capital con fondos de EU. Los emprendedores mexicanos pueden y deben vincularse en las aceleradoras e incubadoras de negocios de Sillicon Valley para potenciar sus negocios, lo mismo con otros centros e instrumentos de desarrollo que hay aquí.
Con enorme facilidad se puede utilizar estos recursos adicionales a los que existen en el país y una de las cosas que hemos impulsado es construir puentes de colaboración, fluidos y constantes, entre los ecosistemas de emprendimiento e innovación mexicano y estadounidense.
En México hay emprendedores que parecen héroes.
— De manera natural todas las sociedades tienen y requieren héroes y villanos, arquetipos. La sociedad transita respecto a quienes son unos y otros. Por un lado, vemos de manera creciente a nivel internacional que las noticias principales son por grupos terroristas o extremistas, escándalos políticos y empresariales, pero hay historias muy interesantes de héroes auténticos que vale la pena contar.
Me parece que los emprendedores, al igual que algunos otros miembros de la sociedad, artistas, deportistas, etcétera, son héroes que debemos comunicar y presentar de una mejor manera porque reflejan los mejores valores a los que aspiramos tenga nuestros países.
Los emprendedores estamos llegando a los límites, no solamente intelectuales, sino a los límites del coraje humano, de la determinación y el sentido de propósito. En los emprendedores no solamente podemos encontrar estos nuevos modelos a seguir que reflejan lo que todos quisiéramos que nuestras sociedad fuera.
El apoyo a emprendedores mexicanos puede cambiar vidas en ambos lados de la frontera.
— Una de las cosas que me hace sentir más satisfecho, y quizá donde hemos visto un impacto más humano, más directo, más tangible de nuestra labor, es en este programa que se llama TrepCamp. Desde 2014, en alianza con las principales universidades de México y con un apoyo importante del Banco Santander y del Instituto Nacional del Emprendedor, hemos capacitado en México a más de 15 mil universitarios que aspiran a ser emprendedores de alto impacto.
No debe parar esta labor.
— Nunca debe detenerse, sino amplificarse. Todavía tenemos un enorme trecho por recorrer para que el espíritu de innovación empresarial permee a todas las áreas y disciplinas.
Pero empresarios necesitan un impulso para crecer y no lo tienen, ¿no?
—Si este mundo de la innovación esta siendo utilizado de manera exitosa por los emprendedores, que empiezan con una idea y una hoja de papel, hay que imaginar el potencial que tiene un empresario ya establecido de catapultar su negocio al siguiente nivel aprovechando lo que ya hace.
Si logramos que los empresarios mexicanos logren inyectar innovación en sus negocios, lo que vamos a hacer es impulsar y catapultar a esas empresas a un siguiente nivel.
Los empresarios se sienten relativamente intimidados por las nuevas tecnologías, no saben por dónde entrar, y ahí es donde nosotros podemos ser increíblemente útiles, ayudándoles a identificar cómo, de maneras muy prácticas y costo efectivas.
“Una de las cosas que hemos impulsado es construir puentes de colaboración, fluidos y constantes, entre los ecosistemas de emprendimiento e innovación mexicano y estadounidense”
“Si logramos que los empresarios mexicanos logren inyectar innovación en sus negocios, vamos a catapultar a esas empresas a un siguiente nivel”
“Los emprendedores mexicanos pueden y deben venir a promover sus proyectos” FERNANDO SEPÚLVEDA Director general de Impulsa
“No nos olvidamos de nuestra comunidad. Empleamos a más de 100 familias, lo cual me da orgullo. El hecho de que vivamos aquí no quiere decir que nos olvidemos de los mexicanos”
“Cada individuo que nosotros podamos ayudar vale la pena, todos y cada uno de ellos porque todos valen” GABRIEL MANJARREZ Director de Lumbrera
que “estamos haciendo las cosas que se debe como se debe”.
Miembro fundador de la Asociación Fintech de México, involucrado en tecnología financiera, fue consultor en McKinsey y más tarde pasó cuatro años como un VP Senior en Bank of America. Testificó ante el Congreso de Estados Unidos sobre inclusión financiera, exitosamente ayudó a permitir identificaciones emitidas en el extranjero para abrir una cuenta bancaria.
Es mentor para varias incubadoras en México y en Estados Unidos, así como consejero para varias startups. Tiene un MBA de Stanford y una licenciatura del ITAM (México), divide su tiempo entre Palo Alto y la Ciudad de México.
Originario de la ciudad de México, hace 10 años inició un enérgico trabajo para ayudar a la población mexicana menos bancarizada mediante prestamos. Acepta que esta labor que hace, que insiste no es caridad sino lucrativa, ha ayudado a cambiar vidas a fin de dotar recursos para un negocio, comprar casas, pagar rentas o cuentas en hospitales.
“Hacemos crédito para gente no bancarizada o que tiene muy poco historial crediticio, para eso usamos tecnología de big data, usamos tecnología de información que podemos recopilar tanto de clientes como de otras fuentes de información para tratar de desarrollar algoritmos crediticios, de calificación crediticia para prestar dinero, aunque nosotros prestamos ese dinero directamente y no le vendemos esos récords a nadie”, ataja.
Su otro negocio se llama Lumbrera con el cual ayudan a bancos y entidades financieras grandes con sus aplicaciones de software para digitalizar a sus clientes.
“Llevamos tanto tiempo digitalizando a toda esta clase media en México que podemos desarrollar nuestro propio software que ofrecemos a bancos donde no tienen esa relación digital con sus clientes”, explica.
Gabriel Manjarrez se pronuncia por una mayor inclusión financiera en México, pues es una injusticia social que no haya una penetración financiera.