“La relojería tradicional no se dirige a las necesidades del cliente”
• Llegado de Apple, su prioridad será que la marca alcance a más público • Asegura que el reloj mecánico es “una gran oportunidad para desconectarse”
Ginebra, Suiza.— El nuevo capitán de Ulysse Nardin ha navegado en mares muy diversos. Patrick Pruniaux trabajó en Diageo y Moët-Hennessy antes de una estancia de 10 años en TAG Heuer. Apple lo fichó en 2014 para lanzar el Apple Watch y desde finales de agosto ha vuelto a las aguas de la relojería tradicional suiza para ponerse al timón de una marca famosa por su visión hi tech y el uso pionero del silicio. Ahora enfrenta el oleaje de la reinvención de la industria.
Estar en Cupertino le sirvió para percatarse de que las firmas deben prestar más atención a las necesidades de los consumidores. No sólo darles relojes complicados y bonitos, sino que aporten utilidad y valor a los coleccionistas.
“Cuando veo el número de relojes que son incómodos de usar, me pregunto por qué un reloj sería incómodo, es lo menos atractivo que hay. Hay que ser exigentes cuando se trata de calidad y ser demandantes cuando se trata de detalles en la ejecución. Si hay una empresa que es muy buena en eso es Apple”.
Pruniaux habló con Tiempo de Relojes en la presentación de tres modelos que serán lanzados en el Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH) de Ginebra en 2018.
¿Qué le ha aportado su experiencia en Silicon Valley que puede ser útil para Ulysse Nardin? —Me ha dado una perspectiva diferente. La relojería tradicional no se dirige a las necesidades del cliente. Se fabrican productos hermosos, pero no siempre se busca la utilidad para el consumidor. Lo que Apple me enseñó es que necesitas un producto que le aporte valor al cliente.
Hoy existen dos caminos en la relojería: la nostalgia o ir hacia adelante. Estos nuevos relojes son muy clásicos. ¿Por qué? —Ahora decidí mostrar sólo el lado clásico de la firma. Pero el resto de los lanzamientos del SIHH serán súper modernos. Ulysse Nardin siempre ha sido una marca muy innovadora en el diseño y los mecanismos. Estoy obsesionado con seguir esa tendencia, creo que es lo que el consumidor quiere.
Dice que Apple está enfocado en simplificar. ¿Se puede aplicar este concepto a Ulysse Nardin? —Nuestros relojes Innovision son como la Fórmula 1: intentamos cosas muy complejas, pero la idea es tomar algunas de esas innovaciones para incluirlas en el resto de la colección. La cuestión es cómo podemos crear beneficios para los amantes de los relojes.
¿Cómo convertir a Ulysse Nardin en una firma global poderosa? —Es como una joya escondida que sólo conocen los aficionados relojeros, por lo que necesita abrirse un poco más al público. Podemos llegar a clientes potenciales, esos que ahora se interesan por otras marcas o que ni siquiera se fijan en los relojes. Se puede hacer mucho sólo con decir qué es lo que hacemos, a través de las redes sociales y hablando de otra forma al consumidor.
¿Habrá un smartwatch?
—No veo el beneficio para el consumidor. Si quieres un smartwatch, el mejor está diseñado por la empresa en la que trabajaba antes.
¿Sería posible una alianza entre Apple y Ulysse Nardin?
—No creo que Apple aceptara. Nos toca a nosotros encontrar nuestra solución. Hoy el reloj mecánico es una gran oportunidad para desconectarse. El smartwatch no aporta mucho más que un celular. Pero miras tu reloj y es un objeto personal, que significa mucho para ti.