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Audi Q2 es la mejor muestra de diseño en el segmento más solicitado
Así como en la moda, la industria automotriz marca y sigue tendencias en diseño y equipamiento que en ocasiones nos hace pensar, ¿cómo es que entonces la gente manejaba (o vestía) eso? Tal es el caso de los coupés de dos puertas que no eran necesariamente deportivos como el Chrysler LeBaron de finales de los ochenta o el Dodge Stratus de inicios del 2000. Hoy en día, esos productos están extintos y como ellos, hay muchos otros que han debido su existencia a una específica moda o preferencia temporal de parte del público.
Hoy, la mejor expresión de cómo las armadoras dirigen sus esfuerzos a la construcción de un modelo, hasta hace unos años inexistente, es el segmento de los crossovers subcompactos, que si hemos de ser honestos se trata de un sedán con aumentada altura y la carrocería estilizada como si ésta fuera una pequeña camioneta.
Aunque el segmento fue creado por General Motors y Ford, la creciente demanda de este tipo de vehículos ha propiciado que compañías de lujo como Audi decidan obtener un poco de ese pastel con una oferta que destaque en el apartado del equipamiento y motorización.
Respaldo de un monstruo. Audi juega en este sentido en una posición privilegiada, pues con la enorme disponibilidad de esqueletos estructurales que representa ser parte del grupo Volkswagen, emplea la multiusos plataforma MQB para exprimir un conjunto mecánico de enormes volúmenes en una agradable pieza premium.
El motor de este Audi Q2 no es la excepción y aprovecha lo existente en el catálogo del consorcio alemán para entregar una refinada versión del conocido cuatro cilindros turbo de 2.0 litros que en esta programación entrega unos adecuados 190 caballos de fuerza.
Movimientos agradables. El cuadro mecánico de este crossover subcompacto es complementado por la transmisión automática de siete velocidades, la cual es una de las mejores aportaciones a su comportamiento en calle y carretera, pues además de ser de respuesta inmedia-