Las familias de la velocidad
Este año que concluye ha sido excelente para el automovilismo deportivo por las actuaciones de los pilotos nacionales en los diferentes circuitos que hay a todo lo largo de la República Mexicana. Naturalmente, el más importante es el Autódromo Hermanos Rodríguez, sin embargo otros como el Autódromo de Monterrey, Aguascalientes, Guadalajara, León Guanajuato, Amozoc Puebla, Pachuca, San Luis Potosí, Zacatecas son dignos recintos, donde cada día hay la participación de pilotos y autos, según los seriales que corresponden
Tradición en los trazados nacionales. Las pistas de carreras con más historia en la actualidad están en la Ciudad de México y Monterrey. Éste fue construido por un gran entusiasta del automovilismo: Filiberto Jiménez, conocido cariñosamente como Don Fili (QEPD). Es un gusto saber que sus hijos Filiberto, Cesar Tiberio, Martha y Doris mantienen esta pasión y a la fecha organizan competencias automovilísticas de cuarto de milla, regional, Formula Atlantic, Nascar, entre otros. Además, tienen otro autódromo denominado Toluquilla en Guadalajara, donde también realizan competencias de distintas necesidades. Quiero agregar que su nieto, Javier González Jiménez, está corriendo en Francia y España con resultados muy positivos, por lo que argumentativamente, es la familia más destacada de la historia regiomontano.
Historia en el Autódromo Aguascalientes. Hace muchos años Don Pablo Gutiérrez (QEPD), gran entusiasta del automovilismo deportivo, construyó un Autódromo por los años sesenta, esta era una pista parecida al Autódromo Hermanos Rodríguez, es decir, con una curva peraltada, recta, “eses”, “gancho” y “la espiral”. Todos estos, nombres que se les dieron para identificar las curvas donde se realizaron muchísimas competencias desde cuarto de milla, Turismo Nacional, Gran Turismo, Trans Am, Formula Ford, competencias de motocicletas y muchas otras categorías.
Ahí asistí a reuniones que presidió Don Pablo, quien fue uno de los pioneros del automovilismo en concebir la idea de realizar carreras de 24 horas de duración a nivel Internacional, sin embargo, de manera lamentable sus propuestas nunca se lograron concretar.
Ese hombre tan sencillo y valiente llegaba a la pista vestido con botas altas, pantalón tipo militar, chamarra de piel, sombrero Tardan y un fuete de montar en la mano derecha. También fue piloto de aviones y el primero en volar un avión monomotor en 1939. En pocas palabras: un hombre de acción y además, un tipazo que siempre era acompañado de su familia: su esposa Alma Rosa y su nieto Juan Pablo, quien muy pronto dará a conocer una gran noticia, según nos hemos enterado sobre la reparación del Autódromo que había sido abandonado. Mando un saludo y felicito a tan querida familia.
En la próxima entrega de esta columna intentaré brindar una perspectiva a futuro de la industria y el deporte motor en México, donde se avecinan cosas muy interesantes en relación a los cambios en deportes como la Fórmula 1 y los cambios en los equipos y sus monoplazas.
Tomaremos un descanso, pero no me despido sin desearle a usted, querido lector la más grande felicidad, salud y dicha en estas fechas tan especiales. Nos vemos en 2018 con muchas historias que compartir en el fascinante mundo de los autos.
Recuerde, haga de su automóvil un deporte, ¡no un peligro!