El color que vendrá
‘Ultra Violet’ será la tonalidad que guíe las colecciones de moda y belleza durante 2018
Puntual como cada año, el Instituto del Color Pantone –empresa considerada un referente mundial en esta materia– da a conocer cuál será la tonalidad que predomine en los conceptos de moda, belleza, diseño y estilo de vida a lo largo de los próximos 365 días. El color elegido para 2018 es ‘Ultra Violet’, un púrpura intenso y brillante.
“Desde la exploración de las nuevas tecnologías y la galaxia superior, hasta la expresión artística y la reflexión espiritual, ‘Ultra Violet’ ilumina el camino que está por venir”, señala Leatrice Eiseman, directora ejecutiva de esta compañía, a través de un comunicado. De acuerdo con el instituto, este tono comunica originalidad y un pensamiento visionario, cualidades sumamente valoradas en la moda.
Combinado con oro y otros tonos metálicos, el color del año adquiere un carácter lujoso, mientras que acompañado de verdes o grises proyecta una elegancia natural. Si se lleva en materiales como el terciopelo, imprime misterio y evoca modernidad en atuendos inspirados en el athleisure. Respecto a los accesorios, esta tonalidad evoca la intensidad de las gemas naturales y los matices de las flores.
‘Ultra Violet’ tendrá impacto, asimismo, en las tendencias de belleza. Los productos con acabado mate para labios y uñas gozarán de gran popularidad, así como el maquillaje para ojos con un efecto metálico. En el cabello, este tono representará un símbolo de creatividad.
El color protagonista para 2018 estará presente en las colecciones de primavera de firmas como Kenzo y Moschino. Además de mezclarse con tonos metálicos, verde y gris, el ‘Ultra Violet’ logra armonía con el rosa, matices de azul y colores encendidos como rojo y naranja.
“La elección realizada por Pantone significa mucho más de ‘lo que estará en tendencia’ en el mundo del diseño, es un verdadero reflejo de lo que se necesita hoy en nuestro mundo”, explica Laurie Pressman, vicepresidenta de este instituto. ‘Ultra Violet’ alude a conectar más con la espiritualidad, aporta esperanza y, además, es el color que identifica la lucha feminista.