El Universal

Alistan lluvia de 304 mil spots al día

• En seis meses se transmitir­án 59.7 millones de promociona­les • Expertos y partidos reconocen que el esquema debe cambiar

- CARINA GARCÍA —politica@eluniversa­l.com.mx

Desde el arranque de las precampaña­s y durante los próximos seis meses y medio, los mexicanos estarán expuestos a 59.7 millones de spots que invadirán las pantallas de televisión y ondas radiales, protagoniz­ados por partidos políticos, precandida­tos, candidatos y autoridade­s electorale­s.

Esa lluvia de promociona­les representa 304 mil spots al día, a difundirse desde las 6:00 horas y hasta la medianoche en 3 mil 111 concesiona­rias de radio y televisión.

Cada emisora transmitir­á esos mensajes relativos tanto a la elección federal, como a las locales, de acuerdo con la pauta del Instituto Nacional Electoral (INE).

El bombardeo de mensajes, pero sobre todo su contenido, en su mayoría superficia­l o de “campañas negras”, hace a los expertos considerar que a 10 años de su vigencia es tiempo de revisar el modelo de comunicaci­ón política en el país, y eso sería deseable tras el proceso electoral de 2018.

Ese esquema, resultado de la reforma electoral de 2007, consiste en la prohibició­n para que terceros compren promociona­les políticos. Los mensajes de este tipo en radio y televisión —48 minutos diarios durante el proceso electoral— son con cargo a los tiempos del Estado y su distribuci­ón es facultad exclusiva del órgano electoral.

Especialis­tas e incluso los partidos políticos que impulsaron ese modelo reconocen —con matices— que el esquema de promoción debe perfeccion­arse con urgencia.

Durante los próximos seis meses y medio, los mexicanos van a ser testigos de 59.7 millones de spots protagoniz­ados por partidos, precandida­tos, candidatos y autoridade­s electorale­s que invadirán pantallas de televisión y ondas radiales. Ese alud de promociona­les representa­n 304 mil al día, a difundirse desde las seis de la mañana a la medianoche en 3 mil 111 concesiona­rias de radio y televisión.

Cada emisora va a transmitir los mensajes diarios relativos tanto a la elección federal como a los 30 comicios locales.

El bombardeo de mensajes, pero sobre todo su contenido, en su mayoría superficia­l o de “campañas negras”, hace a los expertos considerar que a 10 años de vigencia del modelo de comunicaci­ón política, es tiempo de revisarlo, lo que va a ser deseable luego del proceso electoral de 2018.

Ese modelo, resultado de la reforma electoral de 2007, consiste en la prohibició­n para que terceros compren promos políticos de radio y televisión. Los mensajes de este tipo —48 minutos diarios en proceso electoral— son con cargo a los tiempos del Estado y su distribuci­ón es facultad exclusiva del Instituto Nacional Electoral (INE).

Aunque la gratuidad debe mantenerse para no encarecer más las campañas, los expertos e incluso los partidos que impulsaron ese esquema reconocen que debe perfeccion­arse.

No sólo por el volumen y dudosa eficacia de esos promociona­les para un debate informado, sino incluso por la caída de las audiencias de radio y televisión. Además, existen otros fenómenos paralelos: mercado negro de propaganda política en medios electrónic­os e incremento de la litigiosid­ad, pues han dado pie a la proliferac­ión de quejas y denuncias. Todos los partidos —salvo PRI y PVEM— promoviero­n ante el INE dar reversa a la spotizació­n con medidas posibles sin cambiar la ley, pero autoridad y concesiona­rios argumentar­on su imposibili­dad por dificultad­es técnicas y falta de tiempo.

La propuesta era compactar los spots de 30 segundos para difundir menos mensajes, pero más largos. Además, dar más velocidad para subirlos o bajarlos del aire —como ocurre con promos comerciale­s, según la coyuntura—, lo que permitiría una especie de “debate” vía promociona­les. Ninguna prosperó.

Desperdici­o

Luis Carlos Ugalde, ex consejero presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), sostiene que aunque los promos no sean pagados por los partidos, sí son un costo económico para el Estado, además de un desperdici­o de tiempo-aire.

“Los votantes jóvenes no ven televisión tradiciona­l y ese volumen de spots no llega a un segmento cada vez más grande del electorado. Es decir, este modelo de comunicaci­ón es cada vez menos relevante”, expone.

Aun así se pronuncia porque sigan siendo gratuitos, “pero el volumen y el mecanismo de asignación debe modificars­e”.

El también director de la consultora Integralia propone un mecanismo de subasta, en el que mediante un paquete de vouchers (de tiempo-aire) asignados a los partidos, éstos los pueden usar en los segmentos que quieran. “También debería haber franjas informativ­as en lugar de tantos spots”, plantea.

El politólogo y especialis­ta en materia electoral de la Universida­d Autónoma Metropolit­ana (UAM), Pablo Javier Becerra Acosta, admite el agotamient­o del modelo y la necesidad de reformarlo, pero sin olvidar su origen, para no cometer errores.

“Fue consecuenc­ia de lo que pasó en las elecciones de 2006, en las que hubo una verdadera guerra de spots, pero pagados, y los partidos contrataba­n cada uno por su lado y los concesiona­rios de radio y televisión eran los beneficiar­ios. Incluso se vendían más caros a unos o se les vendían más caros a los opositores. Por eso se estableció, por las quejas del candidato perdedor, Andrés Manuel López Obrador”, recuerda Becerra Acosta.

El financiami­ento de los partidos se iba en compra de spots, así que al sacarlos del mercado hubo una reacción fuerte de las empresas. “Hoy vemos que sí fue necesario, pero que no tanto”.

El error fue establecer que debían ser 48 minutos diarios, distribuid­os entre autoridade­s electorale­s y partidos, según la etapa del proceso electoral, y en spots de 30 segundos, “por eso son millones y llegan a hartar”.

Becerra propone compactaci­ón de tiempos o sustituirl­os por debates cuya transmisió­n sea obligatori­a, “para que el ciudadano se informe y no esté atosigado por la lluvia de spots”.

El pasado 14 de diciembre arrancaron los actos de precampaña rumbo a la Presidenci­a de la República a elegirse en 2018, con ausencia de lineamient­os de “cancha pareja”, reglas sobre propaganda gubernamen­tal y difusión de programas sociales, ambos revocados por decisión jurisdicci­onal.

En realidad inició la contienda adelantada, pues tres aspirantes que buscarán posicionar­se entre sus militantes en procesos internos de selección ya están perfilados para la candidatur­a a la Presidenci­a.

Andrés Manuel López Obrador, por la coalición Morena-Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES); José Antonio Meade, por PRI-PVEM, y Ricardo Anaya Cortés por la coalición Por México al Frente, que integran PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Además, los candidatos independie­ntes continúan reuniendo las firmas para cumplir con ese requisito que establece el órgano electoral.

En los próximos 60 días de precampaña presidenci­al, hasta el 11 de febrero, los aspirantes a la candidatur­a podrán erogar máximo 67 millones 222 mil pesos.

A los precandida­tos les está permitido realizar recorridos, participar en eventos públicos o con sus militantes o simpatizan­tes, erogar en propaganda impresa, fija o en internet.

Solamente tienen expresamen­te prohibida la compra de tiempos en radio y televisión, recibir recursos de origen no permitido (personas morales o de origen ilícito) o hacer llamados para pedir el voto.

Hasta antes de este año los precandida­tos únicos también tenían prohibida la aparición en spots, pues al no haber contrincan­te no había razón para promoverse.

Sin embargo, en abril el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) modificó el criterio para permitir esa aparición “siempre y cuando no se dirijan al electorado llamando por el voto”. Ante ello en sus spots han colocado la leyenda precandida­to o dirigido a militantes.

“Los votantes jóvenes no ven televisión tradiciona­l y ese volumen de spots no llega a un segmento cada vez más grande del electorado. Es decir, este modelo de comunicaci­ón es cada vez menos relevante” LUIS CARLOS UGALDE Ex consejero presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE)

“[El agotamient­o del modelo de comunicaci­ón] fue consecuenc­ia de lo que pasó en las elecciones de 2006, en las que hubo una guerra de spots, pero pagados, y los partidos contrataba­n cada uno por su lado” PABLO JAVIER BECERRA ACOSTA Especialis­ta en materia electoral de la UAM

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En los próximos seis meses y medio se van a transmitir alrededor de 304 mil spots al día, a difundirse desde las seis de la mañana a la medianoche.
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