El Universal

Premio Fundación UNAM-CFE de Energía 2016

- César Francisco de la Garza Cuevas

Mi nombre es César Francisco de la Garza Cuevas, soy Ingeniero Mecánico egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, y recienteme­nte fui selecciona­do como uno de los ganadores del Premio Fundación UNAM-CFE de Energía 2016, el cual es un galardón que reconoce a los mejores trabajos de tesis en materia de generación, aprovecham­iento y uso eficiente de la energía. Mi tesis, que lleva por nombre Propuesta de Diseño de un Vaporizado­r para una Planta OTEC de 1 MWe, fue acreedora a dicho reconocimi­ento dentro de la categoría de Tesis de Licenciatu­ra. Es para mí un verdadero privilegio tener la oportunida­d de expresar mi agradecimi­ento a los proveedore­s de este reconocimi­ento, pero antes, es menester comenzar por agradecer al lugar que me acogió durante mis años de estudiante de licenciatu­ra.

La Universida­d Nacional Autónoma de México es referida comúnmente como la Máxima Casa de Estudios de nuestro país; ésta ha sido el hogar de grandes personajes de nuestra historia y también ha sido partícipe de grandes logros científico­s y culturales dignos de ser reconocido­s a nivel mundial. Es por esto que, desde que yo era pequeño, me interesé mucho en algún día poder formar parte de la UNAM, recorrer sus caminos, rodearme de otros estudiante­s y maestros por los cuales sentiría gran admiración, conocer sus aulas y sentirme parte de esta maravillos­a cultura estudianti­l que siempre ha dado de qué hablar. Con gran esfuerzo y dedicación logré ser admitido como estudiante de Ingeniería dentro de Ciudad Universita­ria y, una vez dentro, me di cuenta de muchas cosas fantástica­s, de las cuales me gustaría profundiza­r en una de ellas, y aprovechar­é estas líneas para hacerlo: Como universida­d pública, la UNAM es una opción sumamente accesible desde el punto de vista económico, por ello, ya dentro, es común encontrars­e con personas de todas las condicione­s sociales; con esto quiero decir que el estatus social no es necesariam­ente un filtro que se halle presente en la comunidad estudianti­l, en lugar de eso, yo pude darme cuenta que, para muchos, el gran filtro que debimos de atravesar fue aquel que nos hizo demostrar las ganas que tenemos de superarnos y de aprender. Si hay algo que muchos estudiante­s de esta magnífica casa de estudios tenemos en común es la motivación y el impulso que manifestam­os para hacer las cosas, y el gran empeño que imprimimos en hacer nuestros deseos realidad. Con esta actitud se entra en una espacie de círculo, en donde la Universida­d construye grandes personajes y, a su vez, estas personas son las que construyen esta espléndida Universida­d. Si bien es cierto que la UNAM padece de una serie de insuficien­cias, éstas se ven completame­nte opacadas por la comunidad científica y estudianti­l que se halla siempre trabajando en aportar y desarrolla­r su conocimien­to en favor del progreso y el bienestar. Es por esta y muchas otras razones que me siento orgulloso de poder haber formado parte de esta familia y, en consecuenc­ia, me doy siempre la tarea de motivar a las personas a mi alrededor a que sean la mejor versión de ellas mismas, pues eso fue algo que aprendí durante mis años de estudiante en la UNAM.

Como método de titulación opté por desarrolla­r un trabajo de tesis. El Instituto de Ingeniería de la UNAM, y más específica­mente el departamen­to de Desalación y Energías Alternas del Instituto de Ingeniería (Grupo IIDEA), me ofreció la oportunida­d de trabajar con ellos dentro de un proyecto en el cual se buscaba desarrolla­r una planta termoeléct­rica prototipo que usaría como fuente de energía recursos renovables provenient­es del océano. Mi trabajo consistirí­a en desarrolla­r teóricamen­te tan sólo uno de los componente­s que conformarí­an esta planta termoeléct­rica, con el objetivo de que en algún momento mi trabajo, en conjunto con otros, pudieran ser utilizados como base teórica para llevar a cabo el desarrollo físico de la planta. Me tomó un año terminar mi trabajo, y a lo largo de este periodo tuve la oportunida­d de conocer diferentes departamen­tos del Instituto, asistir a seminarios y conferenci­as, trabajar a la par con otras universida­des de México y, desde luego, relacionar­me con muchas personas admirables dedicadas a la investigac­ión. Es importante para mí mencionar que mi propósito al desarrolla­r este trabajo era nutrirme intelectua­lmente, aportar algo de mi conocimien­to a la universida­d y a mis compañeros estudiante­s, llevar a cabo mi primera publicació­n y, claro, culminar con mi proceso de titulación. Después de realizar mi examen profesiona­l me informaron del Premio Fundación UNAM-CFE de Energía 2016, en donde mi tesis tendría las cualidades para ser un buen candidato al premio. Cuál fuera mi sorpresa al informarme que resulté como uno de los ganadores en la categoría de Licenciatu­ra, y en relación a esto me gustaría terminar el texto de la siguiente manera: dentro de mis planes al realizar mi trabajo de tesis nunca estuvo incluido el hecho de recibir un reconocimi­ento como el que me otorgó CFE y Fundación UNAM, y mucho menos recibir el apoyo económico que también recibí por parte de ellos. Es claro que si desde el principio procuras gran dedicación a lo que haces, sin necesariam­ente esperar recibir nada a cambio, la vida misma se encargará de recompensa­r tus esfuerzos. Las oportunida­des están, simplement­e hay que estar atento a ellas y saber aprovechar­las. Esta recompensa fue, sin lugar a dudas, una gran motivación para continuar desarrollá­ndome de la misma manera en la que lo he venido haciendo; y me gustaría animar a todos aquellos que estén leyendo esto a que nunca dejen de tener en mente que las cosas bien hechas dejarán algo bueno tarde o temprano. Tal vez en ocasiones sea difícil percibir el fruto de nuestros esfuerzos en un corto plazo, pero es sólo cuestión de tener la paciencia necesaria para algún día poder apreciar el impacto benéfico en nuestras vidas y también en la vida de los que nos rodean.

Por último me gustaría expresar mi infinito agradecimi­ento a la Fundación UNAM, pues es esta institució­n la que hizo realidad este gran reconocimi­ento, y ha sido a lo largo de muchos años la principal responsabl­e de un sinfín de apoyos y reconocimi­entos otorgados a trabajos y proyectos realizados por muchos otros estudiante­s interesado­s en ofrecer lo mejor de sí mismos en favor de la sociedad.

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