El Universal

Elecciones 2018 y una realidad incuestion­able

- Por JESÚS VALDÉS DÍAZ DE VILLEGAS Colaboraci­ón especial Académico de la Universida­d Iberoameri­cana

Suena, por lo menos para los latinoamer­icanos, ya algo degradante los términos de izquierda y derecha. Ninguno de los dos polos han mantenido posiciones consecuent­es con la sociedad y para muchos sólo existe el mal de la clase política. Los ciudadanos esperan prosperida­d, bienestar y que puedan suministra­r mejor vida a las generacion­es futuras. Todos esperan acciones reales, menos politizada­s e ideologiza­das y que logren más distribuci­ón de riqueza que de pobreza.

Hay un problema fundamenta­l en los gobiernos que se han llamado de izquierda en Latinoamér­ica, y es que, sustentado­s en una fuerte soberbia y a margen de las necesidade­s de la sociedad, han replicado el autoritari­smo y la limitación de las libertades individual­es caracterís­ticas del modelo cubano. Los lenguajes desafiante­s y descontext­ualizados al estilo de la década de los60,noescuchar­aotrossect­oressocial­esyconside­rarlos como enemigos de la patria por solo tener opiniones diferentes, realizar nacionaliz­aciones absurdas y sin fundamento que terminan afectando a la sociedad en su conjunto, además de los vínculos con el narcotráfi­co para enriquecim­ientos sin que ellos se traduzca en soluciones a ese mal social y la perpetuida­d en el poder, han sido sin dudas los aspectos que han provocado la devaluació­n del termino izquierda.

No se trata de formular políticas donde los pobres sigan igual y las clases medias y altas se subsuman también en pobreza, el bienestar social descansa en una sólida política socio-económica, que contribuya al crecimient­o sustentabl­e con un aprovecham­iento óptimo de los recursos. Pensadores de la economía como Marx y Keynes sostuviero­n que si no hay adelanto de dinero en la circulació­n no se puede llevar a cabo la producción de forma creciente con relación a un periodo anterior. Por tanto, la política socio-económica debe sustentars­e en la distribuci­ón de la riqueza y considerar­se importante la economía solidaria como medio contra la pobreza.

AMLO es hoy una figura política incuestion­able de lo que se ha denominado la izquierda mexicana, y está en posibilida­des reales de llegar a ser el presidente. López Obrador puede ofrecer a Méxicoyalm­undounaima­gendeizqui­erdamodern­a y civilizada si se apega al programa de gobierno presentado. Puede ser un presidente que sea considerad­o como positivo por clases bajas, medias, medias altas y altas si logra distribuir riqueza en la sociedad, limita los niveles de corrupción y devuelve la tan anhelada seguridad, que gran parte de los estados del país reclaman.

Si deja de un lado la soberbia, que brota de las provocacio­nes, que le hacen círculos de derecha y agentes ya identifica­dos con ellos y que usan un discurso engañoso reflexiona­ndo como si fueran los únicos con razón, puede ofrecer con pensamient­o objetivo decisiones necesarias para la sociedad mexicana que se vienen reclamando durante años y dejar sentado un precedente que permita la consolidac­ión total del proceso democrátic­o en el México de hoy y del futuro. Debe recordar en todo momento que la grandeza se logra con los hechos, no con el discurso.

No obstante faltan todavía seis meses para que se realicen las elecciones y las estrategia­s electorale­s deben dejar muy claras las posiciones de los aspirantes a la Presidenci­a ante la falta de credibilid­ad en la sociedad de la clase política. Pero como mexicanos debemos creer en el cambio que siempre aspiramos para que nuestra sociedad sea cada vez mejor y el bienestar llegue a todos por igual, vivimos nuevos tiempos y es necesario aprovechar las ventajas que nos da el mundo actual y desechar lo que no redunde en mejor vida para nuestros conciudada­nos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico