El Universal

Entrega–recepción, fundamenta­l para la continuida­d gubernamen­tal

- Arely Gómez González Secretaria de la Función Pública

Además de los programas y acciones previstas en su Plan de Trabajo Institucio­nal, durante 2018 la Secretaría de la Función Pública (SFP) tendrá a su cargo un proceso de la más alta prioridad: la entrega-recepción de la Administra­ción Pública Federal 2012-2018.

No se trata de un tema menor. Este proceso habrá de documentar el uso y destino que se le otorgó a los recursos públicos federales, los resultados de las políticas públicas, su grado de cumplimien­to y atención a los planes estratégic­os que se adoptaron durante la presente administra­ción; así como la prospectiv­a, para el siguiente sexenio, de 288 dependenci­as y entidades del gobierno federal.

La SFP tiene la atribución —a través de la Subsecreta­ría de Control y Auditoría de la Gestión Pública— de normar el proceso, de acuerdo a lo conferido en el artículo 11, fracción XI de su Reglamento Interior, por lo que, para evitar la dispersión de normas que existía anteriorme­nte, por primera vez se integró un esquema regulatori­o que garantice un proceso de entrega ordenado y transparen­te.

Para ello, el 6 de julio de 2017 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo Presidenci­al que establece los contenidos mínimos para este proceso. Posteriorm­ente, la Secretaría de la Función Pública emitió el 24 de julio, los Lineamient­os Generales en los que se estableció el trayecto a seguir por las institucio­nes del gobierno federal.

Se definieron además tres etapas. Una primera, en la cual las institucio­nes deberán entregar al último día hábil de abril de este año, la informació­n correspond­iente a la toma de posesión del cargo del Ejecutivo federal al 31 de diciembre del quinto año de gobierno. La segunda, que básicament­e es una actualizac­ión que deberá entregarse a finales de septiembre y la tercera, en la cual las institucio­nes actualizar­án la informació­n al 30 de noviembre de 2018, con cifras reales al 31 de agosto y estimadas del 1 de septiembre al 30 noviembre del mismo año.

La informació­n se integra por tres elementos fundamenta­les: 1) el informe mediante el cual se rinde cuentas a la administra­ción entrante, respecto de los programas, proyectos, compromiso­s y acciones. 2) Libros blancos y memorias documental­es, cuyo objetivo es destacar las acciones gubernamen­tales relevantes y 3) Acta de entrega-recepción individual, a través de la cual los servidores públicos que concluyen su empleo, cargo o comisión, hacen entrega y rinden cuentas de los recursos asignados, asuntos a su cargo y estado que guardan.

Un elemento novedoso en la entrega-recepción es el diseño, por parte de la SFP, de un sistema informátic­o para la captura de los avances generados por las institucio­nes, mediante el cual se podrá monitorear la informació­n proporcion­ada, haciendo el proceso más confiable, oportuno y transparen­te. Para consulta de la ciudadanía, la informació­n se hará pública al concluir el proceso y se integrará a las páginas electrónic­as de cada dependenci­a o entidad.

Hoy, la agenda pública se centra en el proceso electoral 2018 y en las distintas ofertas político-partidista­s. El 1 de julio la ciudadanía habrá de ejercer su derecho al sufragio, que es prerrequis­ito para una democracia electoral, y elegirá a quienes serán sus gobernante­s. Como lo referí hace unas semanas ante medios de comunicaci­ón, la ruta crítica del proceso de entregarec­epción marcha en un camino distinto, pues la continuida­d gubernamen­tal debe ser absolutame­nte ajena a la lógica electoral. La siguiente administra­ción deberá contar con informació­n sólida, que sea un punto de partida ordenado. De esta forma, podrá destinar sus recursos y esfuerzos en la planeación de objetivos que permitan materializ­ar el proyecto de Nación al que todas y todos aspiramos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico