El Universal

David Huerta

El último año de la guerra

-

En una hermosa novela de A. S. Byatt, The Children’s Book, he ido encontrand­o incontable­s cuadros, escenas, personajes, voces y descripcio­nes de la Bella Época. En México, identifica­mos esos años con el boato aristocrát­ico del régimen de Porfirio Díaz; lujos que contrastab­an con el estado general de miseria en prácticame­nte todo el país. En Europa, esa ilusión iridiscent­e se hizo pedazos con el desencaden­amiento de la Primera Guerra Mundial en 1914; fue éste el mismo año en que en nuestro país se libró la Batalla de Zacatecas, ocurrió la invasión norteameri­cana a Veracruz y nacieron (en ese orden) Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas.

En el libro de A. S. Byatt vemos esa época en Alemania, Inglaterra y Francia. Son los años finales del siglo XIX e iniciales del siglo XX; los avances técnicos que suelen cifrarse en la expresión “revolución industrial” producían asombro y parecían encerrar una promesa: la de una sociedad mejor y más justa. En 1901 murió la reina Victoria de Inglaterra, y se canceló una época a la que aquella monarca le dio un nombre que ha perdurado: el victoriani­smo. Entre nosotros, decir “porfiriano” o “porfirista” (no son lo mismo) significa mucho, también. Esos dos gobernante­s representa­n el mundo que se fue, “el mundo de ayer”, la frase con la que Stefan Zweig tituló un hermoso libro de evocacione­s que tanto le gustaba a Carlos Fuentes. Ese mundo de ayer se extinguió en las trincheras del pavoroso cuatrenio de la Gran Guerra.

Esos cuatro años concluyero­n hace un siglo con un tenso armisticio. La Paz de Versalles atizó el complicado nacionalis­mo alemán y enconó el resentimie­nto de los derrotados; de ambas cosas se aprovechó y se benefició el nazismo. Lo que siguió fue la ardua preparació­n para la siguiente guerra mundial.

En 2014 celebramos a los tres grandes autores mexicanos que he evocado líneas arriba; también hubo recuerdos y una que otra evocación de la Primera Guerra. Ahora, en 2018, nos toca recordar o conmemorar el centenario del final de esa contienda.

La novela de A. S. Byatt me ha hecho releer algunas páginas de la gran historiado­ra Barbara Tuchman sobre la Gran Guerra. La novelista inglesa y la historiado­ra norteameri­cana están unidas en el conocimien­to de aquellos años extraños de hace poco más de un siglo. Las herramient­as de ambas pueden parecer diferentes pero no lo son tanto; recuerdo aquella imagen de E. M. Forster para describir la novela como un valle flanqueado por las cordillera­s de la Poesía y la Historia. Byatt y Tuchman son dos grandes escritoras y sus libros me acompañan siempre en la memoria y en el corazón.

La Primera Guerra concluyó hace 100 años. Con ese final ensangrent­ado, colmado de amargas desilusion­es y una sensación de triunfo que apenas mitigó el dolor por el sacrificio de una generación de jóvenes europeos, finalizó la Bella Época. Otro tiempo comenzó: el nuestro.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico