El Universal

Buenos y baratos… de agave

- Vinícola en Tinta Por CARLOS BORBOA @Carlos_Borboa carlos.borboa.s@gmail.com —Carlos Borboa es periodista gastronómi­co, sommelier certificad­o y juez internacio­nal de vinos y destilados.

¿ Yen mezcales...? Es la pregunta que recibí después de enlistarle mi selección de vinos buenos, bonitos y baratos para la cuesta de enero. La respuesta, mi querido lector, es mucho más compleja.

Hace algunas semanas leí un post de una amiga mezcalera, quien lanzaba una crítica muy bien fundamenta­da sobre el alto precio en el que actualment­e se ofertan muchos mezcales. Es cierto, hay ejemplares que valen su peso en oro y que bien merecen romper el cochinito, algunas veces hasta vender el alma a una institució­n bancaria para disfrutar de sus aromas y sabores. Sí, también es cierto que hay muchísimos más en los que el precio se justifica solo a través de imágenes coloridas, garigolead­as botellas de corte europeo e historias fabricadas en torno a su origen, manufactur­a, estilo.

Para responder a la pregunta planteada apuntaré a seis mezcales artesanale­s que ofrecen una muy buena relación precio-calidad por menos de 500 pesos. Ojo, aquí no encontrará “espejitos”, sino destilados accesibles con gran expresión aromática y gustativa. Buenos y baratos… de agave.

Empezaré citando a Mezcal Entrecampo­s, un espadín joven producido en Santiago Matatlán, Oaxaca. Cocción en horno cónico de tierra, molienda en tahona, fermentaci­ón natural en tinas de madera y doble destilació­n en alambique de cobre dan como resultado un mezcal artesanal con carácter ahumado, textura suave y profundos matices de fruta y agave cocido. El precio es una chulada: 410 pesitos.

Otro ejemplar que merece mención es Santa Pedrera. Destilado en San Agustín Amatengo, Oaxaca, este espadín joven con 46° de volumen alcohólico ofrece aromas de humo, tierra y agave cocido; en boca es potente, explosivo y amable, con amargor bien delicado y alcohol en perfecto balance. Precio: mas o menos, 430 pesos.

De Tamaulipas, fascinante y poco divulgada tierra mezcalera, hay que apuntar a Mezcal El Tinieblo. Creación de Baltazar Cruz, uno de los grandes maestros mezcaleros de Oaxaca, El Tinieblo joven se destila a partir de tres agaves: Salmiana (cimarrón o verde), Americana (sierrudo o arroqueño) y Angustifol­ia (espadín). El resultado es un espirituos­o con fascinante­s notas de carbón de pino, piedras húmedas y hierbas aromáticas, con gran potencia y ligero picor en boca. ¿Su precio? Cerca de 450 pesos en tiendas de la CDMX.

Vayamos ahora a un clásico: Montelobos Joven. Ícono de Santiago Matatlán, se trata de un espadín orgánico de elaboració­n artesanal repleto de matices cítricos, hierba verde, humo, cacao tostado, chile, caramelo… Cada botella ronda los 490 pesitos; ahora que, si quiere y puede, también está el Tobalá Puebla de Montelobos, elaborado con agaves 100 por ciento de cultivo.

Concluiré citando a Mezcal Creyente. Este particular ejemplar resulta de la unión de agaves espadín procedente­s de Tlacolula y Yautepec, algo así como un ensamble de terruños. En nariz predominan las frutas, hierbas verdes y carbón de mezquite; en boca reúne matices de agave cocido, humo y un toque amargo bien placentero.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico