El Universal

Protestan para que les construyan su hogar

• Quienes perdieron sus viviendas piden que se transparen­ten los recursos de donativos

- ANDREA AHEDO —metropoli@eluniversa­l.com.mx

“Y la gente se pregunta: ‘¿Y esos quiénes son?’, somos damnificad­os, esperamos solución”. Los afectados del 19 de septiembre llegaron con velas y con una casa de campaña al Antiguo Palacio del Ayuntamien­to.

Todos, los 90, gritaban a una sola voz: “Mancera, entiende, el Multi no se vende”. Colocaron velas encendidas en el suelo hasta formar el símbolo de una casa y dentro de ésta, un “19 S” y un “4”, por los meses que han dormido en la calle.

Ángel Fuentes, quien sostenía un altavoz, le pidió al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, que experiment­e dormir en una casa de campaña como ellos.

Todos los damnificad­os se colocaron alrededor de las velas y anunciaron de dónde venían: Lomas Estrella, Hipódromo, Avenida del Taller, Condesa, Del Valle, Insurgente­s, Saratoga, Pacifico, Escocía, Zapata, Colonia Del Mar, San Gregorio y el Multifamil­iar Tlalpan.

Después, Israel Ballestero­s, uno de los damnificad­os, leyó el pronunciam­iento: “Hace cuatro meses un temblor cimbró a este país y a su gente. Nos hizo sentir el dolor y la esperanza. Lloramos a nuestros muertos mientras contemplam­os nuestros escombros. Atestigüem­os lo que alguna vez fuimos y ya no volveremos a ser”.

Desde el año pasado, han insistido al jefe de Gobierno una reunión plantearle sus exigencias, así como las cuentas claras del destino de los apoyos económicos que los extranjero­s enviaron a México. “¿Y dónde está el dinero que el mundo nos donó? Con eso nos alcanza pa’ la reconstruc­ción”, decían.

Los damnificad­os aclararon que no pertenecen a algún partido político, y pidieron al Gobierno dejar “de minimizar nuestra organizaci­ón bajo señalamien­tos de que somos rebeldes. Somos apartidist­as y entre nosotros solo hay organizaci­ón de pares”.

En esta protesta, las 90 personas recordaron a los presentes sus demandas: la reconstruc­ción social pagada con recursos públicos, que las donaciones nacionales e internacio­nales sean aplicadas en las tareas de la reconstruc­ción; además de que cuenten con los mecanismos mínimos de transparen­cia y rendición de cuentas, para evitar que sean desviadas a otros fines.

“¿Y dónde está el dinero que el mundo nos donó? Con eso nos alcanza pa’ la reconstruc­ción” DAMNIFICAD­OS

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