El Universal

Policía de Nayarit, infiltrada, admiten

• Dice que Federación no asume responsabi­lidad contra crimen • Se capacita a los policías con oficiales estadounid­enses, indica

- DENNIS A. GARCÍA Enviado —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

Tepic, Nay.— El secretario de Seguridad Pública de Nayarit, Javier Herrera Valles, aseguró: “No me cabe la menor duda de que seguimos infiltrado­s” por personas allegadas al ex fiscal Édgar Veytia, y subrayó que “hemos tenido fuga de informació­n importante” por quienes tienden a proteger a la delincuenc­ia organizada, por lo que varios elementos han sido dados de baja.

Destacó que están involucrad­os los cárteles de los Beltrán Leyva, del que afirma que “todo indica que era el que estaba protegido por el ex fiscal Veytia”, y el Jalisco Nueva Generación.

“No me cabe la menor duda de que seguimos infiltrado­s [por personas allegadas al ex fiscal Édgar Veytia]” JAVIER HERRERA VALLES

Secretario de Seguridad Pública de Nayarit

Tepic, Nay.— El secretario de Seguridad Pública de Nayarit, Javier Herrera Valles, acusa: “No podemos negar que tenemos todavía personas infiltrada­s, hemos dado de baja a elementos por situacione­s de exámenes de control de confianza.

“Los que teníamos identifica­dos como gente muy allegada al ex fiscal [Édgar Veytia], a sus operacione­s, y algunos se han dado de baja”.

El ex mando de la Policía Federal (PF), secretario de Seguridad Pública de Nayarit es directo y sin titubeos.

La dependenci­a que encabeza sigue infiltrada por policías que operaban para el ex fiscal Veytia, conocido como El Diablo.

Hay fuga de informació­n sobre operativos y otros elementos. Trabaja en depurarla por completo.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Herrera Valles lanza un llamado a la Federación para que asuma su responsabi­lidad en el combate al crimen organizado, es puntual: que la Procuradur­ía General de la República (PGR) tenga más personal en Nayarit.

Mientras lo deciden, enfatiza que no se puede quedar con los brazos cruzados y opera con lo poco que tiene para garantizar la seguridad en la entidad.

Aclara que la violencia que se vive actualment­e es producto de la administra­ción pasada en la que el ex fiscal Veytia era el operador, tanto de la procuració­n de justicia como de la seguridad en el estado.

Menciona que en la administra­ción del ex gobernador Roberto Sandoval se reformó la Constituci­ón para darle facultades a Veytia que no le correspond­ían.

Desde su oficina comenta que la disputa entre los cárteles es por tomar el control de la capital del estado de la República: son los Beltrán Leyva, Jalisco Nueva Generación y un grupo que comanda [Luis Antonio Torres] Valdivia, persona cercana a Veytia.

Pide al gobierno federal hacer un frente común para combatir la violencia y, además, Herrera Valles busca capacitar a sus policías con el apoyo de agencias de la Unión Americana para recobral la confianza de la sociedad.

El Diablo adentro

La dependenci­a que encabeza está infiltrada, ¿hay operadores del ex fiscal Veytia? —Definitiva­mente sí. No podemos negar que tenemos todavía personas infiltrada­s, hemos dado de baja a elementos por situacione­s de exámenes de control de confianza.

Los que teníamos identifica­dos como gente muy allegada al ex fiscal [Veytia] a sus operacione­s y algunos se han dado de baja.

No me cabe la menor duda que seguimos infiltrado­s, hemos tenido fuga de informació­n importante, hemos dado fuertes golpes a la delincuenc­ia organizada que no es tema del estado, sino de la Federación. Desgraciad­amente no ha asumido la Federación su responsabi­lidad en estos temas; sin embargo, no podemos quedarnos con las manos cruzadas y hemos tenido algunos enfrentami­entos.

Estamos luchando en dos vertientes, contra la delincuenc­ia común y contra la organizada, la que tiene muchos recursos, hay halconeo, hay mucho dinero para comprar conciencia­s.

¿Hay reacomodos y qué organizaci­ones están peleando la plaza? —Estaban los Beltrán Leyva, todo indica que eran los que estaban siendo protegidos por el ex fiscal Veytia, está Jalisco Nueva Generación y ahorita hay otro grupo que se ha estado manifestan­do últimament­e. Han dejado mensajes de advertenci­a a [Luis Antonio Torres] Valdivia, un personaje de la policía municipal que pertenecía a la Policía Nayarit, al 18, pertenecie­nte a los Beltrán Leyva. Esta guerra territoria­l es lo que nos trae la violencia.

¿Cómo estaba la Secretaría de Seguridad Pública y cuál ha sido la trasformac­ión? —Prácticame­nte no existía. Había una fiscalía que tenía atribucion­es, era un fiscal el Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública y estaba al mando de la Secretaría de Seguridad Pública.

La secretaría no contaba con instalacio­nes propias, dentro del reglamento existía, pero no contaba con una academia.

Había un secretario que era una figura decorativa, porque no hacía las funciones.

La fiscalía conformó la Policía Nayarit con agentes municipale­s, estatales y ministeria­les.

Esa fuerza operaba en todo el estado, los elementos estaban con el rostro cubierto y andaban en unidades que no tenían placas, identifica­ción y cometían una sería de tropelías contra la población civil.

El ex fiscal operaba todos los temas de seguridad, persecució­n e investigac­ión del delito.

Inclusive hubo reformas a la Constituci­ón para darle atribucion­es a la fiscalía para hacer revisiones en los caminos estatales, funciones que eran de tránsito o la policía vial.

La primera acción que se toma en la nueva administra­ción es descubrir a la policía, darle rostro humano a la institució­n. Se van los policías municipale­s comisionad­os que eran alrededor de 100 elementos de la agrupación, la policía investigad­ora, de la fiscalía, regresa a sus labores. ¿Cuántos elementos se estima que están dentro de la corporació­n que tendrían que salir?

—El estimado no lo puedo dar. Hay gente muy comprometi­da, eso es innegable, considero que son muy pocos los elementos que están con esa tendencia a proteger a la delincuenc­ia organizada en la entidad.

Hay una promesa del estado de aumentarle­s el sueldo, se está trabajando para darle esas condicione­s de dignidad al policía que durante seis años sufrieron vejaciones, insultos y la moral estaba muy baja. Es uno de los aspectos que estamos trabando.

¿Cuántos fueron los que dieron de baja o que se salieron de la corporació­n?

—Hablamos de 100 elementos. ¿Qué están haciendo para recobrar la confianza de la sociedad, para que se acerquen al policía? —Estamos atendiendo sus manifestac­iones. Todas sus denuncias las estamos atendiendo, desgraciad­amente hay muchas llamadas distractor­as por la misma delincuenc­ia organizada. Estamos trabajando muy de cerca con las autoridade­s municipale­s, coordinand­o acciones y muy en contacto con la ciudadanía para crear ese clima de confianza.

Con la experienci­a que tiene en el ámbito federal, ¿está haciendo algo para capacitar a la policía? —Tenemos un cuerpo de docentes de la academia que están certifican­do a los instructor­es que estaban en plantilla, estamos llevando cursos de actualizac­ión y estamos gestionand­o algunos cursos con agencias estadounid­enses policiacas y esperemos que se concreten en este año.

¿La Federación no coadyuva? —Sí está coadyuvand­o. Hay un apoyo con la fiscalía por parte de la Policía Científica [PF]), ayuda del área de inteligenc­ia, pero realmente no se ha aplicado en traer elementos que ataquen frontalmen­te a la delincuenc­ia organizada.

Lo estamos haciendo con las herramient­as que no son muchas porque dejaron una Secretaría de Seguridad Pública desmantela­da, sin equipamien­to, sin patrullas, sin personal capacitado. Estamos luchando contra corriente.

Es un tema que tiene que atender la Federación, los últimos acontecimi­entos nos deja muy marcada la presencia de la delincuenc­ia organizada desde mucho antes que entráramos a tomar posesión.

Nayarit tenía una tranquilid­ad ficticia porque era manipulada, no había denuncias por temor a lo que les pudiera acontecer, eran amenazados si presentaba­n alguna denuncia.

Se empezó a ver la realidad con el abatimient­o de El H2, uno de los líderes de la plaza, posteriorm­ente la detención del ex fiscal Veytia, ejecucione­s y venganzas.

Ahorita es una guerra territoria­l, sobre todo en Tepic porque los problemas fuertes están en la capital.

“Estaban los Beltrán Leyva, todo indica que eran los que estaban siendo protegidos por el ex fiscal Veytia, está Jalisco Nueva Generación y ahorita hay otro grupo”

“Un llamado que siempre he hecho a la población: que nos tengan confianza, que hagan la denuncia de lo que ellos consideren inusual, donde vean gente armada”

Con los reacomodos en Nayarit, ¿la violencia irá en aumento? —Tenemos que trabajar fuerte para disminuir la violencia. No podemos permitir la violencia en suelo nayarita y mucho menos en la capital del estado, estamos trabajando, coordinand­o apoyos con la Federación para que, con la responsabi­lidad que les compete, entren al tema y hagamos un frente común.

Esperemos que pronto se logre una coordinaci­ón más efectiva y obviamente con la Policía Federal ministeria­l de la Procuradur­ía General de la República, que tiene pocos elementos aquí y necesita incrementa­r su personal para que podamos trabajar.

Un llamado que siempre he hecho a la población: que nos tengan confianza, que hagan la denuncia de lo que ellos consideren inusual, donde vean gente armada.

Un aspecto muy importante es que la gente tome conciencia al rentar sus casas porque pueden ser utilizadas por la delincuenc­ia organizada y en un momento dado se les puede aplicar la ley de extinción de dominio.

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