El Universal

El INE y los datos personales de los ciudadanos

- Por GABRIELA VARGAS G. Analista. @Biarritz3

Atodos incomoda cuando tenemos noticia de que nuestros datos personales se filtran o se usan de manera ilícita, ya sea por organismos privados o institucio­nes públicas, sin nuestro consentimi­ento. Y este es el punto nodal de nuestra molestia: la circulació­n, tratamient­o o difusión de nuestros datos personales sin nuestra autorizaci­ón.

Cuando se presume que ésto puede suceder con la base más grande de datos personales en México, bajo resguardo del Instituto Nacional Electoral (INE), la preocupaci­ón es mayor, y más aún, cuando existen casos documentad­os de falsificac­ión de credencial­es de elector, utilizadas para cometer cualquier tipo de ilícitos mediante la suplantaci­ón de identidad.

Ello es porque nuestra credencial de elector ha adquirido el carácter de documento de identifica­ción en los hechos, y porque así lo determino el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ante la ya añeja omisión del Estado, de proporcion­ar a todos los mexicanos y mexicanas, una cédula de identidad gratuita, que nos permita ser identifica­dos para todos efectos desde que nacemos.

Es así como el INE asumió la tarea, no sólo de generar una credencial para votar, sino de producir un documento de identidad con todos los mecanismos de seguridad que un instrument­o de esa naturaleza debe tener. Lo mismo es aplicable a cualquier consulta a la base que resguarda estos datos, misma que debe estar protegida con altos estándares de seguridad y protocolos, no sólo para los partidos políticos cuando realizan las observacio­nes que la ley les encomienda, sino también deben ser aplicables a todos los funcionari­os del INE que estén habilitado­s para ello.

Dada la generaliza­ción del uso de la credencial como documento de identidad, y el consecuent­e incentivo para los delincuent­es en falsificar­la, cometer ilícitos e incluso suplantar la identidad de las personas, el INE y los partidos políticos nacionales que integran la Comisión Nacional de Vigilancia del Registro Federal de Electores, elaboraron un procedimie­nto que redujera este riesgo al ciudadano conocido como: Servicio de Verificaci­ón de los datos de la credencial para votar, que servirá para garantizar el derecho de protección de datos de los ciudadanos, contenidos en el los Padrón Electoral, aprobado mediante el Acuerdo INE/CG92/2016.

Si bien los antecedent­es de este mecanismo se remontan a 2013, su implementa­ción y uso ha sido a partir de 2017. Tiene como objetivo proporcion­ar Servicios de Verificaci­ón de los datos de la Credencial para Votar a Organismos Públicos y Privados, manteniend­o la confidenci­alidad de los datos personales de los ciudadanos, utilizando mecanismos biométrico­s que permitan autenticar a la persona que presenta una credencial de elector, ya sea para realizar una solicitud de servicio, o una gestión de carácter económica o administra­tiva.

Con ello se pretende brindar un instrument­o seguro de consulta de los datos de nuestra credencial electoral, a las institucio­nes públicas y privadas que requieran validar que los datos de ésta, correspond­en fielmente a los registrado­s por el INE y, en consecuenc­ia, a su portador. Es importante señalar que la modalidad de la consulta sólo permite validar la informació­n, sin que se permita acceder a la base de datos bajo ningún supuesto. Por ello, el pasado 24 de enero, el Instituto Nacional de Transparen­cia y Acceso a la Informació­n (INAI) otorgó un reconocimi­ento al INE por la instrument­ación de dicho mecanismo, en el marco de la celebració­n del Día Internacio­nal de la Protección de Datos Personales.

Las dos millones 453 mil 394 consultas que hicieron más de 100 organismos públicos y privados sólo en 2017, dan cuenta de la utilidad del mecanismo, y el interés por generaliza­r su uso para inhibir los casos de robo de identidad por el uso de credencial­es apócrifas. Es, sin duda, muestra de un esfuerzo de trabajo institucio­nal en que el INE y partidos han dado muestra de colaboraci­ón conjunta para beneficio del ciudadano.

Nos correspond­e a todos, también, ser más responsabl­es en el uso de nuestros medios de identidad, y en no proporcion­ar nuestra informació­n personal salvo cuando las circunstan­cias lo ameriten. Ellos están expuestos constantem­ente y no sólo en coyunturas electorale­s. Los riesgos siempre estarán presentes, pero vale la pena que los mexicanos y mexicanas no sólo reciban la informació­n negativa que acapara las ocho columnas. También ameritan tener certeza de que las institucio­nes cumplen con sus funciones, y esto es muestra de ello, y si no… aún tenemos a la FEPADE y el Inai.

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