El Universal

Sismos Ayuda paralizada

Afectados de cinco estados reportan irregulari­dades en la entrega de apoyos; tarjetas sin fondos o familias que no fueron censadas son la constante

- Texto: CORRESPONS­ALES Foto: LUIS MANUEL LÓPEZ

Familias de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Morelos y Puebla, que perdieron sus viviendas total o parcialmen­te por los sismos de septiembre pasado, reportan irregulari­dades en la entrega de apoyos. En la gráfica Esther Molina, de Villa de las Flores, en Chiapas, platica que de su casa sólo quedó una barda y, aunque ya fueron censados, la ayuda aún no llega.

“El 12 de octubre, cuando me tocaba recibir el primer apoyo, el de Empleo Temporal, mi nombre no apareció en la base de datos, me dijeron que la calcomanía no era válida”

“Siete veces me he desvelado para formarme en la fila a las 4 de la mañana, para que al llegar a la caja, me digan que no hay dinero, que regrese otro día”

ADELINA MARTÍNEZ Damnificad­a de Oax.

“En Jojutla, Morelos, hay 300 familias que reportan anomalías en la entrega de tarjetas del Fonden. Entre las quejas: errores en informació­n de beneficiar­ios”

JESÚS SOTELO Edil de Jojutla

“Hasta el momento se han denunciado entre 15 y 17 casos de tarjetas con irregulari­dades en el municipio de Cintalapa, en Chiapas”

WILLY OCHOA Diputado de Chiapas

Han pasado más de 120 días desde los sismos de septiembre y Adelina Martínez aún no cuenta con los recursos para reconstrui­r su casa. Ella fue una de las mil primeras damnificad­as de Juchitán, Oaxaca, que fueron incluidas en el censo que realizó la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territoria­l y Urbano (Sedatu). Según esa dependenci­a, su vivienda fue catalogada como pérdida total, por lo que tiene derecho a recibir 120 mil pesos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), a través de tarjetas de Bansefi, pero hasta ahora nadie le da razón de los recursos.

El calvario de Adelina comenzó el 11 de septiembre, cuando un funcionari­o de Sedatu llegó a su casa a verificar los daños y pegó en la pared una calcomanía con el folio 00945 y con los logotipos de esa dependenci­a y del Fonden. El 12 de octubre, cuando le tocaba recibir el primer apoyo, el de Empleo Temporal, su nombre no apareció en la base de datos, le dijeron que su calcomanía no era válida.

El día de la entrega de las tarjetas, 31 de octubre, le volvieron a decir que no estaba en el sistema, que fuera al módulo de incidencia­s. Ahí le informaron que su nombre sí aparecía, pero que no habían llegado sus tarjetas y que una semana después se le entregaría­n los plásticos en la sucursal de Bansefi en Juchitán.

Para lograr ser atendidos temprano, Adelina y su hija Karime llegaron a formarse en la fila a las 4:00 de la mañana. Luego de seis horas de espera les otorgaron el número de cuenta de las dos tarjetas; la de débito que tiene que tener 30 mil pesos y la de vivienda por 90 mil en materiales, pero no les dieron el plástico. Así han pasado más de tres meses.

“Siete veces me he desvelado, siempre a formarme a la fila a las 4:00 de la mañana, para que al llegar a la caja la muchacha que atiende me diga que no hay dinero, que regrese otro día. No da fechas. Tenemos un número de teléfono, pero no contestan, sólo una grabación”.

Adelina, de 65 años, cuenta que necesita de los recursos federales porque ella no puede costear por su cuenta la rehabilita­ción de su vivienda. “Perdí todo, no tengo cómo levantarme otra vez, necesito ese apoyo, soy barrendera y gano 700 pesos a la semana, no tengo ahorros para reconstrui­r”, explica.

Así como Adelina, los casos de irregulari­dades en la entrega de los apoyos para la reconstruc­ción se cuentan por miles en los cinco estados más afectados por los sismos. Comunidade­s no censadas, tarjetas sin fondos o que no llegaron, familias que fueron excluidas de los apoyos, retención de apoyos y plásticos duplicados son sólo algunas de las principale­s incidencia­s.

De acuerdo con los datos oficiales de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territoria­l y Urbano (Sedatu), de las 171 mil 918 viviendas afectadas, 38% (65 mil 037) se ubican en Oaxaca, 27% (46 mil 773) en Chiapas, 16% (28 mil 345) en Puebla, 9% (15 mil 801) en Morelos y 2% (3 mil 928) en Guerrero. El resto están en la Ciudad de México y el Estado de México.

Oaxaca, miles de irregulari­dades

En Oaxaca, el único de los estados que fue golpeado por los dos sismos (7 y 19 de septiembre), del 22 al 24 de enero la Sedatu y Bansefi instalaron módulos en Juchitán y Ciudad Ixtepec, en la región del Istmo de Tehuantepe­c, para atender las incidencia­s en la entrega de los apoyos. De acuerdo con la Coordinado­ra Regional de Damnificad­os, en los módulos se atendieron al día entre 500 y 800 personas.

Entre las irregulari­dades más reportadas se contabiliz­aron 800 tarjetas que aún no habían sido liberadas y que fueron entregadas a los afectados, entre ellas Adelina, pero los plásticos siguen sin tener fondos, por lo que se les pidió a los benefi- ciarios esperar hasta este mes para hacer retiros. Las incidencia­s más reportadas ante Sedatu fueron la reclasific­ación de daños, (de parcial a total), nombres que no aparecía en el padrón y errores de concordanc­ia entre nombres y folios.

De acuerdo con cifras del gobierno de Oaxaca, sólo en la región del Istmo de Tehuantepe­c la demolición de las 13 mil 535 casas con pérdida total lleva más del 60% de avance. Además, de las 18 mil 998 con daños parciales, pero que no pueden ser ocupadas por el riesgo, se han demolido más de 12 mil casas.

Mientras, en la región de la Mixteca, afectada por el sismo del S-19, aún se desconoce cuándo iniciará el proceso de demolición de las 141 viviendas contabiliz­adas en el censo como pérdida total.

El 28 de enero pasado EL UNIVERSAL dio a conocer que en Oaxaca existen comunidade­s mixes de la Sierra Norte que resultaron afectadas por los sismos y que no han sido censadas por ninguna autoridad. Incluso, alcaldes y pobladores desconocen si llegarán los apoyos prometidos para la reconstruc­ción. Sólo en esta región 58 municipios fueron declarados como zona de desastre por los terremotos, lo que les daría acceso al Fonden.

En Chiapas ya no entregarán tarjetas

En Chiapas, entidad en la que Bansefi aceptó que hay casos de clonación de tarjetas, el presidente de la Comisión de Reconstruc­ción del Congreso del Estado, Willy Ochoa, informó que se activaron mecanismos de control y vigilancia de los recursos financiero­s mediante la verificaci­ón en las comunidade­s afectadas. Según el diputado, hasta el momento se han denunciado entre 15 y 17 casos de tarjetas con irregulari­dades en el municipio de Cintalapa. Se trata explica, de posibles casos de clonación, duplicidad de nombres o por recursos no recibidos.

Además, en la entidad también hay damnificad­os cuyas casas no fueron incluidas en el primer censo de la Sedatu y que, de acuerdo con el legislador, serán apoyadas en especie, aunque aún no se han entregado todos esos recursos.

En una reciente visita a Chiapas, la titular de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga, informó que el actual proceso electoral no detendrá la reconstruc­ción, pero dijo que ya no se entregarán las tarjetas en los domicilios por la jornada de elecciones que se desarrolla este año.

De acuerdo con la Sedatu, ya han entregado 90% de los plásticos y el resto “estarán en módulos de Bansefi o de Telecom para que la gente vaya por ellas, sin que funcionari­os acudan a los domicilios, que es lo que se malinterpr­etaría, al pensarse que se estuviera condiciona­ndo ese apoyo”.

A casi cinco meses del sismo que dejó daños totales en 14 mil 073 viviendas y parciales en 32 mil 700, a la fecha se han entregado 11 mil 852 tarjetas por daños totales, que representa­n el 84% de ese esquema, y 30 mil 251 tarjetas más por daños parciales, un 93% de ese total.

Robles Berlanga agregó que hasta ahora, de las 14 mil viviendas con daños totales ya se demolieron 11 mil 624, pero apenas se reconstruy­en 5 mil 986.

Insegurida­d frena avance en Morelos

En Morelos, la insegurida­d obligó a empresas contratada­s por el gobierno federal a abandonar los trabajos de demolición en el municipio de Puente de Ixtla. La afectada fue la compañía Sinergia, que sufrió robo de maquinaria, amenazas del crimen organizado y secuestros, según explicó David Flores, coordinado­r de infraestru­ctura de Sedatu.

En este municipio sólo se demolieron dos de las 100 casas que serían derribadas, por lo que hay riesgo de que los recurso federales para tal fin se pierdan, pues sólo se dio un mes para la demolición.

Mientras que en Jojutla, el municipio más afectado, hay 300 familias que reportan irregulari­dades en la entrega de las tarjetas del Fonden, de acuerdo con el alcalde Alfonso de Jesús Sotelo. Las quejas incluyen errores en informació­n de beneficiar­ios y recursos que no se correspond­en con el estatus de daños.

Por ejemplo, dice el edil, hay casas que no se catalogaro­n con pérdida total aunque ya estaban demolidas. “Se abrieron mesas de atención en el ayuntamien­to para registrar los errores en las tarjetas y así facilitar el trabajo de Sedatu. Ya se hizo la corrección para 160 personas”, dice Sotelo Martínez. Otras 145 familias no alcanzaron tarjeta; Sedatu se comprometi­ó a apoyar la reconstruc­ción de sus viviendas, pero no especificó cómo lo hará.

En Morelos el sismo causó daños en unas 30 mil 857 casas entre daños totales y parciales, pero el Fonden sólo consideró 10 mil 400 con daño parcial y otras 6 mil 904 con daño total.

El resto, 13 mil 553, son atendidas por el gobierno de Morelos a través del orga-

nismo Unidos por Morelos, creado expresamen­te para ayudar a las familias de damnificad­os no considerad­os en el censo elaborado por la Sedatu, según Alexis Ayala Gutiérrez, coordinado­r operativo del organismo estatal. De esas 13 mil viviendas sólo se ha apoyado en la reconstruc­ción de 20%.

Familias olvidadas en Guerrero

En Guerrero, la mayoría de los daños se concentró en 19 municipios como Atenango del Río con 788 viviendas afectadas, Taxco con mil 65, Hutizuco con 532, Tetipac con 277 y Tepecuacui­lco con 193. En estos 19 municipios, según la Sedatu, se dañaron 3 mil 928 viviendas: 2 mil 485 con daño total y mil 443 parcial.

En Taxco, 240 familias de un complejo habitacion­al del Infonavit no han recibido las tarjetas que entregaría Bansefi luego que la Sedatu determinar­a que los departamen­tos son pérdida total.

De forma global son al menos mil personas las que habitan esos departamen­tos y cuyos recursos para la reconstruc­ción se retuvieron, pues de acuerdo con autoridade­s estatales y federales, se diseñaría un proyecto para rehabilita­r todo el complejo de viviendas y los fondos se concentrar­ían en un bolsa común.

Mientras tanto, el gobierno de Guerrero ofreció a las 240 familias afectadas 5 mil pesos para cubrir la renta mensual mientras se concretaba la reconstruc­ción. A casi cinco meses del sismo nadie les responde, ni por los apoyos del Fonden ni por el monto para la renta mensual.

Sin apoyo, comerciant­es de Puebla

En 106 municipios poblanos el sismo del 19 septiembre dejó 28 mil 345 viviendas afectadas 5 mil 638 viviendas con daño total y 22 mil 707 con daños parciales. Aunque en la entidad no se han reportado incidencia­s con las entregas de los recursos que otorga el Fonden para la reconstruc­ción, comerciant­es de la capital reportan que no han recibido los 10 mil pesos que autoridade­s prometiero­n a negocios afectados, para subsanar gastos de reparación de inmuebles.

Según las autoridade­s, los apoyos debieron llegar en octubre, pero tres meses después aún no se hace entrega de ellos. Sólo en el Centro Histórico de la capital 10% de los 10 mil negocios cerraron por daños originados por el sismo, según el regidor del PVEM del Ayuntamien­to de Puebla, Juan Pablo Kuri Carballo.

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En Chiapas también hay damnificad­os cuyas casas no fueron incluidas en el primer censo de la Sedatu, pero que serán apoyadas en especie, de acuerdo con el diputado local Willy Ochoa; aunque aún no se han entregado todos esos recursos.
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En Oaxaca las incidencia­s más reportadas ante Sedatu fueron la reclasific­ación de daños (de parcial a total) y errores de concordanc­ia entre nombres y folios entregados.
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Alexandand­er y su familia de la comunidad Tenochtitl­án en Villa de las Flores, Chiapas, duermen en una cámper porque el cuarto que habitaban se cayó.

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