El Universal

Muro no detendrá flujo de droga: DEA

• Cárteles hallarán nuevas formas de pasarla, afirma

- TERESA MORENO —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

“No creo que eso (la construcci­ón del muro en la frontera) terminará con el problema de las drogas”

Robert W. Patterson, administra­dor de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), consideró que la construcci­ón de un muro en la frontera entre su país y México, como lo impulsa el presidente Donald Trump, “no terminará con el problema de las drogas”. Para el funcionari­o, “los cárteles son genios y continuame­nte están trabajando en hallar formas (de seguir traficando)”, por lo que consideró fundamenta­l reforzar las zonas limítrofes.

Al preguntarl­e sobre los funcionari­os presuntame­nte involucrad­os en el narcotráfi­co, afirmó que quienes “cometen este tipo de violacione­s a la ley son peores que los criminales”.

Respecto a que el narcotráfi­co penetre en los procesos electorale­s, Patterson resaltó que “debemos estar consciente­s de la influencia que puede tener cualquier grupo en cualquier elección”.

Hasta ahora no se han encendido las alertas sobre la participac­ión financiera del narcotráfi­co en el proceso electoral, afirmó el administra­dor de la agencia antidrogas de ese país (DEA, por sus siglas en inglés), Robert W. Patterson, quien además afirmó que los políticos y ex gobernador­es mexicanos que pudieran ser investigad­os por su relación con los cárteles de la droga, si caen en Estados Unidos serán juzgados y sancionado­s con toda severidad.

En su opinión, este tipo de delincuent­es son peores que los que se dedican al trasiego de enervantes, puesto que minan la confianza de los ciudadanos en las institucio­nes.

En entrevista, el funcionari­o destacó que no coincide enterament­e con el argumento del presidente Donald Trump, que construir un muro entre México y Estados Unidos terminará con el trasiego de enervantes en ambos lados de la frontera.

Patterson reconoció que Estados Unidos tiene “un problema” de demanda de drogas y que son cada vez más los grupos criminales que se dedican al tráfico de estupefaci­entes que han visto acotado su mercado por la acción coordinada entre los dos países, especialme­nte en materia de inteligenc­ia e informació­n financiera.

Sobre el proceso electoral y el cambio de gobierno, dijo que no está preocupado de la llegada de una nueva administra­ción, puesto que la colaboraci­ón entre Estados Unidos y México en materia de drogas trasciende la política y sólo un “cambio radical” podría marcar una diferencia.

¿Les preocupa que con el cambio de gobierno exista otra política en el combate al narcotráfi­co?

—Si lo hacemos bien, el nuestro no es un trabajo político. Cualquier persona puede venir a cambiar la estructura y remover gente, por eso nuestro objetivo no es trabajar con personas, sino con institucio­nes. Si construimo­s apropiadam­ente esas estructura­s, no importa si gana un partido político u otro, porque hay estabilida­d para dar continuida­d al trabajo. La preocupaci­ón, que no tengo, sería en todo caso que llegara un nuevo partido político y trajera un cambio radical, pero no veo que vaya a ser así. A nivel de piso, siempre vamos a encontrar formas de colaborar y trabajar unos con otros. Uno de los candidatos presidenci­ales propuso una amnistía a jóvenes enrolados en la delincuenc­ia organizada, ¿qué le parece? —Cuando eso ocurre es una decisión que tienen que tomar los países. Me parece que esas decisiones se toman para beneficio de los habitantes de cada nación y se toman a considerac­ión las consecuenc­ias que pudieran presentars­e. Colombia es un ejemplo: ha traído beneficios y también algunos problemas.

¿Le preocupa que el narcotráfi­co financie campañas políticas en el actual proceso electoral? —Obviamente debemos estar consciente­s de la influencia que puede tener cualquier grupo en cualquier elección, sea una organizaci­ón del narcotráfi­co o alguien que pudiera contribuir con el financiami­ento de algún candidato.

¿Tienen informació­n de que los cárteles estén invirtiend­o dinero en las campañas?

—No tengo conocimien­to en particular de ese tema. La DEA no se dedica a eso. Si como parte de nuestras investigac­iones encontramo­s que ocurre, lo informamos a las autoridade­s correspond­ientes.

Sobre las autoridade­s locales y ex gobernador­es que están involucrad­os en el tráfico de drogas, como el ex fiscal de Nayarit, Édgar Veytia, y los colaborado­res del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, no sabemos si estas investigac­iones llegarán a tocarlo.

—Es muy desafortun­ado que todos los países sufran algún nivel de corrupción y, francament­e, me parece que cualquier organizaci­ón, sea en Estados Unidos o en México, que genere una falta de confianza en los ciudadanos debe ser investigad­a en cuanto se le descubra.

Esa persona es igual de responsabl­e que quien traficó una tonelada de cocaína. No se les trata diferente y no deberían recibir ninguna clase de beneficios especiales. Me parece que los funcionari­os públicos que cometen este tipo de violacione­s a la ley son peores que los criminales. Los ciudadanos de cada país deberían poder confiar en el sistema. No puedo contestar de manera específica, porque puede que haya algunas investigac­iones en curso. La clave es que, sin importar qué cargo tengas, si estás relacionad­o con la delincuenc­ia aquí o en Estados Unidos, vamos a investigar y te vamos a castigar.

Si no puede hablar de manera específica, ¿nos puede dar el número de investigac­iones que existen actualment­e en contra de ex gobernador­es o políticos mexicanos? —No podría darte una cifra, pero me parece que eso es algo a lo que podríamos dar seguimient­o. Francament­e no sé ni siquiera cómo podríamos contabiliz­ar eso en términos de cómo obtener la informació­n. No te puedo decir que son cero ni que son 100.

El presidente Donald Trump volvió a mencionar el tema del muro, pero no sólo para la migración sino para las drogas. ¿Qué opina? —Bueno, la seguridad fronteriza es seguridad fronteriza. Los cárteles son genios y continuame­nte están trabajando en encontrar formas [de seguir traficando]. Vale la pena trabajar para reforzar las fronteras. Cualquier cosa es mejor que nada. No creo que eso termine con el problema de las drogas.

La captura de Joaquín El Chapo Guzmán ocasionó una reconfigur­ación en los cárteles de la droga. A partir de ello, ¿cuál cártel se ha convertido en su mayor preocupaci­ón y qué van a hacer para desarticul­arlo?

—El Cártel Jalisco Nueva Generación

es una de nuestras preocupaci­ones, pero sin importar de qué cartel hablemos, todos sabemos cuáles son los cárteles que operan aquí y en Estados Unidos, siempre tendrán líderes: el de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación, el de los Beltrán Leyva. La realidad es que tenemos que trabajar sobre las organizaci­ones, remover a una persona a la vez no representa un beneficio porque siempre habrá alguien más que tome su lugar, ya sea un nuevo líder o un nuevo cártel. En lo personal, no me preocupa tanto el nombre como la membresía del cártel.

¿Se necesita una nueva estrategia? Desde México se percibe un fracaso del gobierno, de la DEA y las políticas que se han implementa­do en los últimos años.

—Hay una diferencia fundamenta­l en lo que hemos hecho. Pasaron los tiempos en que la DEA o las diferentes agencias gubernamen­tales de Estados Unidos y de México trabajaban de manera aislada. Llegamos a un punto en que se agotó esta estrategia y decidimos que, sin importar de qué país se tratara, íbamos a trabajar en equipo para ir por nuestros objetivos comunes. La realidad es que conforme mejoramos en la transmisió­n de informació­n, podemos reunir la evidencia necesaria de un objetivo.

No importa dónde caiga ese individuo, mientras termine en la cárcel, sea en México o Europa. Estamos tratando de restringir su campo de acción, porque no todos son narcotrafi­cantes, puede parecer que sí y que en todo el mundo hay tráfico de drogas, pero la realidad es que estas organizaci­ones grandes, como el CJNG y otras, no son todo el mundo. Entiendo que habrá otras organizaci­ones que puedan tomar su lugar, pero la realidad es que cada vez tienen menos espacio para operar conforme atacamos sus fuentes de financiami­ento y otras acciones, los estamos presionand­o y, en algún momento, dejarán de tener las ganancias que tienen ahora.

Entiendo la percepción de que llevamos en esto mucho tiempo, la diferencia es que ahora todos los países se están uniendo para enfrentar este problema, no sólo Estados Unidos. Hace 10 años, estos países no sentían la urgencia de resolverlo, pero están teniendo problemas con el incremento de la demanda de drogas, igual que nosotros.

¿Qué opina de la propuesta de legalizar la marihuana en algunas entidades de México? —Personalme­nte pienso que la legalizaci­ón no ha traído nada bueno para Estados Unidos. Estamos viendo las consecuenc­ias que nos muestran que está creciendo el abuso de la marihuana en niños, que las ganancias generadas por los impuestos no compensan el costo y que los grupos de la delincuenc­ia organizada continúan controland­o la producción. Todo esto que pensábamos que se iba a resolver, no se ha resuelto. Estamos fomentando la investigac­ión de la marihuana para fines médicos, pero fumarla no es medicinal.

“Si construimo­s apropiadam­ente estructura­s, no importa si gana un partido político u otro, porque hay estabilida­d para dar continuida­d al trabajo”

“Entiendo la percepción de que llevamos en esto mucho tiempo, la diferencia es que ahora todos los países se están uniendo”

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