En Pino Suárez no hay una falsa pirámide sino una fake news
Como ya bien sabemos, las redes sociales son muy dadas a provocar todo tipo escándalos, algunos con justa razón, otros simplemente por la falta de información o la mala costumbre de dejarse llevar por las opiniones de algunos. Eso pasó los últimos días en Facebook en uno de los grupos creados para denunciar los daños que sufrió la escultura de El Caballito, pues uno de los internautas metió el gusanito de que la pequeña pirámide de Ehécatl en el Metro Pino Suárez había sido mal intervenida, casi casi pintada de blanco. Como suele pasar en ese grupo, hubieron varios de los participantes que se rasgaron las vestiduras e inmediatamente cuestionaron la labor que los trabajadores del Metro o el INAH habían hecho en ese pequeño basamento. Bueno, hubo alguien que hasta dijo que no era original, sino una réplica. Las voces y el griterío se acumularon en seguida en esa publicación que iba acompañada de una foto de la pirámide, ahora de color blanco. Y sí, el adoratorio quedó de ese color después del mantenimiento que le dieron, pero no porque lo pintaron o lo hicieron mal, sino porque esa es la técnica de aplanado con cal y arena que suelen utilizar los arqueólogos en este tipo de estructuras para protegerlas y para asemejar al acabado que tenían en tiempos prehispánicos. Ya en diferentes ocasiones, el arqueólogo Raúl Arana, quien participó en su hallazgo y ha encabezado su mantenimiento durante varios años, ha explicado este tratamiento que sigue la técnica constructiva de los propios mexicas, pero parece que en tiempos de Internet las explicaciones se pierden fácilmente en ese mar de confusiones.