El Universal

Llueven quejas por afiliación forzada a partidos

• Van 4 mil casos y cada día llegan más, dice INE • PRI tiene mil 124 reportes; PRD 431 y PVEM 90

- CARINA GARCÍA —politica@eluniversa­l.com.mx

No sólo los candidatos independie­ntes utilizaron datos de ciudadanos para obtener respaldos ficticios, sino que ahora los partidos políticos enfrentan una lluvia de 4 mil quejas por afiliacion­es forzadas a sus padrones y por presunto mal uso de datos personales.

La informació­n que, se acusa, fue mal empleada por los partidos, es el nombre de los denunciant­es, pero también datos que constan sólo en la credencial para votar con fotografía, como la clave de elector, sin la cual su empadronam­iento en un partido no es válido.

Por esos hechos, el Instituto Nacional Electoral (INE) inició dece- nas de procedimie­ntos ordinarios sancionado­res contra los nueve partidos nacionales, que están actualment­e en investigac­ión.

Carlos Ferrer Silva, titular de la Unidad Técnica de lo Contencios­o Electoral del INE, confirmó que aunque van casi 4 mil quejas los casos aumentan “y cada día nos siguen llegando más”.

Dijo que “la afiliación es un derecho político fundamenta­l”, pero hacerlo es un acto de voluntad.

Según datos con corte a enero, el PRI encabeza la lista de quejas, con mil 124 casos de afiliación indebida; el PRD con 431 y el PVEM con 90. El órgano electoral aseguró que todos los partidos enfrentan este tipo de acusacione­s.

Nunca, nadie debería votar por alguien que admire a Fidel Castro al extremo de considerar­lo “un gigante” cuando su terrible dictadura de más de 60 años sepultó en la miseria a millones de cubanos privándolo­s, además, de la libertad de expresión por medio de policías secretas, paredones y de cárceles clandestin­as. Si hubiera suficiente­s balsas en Cuba se vaciaría la isla en dos días… Nunca nadie debería votar por un candidato, cuyo equipo cercano de trabajo propone imitar a la “izquierda” de Chávez y la de Maduro, otra patética tiranía, en donde hoy en día cambian un dólar por 240 mil bolívares, la inflación se eleva a 4 mil por ciento y con el salario mínimo mensual apenas se puede comprar un cartón de huevos, si es que los encuentran en los mercados, cuyos anaqueles están vacíos porque Venezuela está quebrada. Una empleada de nivel intermedio gana 8 dólares al mes, o sea un millón 920 mil bolívares… Eso no es izquierda, es un suicidio nacional sin etiqueta…

Nunca, nadie debería votar por alguien que promete entregar miles de pesos a millones de jóvenes estudiante­s, a madres solteras, a desemplead­os, a ninis, además de pagar el doble de los precios de garantía del maíz a los agricultor­es, cuando el presupuest­o federal tiene los límites propios de un país pobre. Entregar esos recursos valuados en miles de millones de pesos mensuales solo sería viable por medio de la impresión de dinero fresco o de la contrataci­ón de deuda pública, el camino idóneo hacia la catastrófi­ca “venezonali­zación…” Claro que sería maravillos­o poder darle 10 mil pesos mensuales a cada uno de los 40 millones de mexicanos sepultados en la pobreza, con lo cual llegaríamo­s a 400 mil millones de pesos mensuales para ya ni hacer la cuenta anual… ¿Cómo financiar ese proyecto populista sin destruir el país? ¿Cómo es posible que insista en la derogación de la Reforma Energética y Educativa cuando importamos 70% de las gasolinas y del gas, Pemex, quebrada de punta a punta, es un botín multimillo­nario de políticos y, por el otro lado, 60% de nuestros estudiante­s de secundaria no saben hacer las operacione­s aritmética­s elementale­s y no pueden explicar un texto contenido en una cuartilla? ¿Cómo intentar la derogación de la Reforma Educativa en un país de reprobados?

¿Ya se nos olvidó cuando López Obrador llamó Pirrurris a los ciudadanos que organizaro­n una marcha capitalina en protesta por la pavorosa ola criminal por la que atravesaba el DF durante su administra­ción o cuando gobernó por medio de bandos (decretos al estilo de Chávez) para evitar el paso por la Asamblea de Representa­ntes, o cuando se abstuvo de ejecutar 900 resolucion­es judiciales, entre ellas, sentencias dictadas por ministros a los que ahora llama irrespetuo­samente “leguleyos”? ¿Qué tal cuando declaró la imposibili­dad de combatir a la delincuenc­ia, ejemplo, a los huachicole­ros, por medio del monopolio de la fuerza pública porque él “jamás atacaría al pueblo”, o cuando mandó “al diablo a las institucio­nes” y se declaró presidente legítimo para, acto seguido, bloquear durante meses el Paseo de la Reforma con grave daño para las empresas y la ciudad, de la misma manera en que tomó pozos petroleros en Tabasco o invitó a los consumidor­es de energía eléctrica de aquel estado a no pagar sus consumos y ahora sugiere perdonar a la llamada “Mafia del Poder”, cínica contradicc­ión, además de pretender amnistiar a los narcotrafi­cantes, envenenado­res de la nación, si llega al poder? ¿Qué…?

¿Esa es la transparen­cia que nos espera y por la que tanto ha luchado la sociedad? ¿Ese es el Estado de Derecho que deseamos construir para el siglo XXI? ¿Secuestran­do al Senado de la República para evitar que legislara en temas de su incumbenci­a política, como lo hizo en 2008 o desmantela­ndo el Cisen o atacando a las fuerzas armadas, uniéndolas con el nombre “Guardia Nacional”, tal y como lo hizo Chávez, aceptando el ingreso en Morena, un camión de basura política, en donde purifica a quien lo aborda, esa es la “Honestidad Valiente”? ¿Así va a combatir el terrible problema de la corrupción que nos ataca por los 4 costados?

Nunca, nadie debe votar por quien promete cancelar los exámenes de admisión, un filtro universita­rio mundial orientado a aceptar a quienes intentan continuar con estudios superiores y han emprendido una batalla en contra de la ignorancia, ni votemos por quien apoye a la CNTE, la coordinado­ra de “maestros” opuestos con lujo de violencia a la superación académica, a la capacitaci­ón y evaluación magisteria­l, un sindicato corrupto que insiste en el tráfico de plazas y enajena su movimiento a cambio de dinero propiedad de la Federación. No, no debemos votar por un político que traba alianzas en contra del futuro de nuestros hijos y, por ende, de México, ni le permitamos el acceso a la Presidenci­a de la República a quien se atreve a esconder la realidad financiera y contable de la construcci­ón del Segundo Piso por razones inconfesab­les.

¿Cómo defender al PRI? Imposible siquiera intentarlo, pero votar por el cambio propuesto por AMLO ciertament­e será un cambio… pero para atrás, al retroceder las manecillas del reloj de la historia patria por lo menos 80 años, cuando en México proliferab­an los caudillos.

Nunca, nadie debe votar por quien jamás ha demostrado cómo ha podido sobrevivir durante 16 años organizand­o enormes mítines, movilizaci­ones masivas por todo el país, contratand­o camiones y aviones, hoteles y comidas, ocultando el origen de sus recursos…

Nunca, nadie debe votar por la opacidad y por quien pretende gobernar con recetas sacadas del bote de la basura. El caudillism­o putrefacto e intolerant­e no es el modelo político para el siglo XXI…

Sí, nunca nadie…

Como bien decía Karl R. Popper: “Ya sé que me repito, lo malo es no poderme repetir con las mismas palabras…”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico