SIN GARRA

PIERDEN SEGUNDO PARTIDO CONSECUTIVO EN UNA SEMANA PARA EL OLVIDO.

Memoria gráfica de los mundiales: Brasil 1950.

Tijuana.— Ni el descalabro a mitad de semana sirvió de lección. Ni porque Nicolás Castillo se reencontró con el gol evitó que los Pumas fueran humillados en su visita a los Xoloitzcuintles (4-1).

Errores puntuales en la zaga auriazul provocaron el segundo revés en el torneo, luego de un arranque que les concedió el invicto por seis jornadas. Los de David Patiño, que recibirán a un incómodo Guadalajara en una semana, se rezagan, con 14 puntos. Mientras que el conjunto fronterizo merodea puestos de clasificación, con tres partidos ganados, misma cantidad de empatados y dos perdidos. Con Diego Cocca en el banquillo han cosechado 12, pero tendrán que mantener el ladrido, porque en la novecha fecha visitarán al América.

Feria de goles la noche de ayer en el estadio Caliente, que pletórico vivió una emocionante remontada. Apenas corría el segundo 47 y Pumas afinaba el rugido al abrir el marcador, en un tiro libre que la sociedad Alustiza-Castillo sacó a relucir. El argentino sirvió alto al área, para que Nico finiquitara con un excelso remate de cabeza.

Ocho minutos después los universitarios comenzaron a exhibir sus fallas a la defensiva. En una jugada de pocos toques, el español Alejandro Arribas retrasó sin potencia, pero el brasileño Mateus Gonçalves aprovechó para robar el balón y sacudir las redes del cuadro visitante. Pese a los intentos de la oncena auriazul por remendar la falla, las cadenas de la jauría se rompieron por otra garrafal acción de los capitalinos, a los 42’. El argentino Juan Lucero, quien ingresó a los 29’ por una lesión de su compatriota Bou, recibió del contrario Matías Alustiza un taconazo, para después perfilarse y asistir a Gonçalves. El brasileño llegó puntual a la cita y, sin inmutarse ante la marca de Josecarlos Van Rankin, definió de zurda el 2-1.

Para la segunda mitad, los Pumas se ahogaron en una corriente que se agravó por la rigurosa actuación del árbitro Fernando Guerrero. A los 51’, la polémica movió el marcador por 3-1. El silbante marcó una caída de Damián Musto por una supuesta falta dentro del área de Pablo Barrera; al cobro, Lucero hizo efectiva la pena máxima al disparar potente al costado derecho del Pollo Saldívar. Todavía los Pumas sufrieron una cuarta mordida, a los 92’, con el tanto de Ignacio Malcorra, para el 4-1, cifras que llevaron a que Nico no terminara el cotejo, al ser sustituido a ocho minutos del final.

La visita a Tijuana empeoró cuando los felinos vieron a David Cabrera irse al vestidor, a los 57’. Guerrero no toleró el reclamo del universitario, previamente amonestado; segundo partido que el Cantante se vuelve protagonista, después de equivocarse en el duelo Tigres- América, de la fecha seis, y que le costó pitar en la J-7. Se acaba la confianza puma, y la goliza pudo ser más abultada. •