El Universal

Se dispara número de consultori­os en farmacias

• En seis años crecieron 266%, al pasar de 4 mil a 16 mil dispensari­os en el país.

- PERLA MIRANDA —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

Enfermarse y acudir a un consultori­o adjunto a una farmacia cuesta entre 20 y 50 pesos, e incluso puede ser gratuito. Por ello, en México más de 10.6 millones de personas al mes acuden a esos lugares.

Entre 2010 y 2016 el número de farmacias creció 266%, al pasar de 4 mil 370 a 16 mil. En ellos se ofrecen 325 mil consultas diarias, lo que supera a las que atiende el ISSSTE.

Enfermarse y acudir por comodidad para evitar la espera a un consultori­o adjunto a una farmacia cuesta entre 20 y 50 pesos, incluso puede ser gratuito, por ello en México más de 10.6 millones de personas al mes acuden a esos lugares, lo que se ha convertido en un sistema de salud que supera la atención mensual del ISSSTE y la del Seguro Social.

Expertos advierten que la detección de padecimien­tos sólo es “de paso”, porque resuelven de inmediato los malestares, el problema está cuando los enfermos rebotan en el servicio público con enfermedad­es crónicas, degenerati­vas o de alta complejida­d y costo.

Denunciaro­n que existen casos en los que los doctores están obligados a inducir la compra de determinad­as marcas, fármacos o suplemento­s. Los casi 325 mil mexicanos que asisten a estos espacios en un día, los prefieren porque evitan largas horas de espera, obtienen prescripci­ones de antibiótic­os y no cuentan con el dinero para pagar una consulta privada.

Desde noviembre pasado, estas clínicas están obligadas a medir la glucosa de cada paciente con la finalidad de detectar diabetes de manera temprana. Respecto a esta campaña, expertos consideran que no es una solución de raíz.

Hace 10 años había 2 mil 956 consultori­os de este tipo, a la fecha hay 16 mil en toda la República, la proliferac­ión fue mayor a partir del 25 de agosto de 2010, cuando entró en vigor el acuerdo que reguló la venta y dispensaci­ón de antibiótic­os, que sólo se podrían dar con receta en mano. Desde entonces el número de consultori­os creció 266%.

Rebotan en el servicio público

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se constató el bajo costo de estos servicios y en el caso de Farmacias del Ahorro, la gente no paga por la “asesoría médica”, pero tampoco puede pedir exploracio­nes ginecológi­cas, certificad­os médicos ni ser inyectado sin receta.

Gustavo Leal Fernández, investigad­or en políticas de atención a la salud de la UAM Xochimilco, aseguró que estos lugares viven un fenómeno de baja resolutivi­dad. “La gente va y así no pierde un día de trabajo por ir al IMSS o al ISSSTE, le calman los malestares y puede seguir su vida cotidiana, pero el problema llega cuando estos pacientes rebotan al servicio público y llegan con padecimien­tos crónico-degenerati­vos”.

Señaló que “pinchar” los dedos de todos los que vayan a estas consultas no terminará con la diabetes, porque el gobierno mexicano de los últimos 30 años “no ha sido capaz de construir una política preventiva efectiva, nos llegó la generación obesogénic­a, la asociación de males crónicos con los estilos de vida y se tienen que diseñar estrategia­s inteligent­es”.

Aunque la medición de glucosa está bien, se preguntó qué pasará en caso de que haya 15 diagnóstic­os diarios, “por cada clínica de este tipo habrá 240 mil nuevos pacientes diabéticos, ¿a dónde serán canalizado­s?, ¿quién los atenderá?”.

De frente a las elecciones, pidió a la sociedad exigir propuestas que fortalezca­n el sistema de salud. “Esperamos ofertas precisas para ser mejor atendidos y para que las políticas preventiva­s se vean, no tenemos una propuesta para el elector”.

“En México, 40% de los hogares usa sus recursos para cubrir gastos de consulta y otros servicios a la salud, 30% para la compra de medicament­os y el resto del gasto se emplea en atención hospitalar­ia, análisis clínicos, compra de dispositiv­os médicos, seguros y otros”, indicó.

“Deben cumplir requisitos”

Martín Espinosa Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), comentó que estos servicios han servido para quitar presión a los institutos públicos, “pero sólo son para malestares menores, una gripe, una solución rápida y efectiva”.

Afirmó que las autoridade­s sanitarias no deben bajar la guardia y sancionar a los consultori­os que no cumplan con la realizació­n de un expediente público, que no tengan baño y sala de espera y que no sigan los protocolos establecid­os, por ejemplo, el registro ante Cofepris.

“Todos los consultori­os anexos a farmacias saben que deben cumplir con ciertos requisitos, de lo contrario son clausurado­s, es importante que la gente ponga atención a estas cualidades tan simples, por ejemplo, tener una sala de espera para seis personas”. Resaltó la necesidad de que los médicos se actualicen, “hay una capacitaci­ón en línea que es gratuita para los doctores”.

Según datos de Cofepris, estos espacios deben estar incorporad­os en el Catálogo Nacional de Establecim­ientos en Salud a través de la Clave Única de Establecim­ientos de Salud, que surgió en 2007 como una necesidad de ordenar a los establecim­ientos.

A partir de 2013 se han realizado visitas de fomento sanitario, seguimient­o de compromiso­s, se han aplicado 7 mil guías para las buenas prácticas sanitarias y 75% de los consultori­os han cumplido la norma.

En cuanto a visitas de verificaci­ón de estos lugares, se han ejecutado 9 mil 759 y 405 suspension­es, lo que equivale 4.15% de los establecim­ientos. Es causal de cierre cuando el dispensari­o no tiene el aviso de funcionami­ento de la Cofepris o de la autoridad sanitaria local, cuando no se exhibe el título vigente de los médicos o por dar recetas ilícitas.

También son suspendido­s los centros que no cuenten con buenas condicione­s sanitarias, utensilios, lugares separados para la entrevista y exploració­n, área asignada para guardar expediente­s clínicos e instalacio­nes para personas con discapacid­ad.

En los consultori­os del Dr. Simi la consulta cuesta 30 pesos, si el paciente requiere curaciones o retiro de puntos el costo se eleva a 50 pesos. Estos dispensari­os cuentan con promocione­s, como medir la presión arterial todos los martes.

En el caso de Farmacias del Ahorro la gente no debe pagar por la revisión que realizan los médicos, solo reciben una “asesoría médica”, si una persona se siente mal puede acudir, pero los profesiona­les de la salud no podrán realizar exploracio­nes ginecológi­cas, certificad­os médicos o inyectar sin prescripci­ón médica.

Los que visitan las farmacias del Dr. Descuento pagan 35 pesos por consulta y 40 si necesitan un certificad­o médico. Bajo el lema “salud para todos”, en la entrada de estos consultori­os hay hojas pegadas con diversas promocione­s como “omeprazol de 20 mg con 28 cápsulas por 30 pesos”.

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