El cambio de régimen es posible
Ylo imposible se logró … Cuántas veces escuché, tanto de propios como de extraños, la afirmación de que la coalición "Por México, al Frente" era imposible.
Los propios, que aún con el ánimo de buscar un cambio efectivo por México, consideraban que en la mesa de construcción del Frente no habría el talento suficiente para entendernos y lograr amalgamar nuestros intereses ideológicos, a cambio de una mejor forma de vida para los mexicanos.
Los extraños, que siguen sostenidos en la ideología de la izquierda setentera y que socialmente poco aportan, pero que mucho cuestan al país, también dudaban de esa capacidad y talento.
Y es que es importante recordar que el espíritu que provocó la participación bien intencionada de la gran mayoría, es cambiar el régimen de un presidencialismo absoluto, totalitario; ese que decide el destino de millones de mexicanos. Instaurar un gobierno de coalición es la motivación, es el eje rector de nuestra actuación.
El gobierno de coalición busca hacer efectiva la participación de la mayoría de todos los sectores sociales de nuestro país, aglutinar los talentos dispersos que se encuentran en cada rincón de México y que han sido ignorados a través del tiempo por concentrar el poder gubernamental, que usualmente se encuentra bajo la tutela de pequeños grupos de interés político.
Hoy en el Frente vemos la combinación de diversos actores de la vida pública que, sin tener una militancia partidista, han sido considerados para formar parte efectiva de la coalición. Figuras como Miguel Ángel Mancera, Xóchitl Gálvez y Emilio Álvarez Icaza se han ganado un espacio de reconocimiento a nivel nacional.
Ellos aportarán a la vida legislativa el sentido y filosofía que mueve a este proyecto que incluye a todo el país. Miguel Ángel Mancera será el promotor e impulsor de la consolidación de un gobierno de coalición. A nivel nacional promoverá y dará a conocer las bondades y el objetivo de esta propuesta.
Para algunos seguramente será sorpresiva la forma en que será recibido en el interior de la República y se aplicará aquel dicho bíblico: “Nadie es profeta en su propia tierra”. La misma frase que en su momento también aplicó para el iluminado de Macuspana, quien hizo verdadera carrera política en la capital del país y no en su tierra natal.
Cuando Mancera decida abandonar el gobierno de la ciudad, su activismo se habrá de notar de manera consistente porque realizará giras en todo el país. Durante la promoción de un gobierno de coalición no sólo transmitirá a la población la posibilidad de un proyecto distinto, sino además le permitirá conocer de viva voz las necesidades y las visiones más patentes del pueblo de México.
De pasadita. El 15 de febrero, el periodista Joaquín López Dóriga moderó en la televisión el primer debate entre los candidatos a dirigir los destinos de la Ciudad de México. Alejandra Barrales, Claudia Sheinbaum y Mikel Arriola fueron invitados a participar, en el marco de la elección del 1 de julio.
Los debates les permiten a los aspirantes no sólo medirse entre ellos, sino exponer de cara a la ciudadanía, quiénes son y por qué quieren, en este caso, ser jefes de Gobierno.
Alejandra Barrales, quien abandera la coalición PAN-PRD-MC, y Mikel Arriola, candidato de PRI-PVEM-NA sostuvieron un debate con cuestionamientos del conductor y de su contraparte, pero con respeto y argumentos.
Una silla quedó vacía. Claudia Sheinbaum, candidata de Morena, declinó participar en el debate con el argumento de que quería evitar sanciones de la autoridad electoral.
Nada más falso, el INE rechazó de manera enfática que los candidatos tuviesen prohibido aceptar entrevistas o participar en debates, con esta declaración cayó la explicación que la ex jefa delegacional de Tlalpan había ofrecido para evitar los cuestionamientos.
De inmediato surgieron las comparaciones sobre la semejanza entre su actitud y la de su mentor, el mesías tropical, quien de igual forma en la campaña de 2006 evitó confrontar sus ideas con las de sus adversarios.
En las urnas, la población tendrá la última palabra…