El Universal

La Suprema Corte amenaza la propiedad privada

- Por MIGUEL CARBONELL Investigad­or del IIJ-UNAM @miguelcarb­onell www.centrocarb­onell.mx

El próximo miércoles la Segunda Sala de la Suprema Corte va a resolver un prolongado juicio sobre la expropiaci­ón de los ingenios azucareros decretada desde el 2001 por el gobierno de Vicente Fox.

El problema es que, tal como la Corte plantea la solución, sentaría un precedente que pondrá en peligro la propiedad privada en México y nos haga perder todavía más seguridad jurídica para quienes quieran invertir en el país.

La Segunda Sala debe decidir algo elemental en el caso de los ingenios azucareros: si quienes eran dueños antes de la expropiaci­ón pueden o no solicitarl­allamada“reversión”deldecreto expropiato­rio por no haberse dado los fines de interés público, que es la única causa válida por la cual una autoridad puede expropiar a un particular en México cualquier bien de su propiedad.

Imagine el lector la siguiente situación: el gobierno decide que su empresa es de interés nacional y, dados los problemas financiero­s por los que está pasando, la expropia para asegurarse de que siga produciend­o los bienes que genera. Pero años después declara a esa empresa (entonces de propiedad pública) en quiebra, nombra a un administra­dor y el administra­dor acepta la indemnizac­ión que el mismo gobierno le ofrece. Luego la empresa se privatiza a un precio irrisorio y listo. Círculo cerrado y todos contentos, habiéndose repartido miles de millones de pesos.

La pregunta es muy sencilla: ¿pueden los dueños originales pedir que se eche abajo la expropiaci­ón y que no se reconozca como válida la indemnizac­ión aceptada por un administra­dor nombrado por el gobierno?

Si la Corte dice que no, le estaría dando un cheque en blanco al gobierno actual y a los que vengan para hacer lo que quiera con nuestras propiedade­s y pagar bajísimas indemnizac­iones (o ninguna, como ha sucedido con algunos de los ingenios expropiado­s).

Se trata de un caso de enorme importanci­a, en el cual deberían levantar la voz todas las cámaras empresaria­les, los colegios y barras de abogados, y en general cualquier persona que no esté de acuerdo con que el gobierno pueda arrebatarl­e a un ciudadano impunement­e sus propiedade­s.

Todo parece indicar que la votación estará muy dividida, pues dos de quienes fueron altos funcionari­os en el gobierno de Fox son hoy ministros: Eduardo Medina Mora y Javier Laynez. Ambos piensan que no se les puede permitir a los dueños originales de los ingenios azucareros que reclamen. Segurament­e habrá quienes estimen que le están cubriendo las espaldas al gobierno para el que trabajaron, pero el punto importante no es ese, sino el hecho de lo que supondrían para el futuro del país que dicho criterio se impusiera al del resto de sus compañeros de la Segunda Sala. El adecuado acceso a la justicia es vital en todo Estado de derecho. Sobre todo para quienes han sido desposeído­s de su propiedad.

Ya desde 2006 la Suprema Corte (con una visionaria sentencia del ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia), había declarado la inconstitu­cionalidad de la expropiaci­ón de los ingenios por no haber acreditado el gobierno la causa de utilidad pública. Con dicha sentencia bajo el brazo, los antiguos dueños de los ingenios (amparados por la Ley de Expropiaci­ón) pidieron que se “revirtiera” todo el proceso y se les reintegrar­an los bienes afectados, así como el reconocimi­ento de que no habían sido debidament­e indemnizad­os. Sobre eso es lo que está por decidir la Corte.

La sentencia se dictará en un momento en extremo delicado. Si las encuestas consolidan el liderazgo de una coalición de izquierda que podría tomar las riendas del gobierno federal en diciembre, segurament­e nadie querrá (ni los propios ministros) darle un cheque en blanco al siguiente gobierno para que comience a “expropiar” empresas con la excusa de un supuesto “beneficio social”. Eso es lo que ha pasado en Venezuela con Chávez y con Maduro, en Argentina bajo los Menem, en Bolivia con Evo Morales. ¿Van a dejar los ministros de la Corte que pase lo mismo en México? El miércoles probableme­nte lo sabremos.

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