Herles Velasco
Arte con emojis
Hay quienes aseguran que cuando los seres humanos carecemos de medios para hacer ciertas cosas, la creatividad aflora y nos lleva a descubrir nuevas posibilidades que no sólo resuelven una necesidad, sino que se quedan como un nueva alternativa. Justo esto fue lo que pasó cuando una tarde, la maquillista profesional y artista argentina de efectos especiales para cine de 32 años Mercedes Moreteau salió a pasear al parque con sus amigas y se percató de que la cámara de su teléfono celular estaba dañada, así decidió plasmar los elementos del paisaje a través de emojis que de alguna manera ilustraran lo que ella estaba viendo.
Desde que Scott Fahlman desarrolló un lenguaje a partir de emoticones (basados en los signos de puntación de un teclado) y hasta que en 1999 Shigetaka Kurita ideó una forma de comunicación más divertida por medio de pequeños dibujos (mucho más detallados que un emoticón), los emojis se habían utilizado aislados y se interpretaban subjetivamente por quienes los recibía a partir de quienes los enviaban; eran entonces un recurso para la comunicación digital moderna, hasta que Mercedes decidió aprovechar sus formas y colores para usarlos en conjunto y desarrollar con ellos retratos de diversos personajes.
Moreteau ha retratado a destacadas personalidades como la cantante y compositora Gilda, al presidente argentino Mauricio Macri, al director de cine Woody Allen, pero sin duda el proyecto más significativo tanto para su autora, como para sus seguidores en redes sociales, es el que realizó de Donald Trump, el cual se caracteriza por tener elementos mucho más simbólicos, de modo que el dorado cabello del mandatario está formado por costales de oro y príncipes con corona, su rostro presenta en su mayoría manos abiertas y muchos puerquitos en todas sus presentaciones (completos o sólo su cara). Los ojos son distintos, uno está hecho con una bomba y el otro tiene un brillo rojizo que en realidad es la cara de un diablo, el volumen que da forma a su cabello está hecho con puñales, las bolsas debajo de sus ojos son cabezas de personajes que podríamos reconocer como árabes y en sus labios “tiene dos mezquitas, que lo que hacen es taparle la boca”, explica Mercedes, quien además asegura que cada elemento para este retrato fue planeado simbólicamente.
Más de 10 mil emojis y un mínimo de 150 horas de trabajo son ahora parte de la propuesta de esta joven artista que asegura que no sólo hay que elegir el color de cada emoji utilizado, sino también el criterio editorial adecuado para cada personaje.
Por ahora, Moreteau ha utilizado sus redes sociales y página web para exhibir sus creaciones: mechimoreteau.com/ o
@theemojional, pero no es raro que dentro de poco sus ilustraciones sean tema de una exhibición en algún museo del planeta, justo como sucedió el año pasado cuando el MoMa de Nueva York organizó una exposición en donde las piezas exhibidas eran emojis, los cuales fueron tratados y presentados como piezas del arte moderno que están sirviendo como vínculo con las nuevas generaciones y sus nuevas formas de comunicación y, últimamente, como elementos para generar imágenes.