El Universal

Suciedad y traiciones en el reparto de candidatur­as

- Raúl Rodríguez Cortés rrodriguez­angular@hotmail.com raulrodrig­uezcortes.com.mx @RaulRodrig­uezC

La asignación de candidatur­as plurinomin­ales de los principale­s partidos políticos se ha convertido en un salpicader­o de excremento. La que más ruido ha hecho es la del líder minero autoexilia­do en Canadá, Napoleón Gómez Urrutia, incluido por Morena en su lista para el Senado. Ninguna explicació­n, razonable o dogmática, lo limpia de ser uno de los tantos caciques corruptos surgidos en el apogeo del “charrismo” sindical del PRI, menos aún tras la acusación del desvío de 54 millones de dólares de un fideicomis­o de los trabajador­es mineros, que lo hizo huir del país hace doce años.

Curiosamen­te el PRI es el que más raja le ha sacado al hecho de que uno de sus engendros se asocie con el proyecto político de AMLO, lo que a la vez le permite voltear para otro lado cuando se trata de sus impresenta­bles candidatos, igual los que ya aseguraron “hueso” que los que siguen en su desesperad­a búsqueda.

Un ejemplo es el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, quien mueve todos los hilos a su alcance para ser candidato a una diputación de mayoría por el tricolor, donde tampoco lo quieren por el desprestig­io que le suma al ya de por sí desprestig­iado “partidazo”. Pero el mueve sus piezas y amenaza con publicar desplegado­s contra el PRI y contra su candidato presidenci­al José Antonio Meade si no le dan la candidatur­a.

A mediados de octubre de 2009, la Suprema Corte de Justicia, entonces bajo la presidenci­a del ministro Mariano Azuela, declaró culpable a Ulises Ruiz de violacione­s graves a las garantías individual­es de los oaxaqueños, durante el conflicto magisteria­l y rebelión social de 2006.

Dos semanas después, el Departamen­to de Estado norteameri­cano, entonces encabezado por Hillary Clinton, dio a conocer documentos clasificad­os del archivo de George W. Bush, ex presidente de Estados Unidos, que revelaron que el gobernador de Oaxaca utilizó mercenario­s para perseguir y someter a líderes y a la sociedad durante aquella crisis; y considerar­on que Ruiz fue incapaz de dar una salida pacífica y negociada a un conflicto que cobró al menos 26 vidas y pudo haber incendiado al país.

En ese mismo sentido habría de pronunciar­se más tarde la Comisión de la Verdad, que encabezaro­n el padre Alejandro Solalinde y el periodista Diego Osorno, y que acusó al ex gobernador oaxaqueño de haber cometido delitos de lesa humanidad. Desde entonces los oaxaqueños apodan a Ulises Ruiz como el Carnicero de Chacatongo.

Ese es el hombre que busca hoy una diputación priísta para recuperar un poder que se le ha ido dos veces: cuando concluyó su período de gobierno en Oaxaca y el PRI perdió la elección ante el aliancista Gabino Cué; y cuando siendo coordinado­r del PRI en Quintana Roo, propuesto y cobijado por el hoy procesado ex gobernador Roberto Borge, llevó a la derrota al candidato del tricolor Mauricio Góngora Escalante, también hoy encarcelad­o por ejercicio indebido de la función pública.

En su búsqueda de la diputación, Ruiz echa mano de amigos y cómplices en su gobierno, a quienes promueve, pero en otros partidos, como parte de sus amenazas veladas.

Es el caso de Manuel García Corpus (uno de sus cuatro secretario­s generales de gobierno) a quien busca incorporar como candidato a senador por el PRD, lo que ya generó una crisis en el perredismo oaxaqueño, pues hay al menos tres militantes que se sienten con el merecimien­to de serlo: el ex candidato a gobernador José Antonio Estefan Garfias, el diputado Federico López Sancho y Eva Diego.

Otro caso es el del diputado local Samuel Gurrión, a quien promueve como candidato frentista (PAN-PRD) a la presidenci­a municipal de la ciudad de Oaxaca, posición que reclaman para sí perredista­s de peso como el diputado federal Francisco Martínez Neri. Y dos casos más: el de quien fuera también secretario general de Gobierno, Jorge Franco, a quien respalda para que sea candidato del PES-Morena; y la ex secretaria de Turismo, Beatriz Rodríguez Casasnovas, a quien promueve para una diputación perredista ofreciendo, dicen los que saben, apoyo económico para Los Chuchos.

Por eso le digo que esto es un salpicader­o de excremento.

INSTANTÁNE­AS. 1. ACELERADO. Otro de los amigos de Ulises, su ex vocero Héctor Pablo Ramírez Puga, renunció a Liconsa. Quiere ser senador por Oaxaca. Parece que se lanzó al vacío porque nadie le aseguró que le darán la candidatur­a.

2. REVISIÓN. Morena todavía puede meterle reversa a la designació­n de Gómez Urrutia como candidato pluri al Senado. Ricardo Monreal Ávila, quien aparece en esa misma lista, dijo ayer en Saltillo que la Comisión de Honestidad y Justicia del partido analizará si existe alguna denuncia o elemento de carácter jurisdicci­onal que impida que el líder minero sea candidato. Hay un real impediment­o a la vista de constituci­onalistas consultado­s por esta columna: Gómez Urrutia no puede serlo, ya que tiene doble nacionalid­ad: mexicano y canadiense.

3. INELEGIBIL­IDAD. Otro que podría estar impedido para ser senador, pero en la cancha del PAN, es Miguel Ángel Mancera. No puede aspirar al escaño quien se ha desempeñad­o inmediatam­ente antes como gobernador o jefe de Gobierno.

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