SOBREVIVIR DE LA “BASURA”
• Central de Abasto de Toluca desecha cerca de 2 mil kilos diarios • “Aunque esté podrido sirve para comer”, dicen colectoras
Mexiquenses sin recursos para adquirir la canasta básica podrían beneficiarse de las 2 toneladas de alimentos que desechan mil 500 locatarios de la Central de Abasto de Toluca. Así lo hacen cerca de 20 familias que seleccionan frutas y verduras de la basura, que llevan a sus hogares. El Banco de Alimentos del Estado de México busca recogerlos gratis para beneficiar a 2 mil familias; los comerciantes rechazan entregarlos sin costo por considerar que al cobrar una cuota de recuperación, la organización les haría competencia desleal.
Toluca, Méx.— Las dos toneladas de alimentos que desechan mil 500 locatarios de la Central de Abasto de Toluca son aprovechados por un promedio de 20 familias que los seleccionan de la basura para llevarlos a sus hogares.
Si bien el Banco de Alimentos del Estado de México busca recogerlos gratis para beneficiar a 2 mil familias en pobreza alimentaria de la zona norte y sur de la entidad, el presidente de la organización Alberto Canúl acusa que los comerciantes de la Central no quieren entregarlos por considerar que al cobrar una cuota de recuperación por las despensas se convertiría en una competencia desleal.
Incluso Jorge Hernández, secretario de los condóminos, afirma que permiten a los pepenadores ingresar a las naves de la central porque es una forma de vida de las familias que acuden a seleccionar los productos.
Mientras está esta disputa, cada día, alrededor de las 12:00 horas se concentran en el área de los contenedores para seleccionar carne, verduras, frutas y legumbres que, con una lavada o cortando las partes en mal estado, servirán para alimentar a sus hijos.
Algunas de las pepenadoras acuden al lugar embarazadas o llevan a sus hijos de cuatro o cinco años. Es un trabajo que les permite no sólo llevar comida a su mesa, sino que en ocasiones les da otras satisfacciones, dependiendo de lo que encuentren en el basurero.
“A veces tiran zapatos, ropa, artículos de belleza, no siempre es comida lo que encontramos, aunque mucha de la fruta o la verdura está en buen estado para consumirla, sólo que al estar golpeada o magullada muchas veces la desechan los vendedores porque el comprador ya no la quiere.
“Pero yo no tengo para manzanas o peras, aunque tengan poquito y podrido me la puedo comer”, platicó una de las mujeres que tiene casi cinco meses de embarazo y acude a la pepena.
Esta misma práctica ocurre en varios puntos comerciales de la capital, por ejemplo el Mercado Benito Juárez o el 16 de Septiembre, los más emblemáticos por su antigüedad y la cantidad de usuarios que llegan a ellos, pero que no donan los alimentos.
Buscan estrategia contra la problemática. El titular del Banco de Alimentos del Estado de México IAP, Alberto Canúl Juárez, comentó que a través del gobierno municipal varios regidores tratan de mediar con los secretarios generales de cada organización de vendedores para que cedan y puedan reutilizar las toneladas de comida que se desecha.
“Lo que nos dicen es que observan su entrega como una competencia, incluso desleal, pero no es así, nosotros pedimos como cuota de recuperación 10 pesos, porque aparte llevamos las despensas a las regiones donde incluso no llegan programas de los diversos órdenes de gobierno, son gente con Seguro Popular si acaso, que no podrían venir a la Central a comprar nada”, aclaró.
El Banco de Alimentos actualmente provee ayuda en 45 municipios de las regiones poniente y sur de la entidad
“A veces tiran zapatos, ropa, artículos de belleza, no siempre encontramos comida, aunque mucha de la fruta o la verdura está en buen estado para consumirla” PEPENADORA