El teatro se le da los Cuevas

Nadie duda que el dramatismo ha sido un invitado de las conferencias y escenas familiares de los últimos años del hoy fallecido artista José Luis Cuevas y sus cercanos. Nos recuerdan que la enfermedad del artista tuvo momentos que él mismo describió como de telenovela, por ejemplo cuando en su museo, en el momento en que el artista y su esposa Beatriz del Carmen ofrecían una conferencia de prensa acerca de su estado de salud, su hija Ximena irrumpió para pedir que le permitieran estar cerca de él. El homenaje al artista en Bellas Artes, tras su muerte el 3 de julio de 2017, tuvo también una escena culminante cuando el público gritó a coro a las hijas del artistas: “No están solas”. Y ayer, de nuevo, hubo un toque dramático en el encuentro en la casa del artista y su viuda. Bazán se encontró con los medios con el fin de comunicar la “última voluntad” del artista, en un acto programado justo un día después del 87 cumpleaños del pintor. Sólo que en lugar de una “última voluntad”, la viuda del artista relató dos: que las cenizas del pintor y las de ella se conservaran en una urna de Los Siameses en Catedral y que en el funeral del artista no estuvieran presentes ni sus hijas ¡ni su hermano Alberto! Lo curioso ahora es con el escándalo que se viene por el manejo del Museo Cuevas, nada indica que haya caído el telón.