Minimizan expertos fin de interlocución
• Advierten de una participación indebida de la PGR en el proceso electoral del 1 de julio
Analistas coincidieron en que la decisión de Movimiento Ciudadano (MC) de romper con el gobierno federal más que una crisis, generará ruido político previo a las elecciones del próximo 1 de julio.
Coincidieron en que el gobierno federal ha dado un uso político a la PGR en torno a la investigación por probable lavado de dinero en contra del aspirante presidencial del PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya.
Los académicos. En contraste, el politólogo José Fernández Santillán dijo que sí puede haber una crisis institucional porque en el juego democrático los participantes deben respetar las reglas y este problema sólo generará un mayor conflicto.
El maestro en Sociología Política, José Antonio Crespo, aseguró que hay un uso faccioso de las instituciones en el caso de la PGR contra el aspirante de la coalición PAN-PRD-MC, porque si fuera un tema para combatir la corrupción no tienen por qué decirlo a los medios.
“El video que la PGR soltó no aporta nada al caso, sólo es para pegarle a Anaya, eso claramente tiene una intención electoral, porque si tienen algo sólido contra el panista deberían proceder”, dijo.
Señaló que hay una participación indebida en el proceso electoral del presidente Enrique Peña Nieto por medio de la instituciones de procuración de justicia.
Alberto Aziz, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), coincidió en que el gobierno federal tiene toda la intención de intervenir en el proceso electoral, como en 2004 y 2005 en el desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
El académico del Tecnológico de Monterrey, José Fernández Santillán, expresó que hay una guerra abierta entre el gobierno federal y el aspirante de Por México al Frente, donde todo mundo cree que se trata de una persecución política y de un uso faccioso de las instituciones. “Anaya se ha encargado de difundir esa versión”.
El doctor Luis Carlos Ugalde aseguró que hay una percepción de que la PGR se usa para golpear a Anaya, por la celeridad del caso y la torpe filtración de un video que dan pie para que se sospeche.