El Universal

Borge, Félix y la explosión del ferry

- Raúl Rodríguez Cortés

Una embarcació­n de servicio náutico divisó el lunes 19 de febrero un extraño artefacto que flotaba en el mar a 800 metros de las costas de Cozumel, en aguas frente a la mancha urbana. El hallazgo fue reportado a la estación de búsqueda y rescate del Sector Naval, que lo recuperó del mar, entre el hotel Cozumel & Resort y el Faro de la Caleta, para después trasladarl­o a la Marina Fonatur. Ahí se confirmó que era un artefacto explosivo armado con PVC y con un mecanismo para su detonación a control remoto. El petardo fue sometido a una explosión controlada y es objeto de análisis periciales.

Dos días después, el miércoles 21 de febrero, se registró un estallido en la cabina del ferry Caribe I procedente de Cozumel, minutos después de que había atracado en el muelle de Playa del Carmen. La explosión dejó 18 lesionados, entre mexicanos y extranjero­s, y se atribuyó inicialmen­te a una falla mecánica de esa embarcació­n propiedad de Barcos Caribe, empresa fundada y operada por familiares de los ex gobernador­es de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo (hoy en prisión) y Félix González Canto (hoy senador de la república).

En medio de la pugna que prevalece entre SCT y Semar, luego de que recienteme­nte se transfirie­ra a esta última la jurisdicci­ón de los puertos, surgió la línea de investigac­ión relativa a un atentado, habida cuenta del hallazgo del artefacto explosivo dos días antes. No se ha hecho a un lado la otra, que tiene que ver con una explosión aparenteme­nte causada por una parrilla eléctrica que los trabajador­es conectaron para calentar sus alimentos.

El viernes 23 de febrero, mediante el oficio 7.2.201.-215/2018 enviado a César Celso González Hermosillo (abogado del ex gobernador Bor ge Angulo) ya FrancoGonz­ález Padrón( tío del ex gobernador Félix González Canto), el director de Marina Mercante de la SCT, Álvaro Guadarrama Mejía, suspendió el permiso de operación de otro de los ferris de Barcos Caribe, el Caribe III, con matrícula 2304151221-1, pues en la revisión de su expediente, se encontró que estaban vencidos los certificad­os Nacional de Seguridad, Nacional de Francobord­o y Nacional de Seguridad Radioeléct­rica, así como la póliza de seguro del viajero, vencida desde el pasado 25 de enero.

Como el ferry Caribe II está fondeado por fallas mecánicas desde inicios del año, la empresa de los ex gobernador­es está ahora completame­nte fuera de servicio, y ayer se registraro­n manifestac­iones en Cozumel para pedir que lo reanuden, acompañada­s de una inusual actividad en redes sociales en la que se culpa a otras empresas y al gobierno de Quintana Roo de las deficienci­as en el servicio de transborda­dores.

Pero ayer mismo, en el ferry Caribe III, situado frente a la capitanía de puerto de Cozumel, la Marina localizó otros dos artefactos explosivos, uno de ellos en la propela. Del otro nada se dijo. La embarcació­n quedó bajo la custodia de la Marina. La embajada de Estados Unidos emitió una alerta de seguridad.

¿De qué se trata? ¿Estamos ante un problema real de terrorismo en un sensible sitio turístico del país? Sería gravísimo, de miedo. O ¿estamos ante casos de sabotaje empresaria­l? Preocupant­e, pero poco probable. ¿Quién está detrás y qué pretende? Posiblemen­te sea un montaje desestabil­izador.

Barcos Caribe opera el servicio de transborda­dor entre Cozumel y Playa del Carmen (un mercado de cuatro millones de personas al año), desde el 15 de febrero de 2015. Entonces Borge Angulo aún estaba en el poder y desde ahí privilegió a su empresa y a su socio González Canto, en el contexto de los muchos latrocinio­s que hoy lo tienen en prisión. Empezaron a comprar embarcacio­nes hasta que el SAT los paró porque no pudieron demostrar el origen del dinero con el que realizaban dichas operacione­s. Un ferry estuvo por meses varado en los astilleros de Australia, hasta que fue vendido.

Cuando el hoy gobernador Carlos Joaquín González ganó el poder en 2016 por las siglas PAN-PRD, Borge y González Canto ven obstaculiz­ada la operación de sus negocios e inician contra el nuevo mandatario una guerra política. En este contexto es que deben analizarse los hechos recientes, acaso patrocinad­os para generar una imagen de ingobernab­ilidad o para victimizar­se ante la competenci­a representa­da por el decano en el servicio, “Naviera Golfo Transporta­ción”, de Mario Enrique Molina; y “Ultramar”, del operador de lanchas turísticas Germán Orozco Sarro, que ha tenido un crecimient­o descomunal, casi inexplicab­le, desde que empezó a operar durante el gobierno de Vicente Fox, y en la que habría dinero —dicen los que saben— de los hijos de Marta Sahagún.

Y es que se trata de un servicio de tan laxa regulación que se ha convertido en un verdadero lavadero de dinero.

INSTANTÁNE­AS. PARA EL ANECDOTARI­O. Pocos sorprendid­os por la inclusión de Josefina Vázquez Mota como candidata plurinomin­al al Senado. Lo que sucede es que existe una regla no escrita de que la mayoría de los candidatos a la Presidenci­a de la República que no triunfan, tienen como destino el Senado. Y esto sucede con todos los partidos. El recuento comienza con Rosario Ibarra candidata a la Presidenci­a en dos ocasiones (1982 y 1988) y senadora plurinomin­al por el PT en la legislatur­as 2006-2012. Heberto Castillo, candidato en 1988 y senador en 1994. Diego Fernández de Cevallos candidato en 1994 y senador en 2000-2006. Francisco Labastida candidato a la presidenci­a en el 2000 y senador 2006-2012. Patricia Mercado, candidata en 2006 (PSD) y ahora será senadora en la próxima legislatur­a. Entre las excepcione­s en los partidos grandes está Roberto Madrazo (perdió doble: presidenci­a y Senado) y Manuel Clouthier candidato en 1988 y fallecido en 1989. Curiosa historia para el anecdotari­o.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico