El Universal

Odiosas, pero necesarias comparacio­nes

- Por NELSON VARGAS Profesor

Las comparacio­nes son odiosas, pero en ocasiones como ésta, creo que vale la pena hacerlas. Hoy, penosament­e, no sabemos nada de la entrega del Premio Nacional de Deportes 2017, ceremonia que ha quedado relegada en el quinto año que se reparte en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, y estoy convencido de que con este olvido se ha demerita este galardón tan importante.

Sé que las comparacio­nes son odiosas, pero vale la pena recordar lo que se hacía en otros tiempos en la organizaci­ón y ejecución de la entrega del PND. Como ejemplo, la importanci­a que se le daba en el sexenio del 2000 al 2006. La ceremonia se llevaba a caboenPala­cioNaciona­lconunafor­ode más de 500 personas; ahí estaban presentes un secretario de Estado en cada una de las mesas, además de personajes importante­s, quienes convivían con los deportista­s mexicanos que habían tenido éxito durante el año.

Asimismo, había un presídium encabezado por el Presidente de la República y su esposa, los representa­ntes de la Cámara de Senadores y Diputados y los premiados. Todo esto se hacía previo al desfile del 20 de noviembre… ahí se entregaba el reconocimi­ento más importante para los atletas y demás involucrad­os en el deporte nacional. Esos años fueron maravillos­os para los deportista­s.

Pero todo eso se ha perdido… aunque no en todos lados. El viernes pasado se realizó la entrega de la Presea Estado de México 2017, un reconocimi­entopúblic­odeestaent­idadaaquel­las personas que han trabajado a favor del desarrollo de los mexiquense­s. Esta ceremonia me hizo recordar lo que se generaba para el PND.

Se trató de un evento con la presencia de más de 3 mil personas, con cinco ex gobernador­es, todo el gabinete del Estado de México; un premio en el que además se festejó el 194 aniversari­o de la creación de la entidad.

Se premió en 17 categorías. Reconocer a las personas que han hecho algo bueno es muy importante para la sociedad. Me llamó la atención, además, la solemnidad con la que se entregaron los reconocimi­entos, la disposició­n de las autoridade­s para reconocer a estas personas que han trabajado en beneficio de los mexiquense­s. La cantidad de categorías a destacar: ciencia, arte, deporte, al trabajo, al mérito cívico y muchas otras más que forman parte fundamenta­l de la vida. Fue algo muy parecido, en cuanto a lo emotivo e importante para la sociedad, que lo que se vivía en aquel no tan lejano sexenio del 2000 al 2006 con el PND.

Pero volvamos al presente. El Premio Nacional de Deportes debió entregarse hace mucho, desde el año pasado, y no ha pasado nada. Esto es lamentable. Los deportista­s no saben para cuándo les van a hacer entrega del reconocimi­ento y, en los casos que también se otorga, el beneficio económico.Estoesunaf­allaterrib­ledequien le correspond­e trabajar, estar al pendiente e insistir para que se cumpla.

Ojalá esta espera e incertidum­bre termine pronto, que se entregue el PND y vuelvan a darle la importanci­a que merece este reconocimi­ento.

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