CRÓNICA DECEPCIÓN CEMENTERA
La maldición de no poder ganar en casa, vigente; para colmo, fallan un penalti
Cruz Azul es incapaz de brindar alegría a su gente. Sigue sin poner orden en casa. Francisco Silva fue villano al desperdiciar un penalti, lo que abrió el camino a un inesperado triunfo (0-1) de Gallos Blancos.
El cuadro celeste fue superior en funcionamiento, pero la falta de contundencia volvió a ser la diferencia, como ha sucedido en todo el Clausura 2018. Los cementeros tienen apenas una victoria, se logró de visita. Su casa, próxima a ser demolida, ya no pesa tras dos derrotas y tres empates. Así la agonía del estadio Azul donde La Máquina apenas si anota.
Los Gallos cantaron con un golpe de suerte y una victoria que los mantiene con 12 puntos, aún con posibilidades de alcanzar zona de Liguilla, que tanto se le aleja ya a La Máquina Celeste.
Durante el primer tiempo, Cruz Azul tuvo a los Gallos en punta de cañón. Pero la falta de contundencia evitó que las redes se sacudieran. La localía hizo todo lo posible al ser dueña de la posesión. Los desbordes por derecha, con Edgar Méndez, eran constantes, pero la artillería cementera no llegaba a tiempo con la redonda.
La más clara para los dirigidos de Pedro Caixinha fue a los 33 minutos. Martín Cauteruccio filtró para Ángel Mena dentro del área, pero el ecuatoriano no pudo vencer el achique del portero Tiago Volpi, figurón para los queretanos.
Los pupilos de Luis Fernando Tena apostaron al pelotazo y a esperar cualquier distracción de la zaga rival. Pero las líneas de abajo se mostraron sólidas y con un atento Jesús Corona.
El Querétaro enseño poco, nula efectividad que se atizó desde los 16 minutos, por la lesión del chileno Edson Puch; su lugar fue tomado por Camilo Sanvezzo, hombre que haría diferencia en el llamado “momento Cruz Azul”... esos últimos 10 minutos del duelo en que los rivales dan la vuelta.
En la segunda mitad, La Máquina siguió con las mismas revoluciones. Su dominio en el sector del visitante había cobrado frutos al 50’, al conseguir un penalti polémico, precedido de una mano celeste, de Felipe Mora que el árbitro Marco Antonio Ortiz no marcó.
Al cobro Silva, quien sucumbió a la presión. Volpi atajó el envío y se hizo del balón en dos tiempos. El Gato era el nuevo villano.
El cotejo dio un giro drástico a 10 minutos del final: disparo de Sanvezzo, desvío de Roco y gol... Una vez abierto el marcador, Gallos Blancos se replegó para asegurar esos tres puntos que la oncena cruzazulina no puede conseguir en casa. La deuda crece.
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