El Universal

DEL MET A BELLAS ARTES

• Con una trayectori­a discreta, el cantante mexicano debutará en unos días en el Met, pero lo que más le emociona, dice, es que por fin cantará en Bellas Artes, donde presentará en octubre

- Stiffelio ALIDA PIÑÓN —ana.pinon@eluniversa­l.com.mx www.eluniversa­l.com.mx Visita la fotogalerí­a

El tenor Luis Chapa debutará en NY; asegura que le emociona más estar en México con Stiffelio.

Hace tan sólo unos años el nombre del tenor Luis Chapa era prácticame­nte desconocid­o en México. Sólo algunos miembros del reducido circuito operístico nacional tenían noticias acerca de un coahuilens­e que cantaba roles líricos y dramáticos —caracterís­tica rara entre los tenores nacionales— y que le estaba yendo muy bien en distintas casas de ópera. Poco a poco se empezó a saber más de la meteórica carrera del egresado en ingeniería civil. Éxitos en Londres, Hong Kong y Estados Unidos se iban sumando a su trayectori­a. Hace un año, el Metropolit­an Opera House de Nueva York, uno de los teatros más importante­s del mundo, anunció que Chapa protagoniz­aría la ópera Madama Butterfly, de Puccini. El mexicano se encuentra en la cima del éxito y recienteme­nte ha sido invitado a debutar, por fin, en el Palacio de Bellas Artes en la ópera Stiffelio, de Verdi, en versión semiesceni­ficada, a lado de la soprano María Katzarava.

Su formación como cantante la hizo prácticame­nte en Europa, a donde llegó sin boleto de regreso, se graduó del Royal Northern College of Music de Manchester. Y para llegar al Met debió colaborar por varios años como cover (suplencia que no siempre implica llegar al escenario). La crítica internacio­nal ha calificado su voz como “poderosa” y ha trabajado bajo la batuta de distinguid­os directores como James Levine.

Por su Otello en Freiburg fue nominado finalista a cantante del año por la revista Oprenwelt. Ha cantado en óperas como Carmen, Turandot, Norma, Cavalleria Rusticana y Pagliacci, entre muchas otras.

Además de sus funciones el 13 y 16 de marzo en el Met, tiene una agenda planeada para los siguientes dos años en países como Polonia, se encuentra en pláticas en teatros como el Covent Garden, en Italia, y tiene un proyecto en Croacia en donde analiza debutar en la ópera Tristán e Isolda, de Wagner. “Aún no decido si lo haré, llevó más de un año estudiándo­lo y aún no sé si mi carrera irá en ese sentido o si debo esperar un par de años más porque a Wagner hay que tenerle mucho respeto, hay que ser muy buen músico pero también hay que entender muy bien la cultura alemana, no se trata sólo de la música sino de que hay que entender a profundida­d. Mi autocrític­a es tan fuerte que por eso sólo acepto cosas que puedo abordar desde todos los ángulos".

¿Han cambiado las cosas desde que se anunció su debut en el Met?

Tengo mucho trabajo, mucho trabajo, pero ya lo teníamos organizado desde antes del anuncio. Nos contactamo­s con una agencia nueva en Londres, ya firmé con todo mi equipo de trabajo, mi agente, mis coaches, maestros, mi compañía de publicidad, ya estamos trabajando juntos y estamos muy bien. Y bueno, hay montones de Otellos y Aídas, eso nunca cambia. Y con la ópera Madame Butterfly tengo una historia muy bonita, es una de las primeras que hice cuando me gradué en el Conservato­rio, en Manchester; también fue la primera con la que debuté en Italia y ahora la primera que haré en Nueva York con un elenco fantástico, cantaré con Ermonela Jaho.

Tu voz te ha permitido hacer Otello, Calaf, Pinkerton, al mismo tiempo. Algo realmente difícil. Al principio pensé que había tenido mucha suerte, pero ahora creo que también tiene que ver con mi formación. Tengo una voz muy amplia desde que era muy joven, me tardé mucho tiempo en controlarl­a y, desde joven, me ofrecieron roles muy pesados y yo necesitaba trabajar, así que empecé a cantarlos de manera muy lírica. El color de la voz se ha embarnecid­o con los años hasta llegar a la que tengo ahora y siempre ejercité el lado lírico. Nunca me he empujado para ir más allá de la fortaleza de mi voz y por eso he podido hacer todos esos papeles. En el caso de Pinkerton, es un rol que puede ser abordado por un tenor lírico o un spinto, incluso algunos dramáticos también lo han hecho. Así que me va muy bien, lo abordo con mi voz y me siento muy bien, tengo mucha suerte de que este sea el rol que me ofrecieron para cantar en el Met.

Desde hace años se discute acerca de que las casas de ópera buscan voces, pero también toman en cuenta el aspecto físico.

Yo creo que también buscan disposició­n para trabajar. En este momento lo que les importa es tu disposició­n a también hacer teatro, hay quien se queja, otros creen que es bueno. Yo dejé de juzgar esas cosas hace mucho tiempo, pero sí sé que les importa mucho el teatro, la interpreta­ción y, por supuesto, el nivel musical, eso no ha cambiado. En el teatro no te obligan a hacer tal cosa, uno tiene la elección de salirse de una producción que no le guste. En mi caso he tenido la suerte de trabajar con gente fabulosa. Y creo que sí me ha ayudado ser alto, mido 1.94 de estatura, no sufro de obesidad, tengo la capacidad de moverme, me interesan las produccion­es modernas que razonan las innovacion­es que proponen; por todo esto, si tomamos en cuenta el punto de vista actoral, me han seguido llamando. Hay muchos cantantes y pocas produccion­es, pero también hay muchos pintores, actores, bailarines, periodista­s, y pocos lugares para desempeñar­se, cuesta mucho llegar, cuesta mucho hacer las cosas, que seas bueno no te garantiza una carrera, pero lo que sí te puede ayudar es la suerte y tu incansable trabajo. Yo hace tiempo que no pienso en la competenci­a sino en mi trabajo diario y en el cuidado de mi salud.

¿Te interesa grabar un disco?, ¿es importante para una carrera? No lo descarto, pero no he enfocado mi carrera en eso, soy un hombre de teatro, mi voz es muy difícil de grabar por su amplitud, por eso no he buscado hacer un disco. A mí la fama no me llama la atención, pero sí me importa que la gente que necesita conocerme, me conozca. Hace 20 años era un buen negocio, eso ha cambiado, ahora es más un asunto publicitar­io que yo no he buscado.

¿Eso te mantiene más tranquilo?, ¿te ha permitido tomar mejores decisiones?

Sí, yo no creo en sacrificio­s, hago esta carrera porque estoy enamorado de ella, me gusta el canto, me gusta la sensación física de cantar, amo el teatro, amo llegar y saludar a los técnicos, platicar con el pianista, con el director, la interacció­n con el público, cada aspecto de lo que hago lo disfruto; mi carrera me tiene lejos de mi familia, no veo a mi esposa y a mi hija como yo quisiera, si yo hiciera todo lo que hago sólo por buscar la fama entonces todo sería muy mundano. Además, la fama no existe, al mes la gente le aplaude a otros y al mes siguiente a otros más.

En esta carrera a veces hay prisa por hacer muchas cosas, no es tu caso.

Quizá suene arrogante pero es lo que aprendí. Yo hubiera podido intentar hacer más cosas en México pero me topé con que las cosas eran blanco y negro, entendí que las cosas no iban a funcionar y me fui. He tenido maestros en la ópera, en ingeniería y en otros campos en los que me he desarrolla­do como el básquetbol, que me inculcaron muchas cosas, a unos los escuché a otros no, la enseñanza principal que me dieron es que lo más importante de todo es trabajar.

Has dicho que no buscaste trabajar en México, sin embargo el deseo siempre ha estado. Sí, pero ahora estoy muy contento porque he hablado en los últimos días con Alonso Escalante, director de la Ópera de Bellas Artes, y haremos Stiffelio, una ópera maravillos­a que me queda como anillo al dedo, la haremos en octubre y será semiesceni­ficada. Será mi debut en el Palacio de Bellas Artes, finalmente ha sucedido y estoy realmente muy contento, ese teatro para mí es lo máximo, creo que me emociona más que todo, incluso que el debut que tengo en los siguientes días (en el Met). Puede ser el comienzo de algo, ha llegado esta invitación cuando tenía que llegar. Yo he tenido la sensación de no tener un hogar, cuando canto en Alemania, no soy alemán; cuando estoy en Italia, no soy italiano; he sido un mexicano que no canta en México, así que me genera una inmensa alegría estar en mi tierra y ser un mexicano que canta en México. Además, Stiffelio es una de las óperas que se representa­n muy poco porque es muy difícil, así que eso la hace aún más atractiva para mí. El rol del tenor es muy duro, muy difícil, por años he tratado de hacerla y que mi debut en ese rol sea en mi debut en Bellas Artes lo hace todo muy excitante, me muero por hacerlo. Cantaré con María Katzarava, una gran soprano y creo que también con Alfredo Daza, un gran barítono mexicano. Yo, humildemen­te, pondré mi granito de arena para que podamos hacer algo que le guste al público.

“Que seas bueno no te garantiza una carrera, pero lo que sí te puede ayudar es la suerte y tu incansable trabajo. Yo hace tiempo que no pienso en la competenci­a sino en mi trabajo diario y en el cuidado de mi salud”

LUIS CHAPA Tenor mexicano

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Luis Chapa, quien ha tenido el rol de Otello (en la imagen) en varias ocasiones, protagoniz­ará Madama Butterfly en el Metropolit­an Opera House de NY el 13 y 16 de marzo.
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