CHIVAS LIMPIA EL ORGULLO MX
Guadalajara logra la remontada ante el Sounders de la MLS y está dentro de los cuatro mejores de la Concacaf
Zapopan.— Grandeza y jerarquía. Con eso ganó el Rebaño Sagrado, que fue inclemente, como paciente, para lograr la remontada ante el Seattle Sounders e instalarse en las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Goleada 3-0 que alegró los colores rojiblancos, que ondearon por todo lo alto del estadio Akron. Hacía mucho tiempo que el Guadalajara necesitaba una noche así, pletórica, contundente y aprovechándose de un rival que hace ver a la MLS como una liga con conjuntos temerosos cuando salen de la comodidad de la localía.
El 1-0 que habían obtenido los estadounidenses se quedó como una renta corta para la vuelta. Guadalajara, ahora, enfrentará al Red Bulls de Nueva York.
Chivas tuvo que apelar a la serenidad. Trabajó el partido, lo llevó al puerto que quería, porque tarde o temprano se iba a abrir la resistencia de los Sounders.
Primer tiempo de un 0-0 que hubiera puesto nervioso a cualquiera, pero ayer al Guadalajara eso no le ocurrió.
Mantuvo la calma, sin cometer pases precipitados o disparos lejanos. Fue hasta que encontró un tiro libre que le rescató de cualqiuer desesperación en el duelo.
Corría el minuto 50 del partido. Oswaldo Alanís detectó que el portero contrincante tenía serias deficiencias técnicas para ser un portero de confianza.
El zaguero impactó el esférico, hacia el poste de Sebastian Frei. Potencia y colocación, además de complicidad del guardián de la portería. La pelota se anidó y comenzó a enderezar el rumbo para el Rebaño Sagrado.
La fanaticada tapatía despertó, porque sabía que era el tanto que ponía en ruta de la remontada.
Con los jugadores chivas más sueltos, vino la confianza y la incertidumbre de la zaga del Seattle.
En un control orientado, Rodolfo Pizarro mandó un pase filtrado para Javier López. La Chofis se enfiló hacia la meta, iba feliz de tanta soledad, vio la salida del guardameta, le hizo un sombrerito y sobre la línea de meta cabeceó hacia dentro de la cabaña, para poner el 2-0 (55’).
Esa conquista representaba ya la clasificación. Pero cuando sólo hay un tanto entre el pase y la eliminación, el nerviosismo suele crecer. Sounders intentó, adelantó líneas y tiró los “ollazos” para buscar un remate de cabeza.
Las Chivas, en cambio, contragolpearon con eficiencia y en una jugada de crack, mediante un taconazo contundente de Jesús Godínez, el tercero de los rojiblanco (81’) y la serie definida.
Con mucho pesar, el Guadalajara había vivido tiempo de vergüenza y de inestabilidad. Anoche despejó fantasmas, sigue en la ruta de poder salvar el semestre con un trofeo. Matías Almeyda, su técnico, por fin sonríe. •