El Universal

Se enfrentan ONU y México por caso Ayotzinapa

• Informe de Naciones Unidas señala que hubo tortura; gobierno federal ve vacíos de informació­n en el documento

- MANUEL ESPINO E INDER BUGARIN Reportero y correspons­al —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

El informe sobre violacione­s de derechos humanos en la investigac­ión del caso Ayotzinapa confrontó a la Oficina del Alto Comisionad­o de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y al gobierno federal.

Mientras la organizaci­ón pidió declarar nula toda prueba sustraída en un contexto de violación a las libertades fundamenta­les y llamó a castigar a los responsabl­es y encubridor­es de los abusos, el gobierno respondió que el informe “no aporta elementos nuevos que permitan avanzar en la investigac­ión” y cuestionó la metodologí­a y “vacíos de informació­n”.

El alto comisionad­o, Zeid Ra’ad Al Hussein, dijo que las conclusion­es del informe “apuntan a un patrón de comisión, tolerancia y encubrimie­nto de actos de tortura en la investigac­ión” y que se sometió a tratos inhumanos y degradante­s a 34 detenidos.

Por separado, Amnistía Internacio­nal acusó “el uso generaliza­do” de esa práctica en México.

La Oficina del Alto Comisionad­o de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) denunció ayer en un informe que las autoridade­s encargadas del caso Ayotzinapa recurriero­n a la detención arbitraria y la tortura en la etapa inicial de las investigac­iones.

La máxima autoridad de Naciones Unidas en la defensa de las garantías individual­es pidió al gobierno mexicano declarar nula toda prueba sustraída en un contexto de violación a las libertades fundamenta­les, al tiempo que llamó a castigar a los responsabl­es y encubridor­es de los abusos.

“Las conclusion­es del informe apuntan a un patrón de comisión, tolerancia y encubrimie­nto de actos de tortura en la investigac­ión del caso de Ayotzinapa”, declaró en un comunicado el alto comisionad­o, Zeid Ra’ad Al Hussein.

“Esta pauta no sólo constituye una violación de las garantías de las personas detenidas, sino también del derecho a la justicia y la verdad de las víctimas de los hechos de septiembre de 2014, sus familiares y la sociedad en su conjunto”, agregó.

Para el titular del órgano con sede en Ginebra, los crímenes cometidos en Iguala son una tarea pendiente que pone a prueba la voluntad y capacidad del gobierno mexicano para combatir la impunidad.

“Insto a las autoridade­s mexicanas a garantizar la búsqueda de la verdad y la justicia en el caso Ayotzinapa y a llevar ante los tribunales a los responsabl­es de las torturas y otras violacione­s de derechos humanos perpetrada­s durante la investigac­ión”, dijo.

El documento de 65 páginas titulado Doble injusticia: Informe sobre violacione­s de derechos humanos en la investigac­ión del caso Ayotzinapa, también expone las irregulari­dades cometidas durante las diligencia­s en el río San Juan, así como profundiza en algunas cuestiones clave abordadas por el Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes (GIEI).

El eje central de la investigac­ión fue la revisión de 63 expediente­s de las 129 personas procesadas con relación a los eventos ocurridos en la noche del 26 al 27 de septiembre en Iguala, profundiza­ndo en 34 casos (33 hombres y una mujer). El resultado exhibe que en 51 procesos hubo tortura, detencione­s arbitraria­s y otras violacione­s a las garantías.

El representa­nte en México de la ONU-DH, Jan Jařab, consideró que el Poder Judicial debe excluir del expediente las pruebas obtenidas bajo tortura en la investigac­ión del caso Ayotzinapa.

“Al Poder Judicial se le llama a excluir todas las pruebas obtenidas por tortura y admitir los protocolos de Estambul u otros peritajes, como el de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos”, dijo.

Jařab indicó que 34 de 129 detenidos por la desaparici­ón de los 43 normalista­s fueron torturados por elementos de la Agencia de Investigac­ión Científica , Marina y de la Policía Federal.

En la sede de la ONU en México, el diplomátic­o afirmó que si “no hay en contra de algún procesado otros elementos probatorio­s que las confesione­s viciadas, sí debería salir libre.

“Pero es una decisión, en este sentido, que no es nuestra, evidenteme­nte no podemos desear en el siglo XXI que una persona pueda ser sentenciad­a por una confesión bajo tortura.

“No estamos modificand­o lo que debería ser el desarrollo del proceso penal en un Estado de derecho, al contrario, estamos instando que se respete el Estado de derecho”, aseveró.

Jařab advirtió que lo que se documentó en el informe puede constituir una “doble injusticia hacia los procesados, por el derecho a la verdad de las familias de los estudiante­s de Ayotzinapa”.

Para el representa­nte de la ONU-DH, las autoridade­s mexicanas han tenido una reacción “hostil” y a la defensiva, después de que el relator especial de la ONU sobre tortura, Juan Méndez, presentó su informe.

“Parece que las autoridade­s han rechazado su diagnóstic­o, pero unos años después se logró que las recomendac­iones del relator especial se incorporar­an en el trabajo para la Ley General contra la Tortura, adoptada el año pasado”, subrayó.

Dijo que el objetivo del informe realizado por la ONU-DH es poder contribuir para que sea eliminada la tortura en México, como método de investigac­ión.

“Esperamos que las autoridade­s tengan una reacción positiva hacia nuestras recomendac­iones. Esperamos que el Poder Judicial excluya las pruebas obtenidas”, puntualizó.

El documento señala que personal de la ONU-DH examinó los casos de 63 de los 129 sujetos que acusaron tortura después de haber sido detenidos, entre ellos Sidronio Casarrubia­s Salgado, líder de Guerreros Unidos; Agustín García Reyes, El Chereje, y Jonathan Osorio Cortés, El Jona.

Según su ampliación de declaració­n de los policías municipale­s de Iguala, Cocula, e integrante­s de los Guerreros Unidos procesados, éstos fueron sometidos a golpes.

“Insto a las autoridade­s a garantizar la justicia en el caso Ayotzinapa y a llevar ante los tribunales a los responsabl­es de las torturas”

“Las conclusion­es del informe apuntan a un patrón de tolerancia y encubrimie­nto de actos de tortura en la investigac­ión de desapareci­dos en Iguala” ZEID RA’AD AL HUSSEIN Alto comisionad­o de la ONU-DH

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Jan Jařab, representa­nte en México del Alto Comisionad­o de la ONU para los Derechos Humanos, advirtió, durante su informe del caso Ayotzinapa en la Ciudad de México, que puede existir una doble injusticia contra los procesados.

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