Medalla María Cristina Salmorán de Tamayo
El pasado 8 de marzo dos distinguidas juzgadoras, las magistradas María Antonieta Azuela Güitron y Celia Marín Sasaki, recibieron de manos del ministro Luis María Aguilar Morales, presidente de la SCJN y del CJF, la medalla “María Cristina Salmorán de Tamayo” al mérito judicial femenino.
Esta es la tercera ocasión desde que se instituyó, en que la medalla se entrega teniendo como marco la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, una forma de rendir homenaje a quien fuera la primera mujer designada ministra del alto tribunal de la nación y a la vez reconocer los méritos y trayectoria jurisdiccional de compañeras juzgadoras.
La magistrada Azuela, acreedora de la Medalla en la categoría de PJF, es destacada jurista, con una ejemplar carrera que inició como secretaria de Tribunal Colegiado, luego secretaria de Estudio y Cuenta de la 2ª Sala de la Corte y desde 1984 magistrada de Circuito. Además le distingue una inclinación por la enseñanza, habiendo impartido las cátedras de Sociología y Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho de la UNAM, que el año pasado le entregó la “Presea Conmemorativa del Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
La magistrada Marín, galardonada en la categoría de juzgadoras que no pertenecen al PJF, cuenta también con una sobresaliente trayectoria en el Tribunal Superior de Justicia de la CDMX, en el que actualmente es magistrada de la 5ª Sala Penal. También ha sido profesora adjunta en la Facultad de Derecho y titular en el Sistema de Universidad Abierta, en la UNAM. En 2016 recibió el Premio Nacional al Servicio Público y el Premio del Concurso Fiat IUSTITIA.
En este año, la entrega de la Medalla tuvo un doble significado. Además de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, celebramos el centenario del natalicio de la ministra Salmorán.
Doña Cristina nació en el hermoso estado de Oaxaca el 10 de agosto de 1918 y antes de que en nuestro país se reconociera a la mujer el derecho del voto, ella ya era Presidenta de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje —la primera mujer en ese encargo—, había cursado el doctorado en la entonces Escuela Nacional de Jurisprudencia y viajado a Francia gracias a una beca que le otorgó la OIT, además de ser madre y esposa.
Con sobrada razón se dice de ella que fue una mujer que se adelantó a su tiempo y abrió senderos para las mujeres mexicanas.
En 1961 el entonces presidente de la República, Adolfo López Mateos, con la aprobación de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión, la nombró ministra de la SCJN, primera mujer en acceder al alto tribunal y según algunos datos, la primera en integrar una Corte Suprema o Tribunal Constitucional en el mundo.
A ella correspondió agradecer la bienvenida que el entonces presidente de la Corte, el ministro Alfonso Guzmán Neyra, les brindó a ella y a los ministros que al tiempo fueron también designados, Alberto R. Vela y Manuel Yáñez Ruiz.
Ante el pleno señaló: “El honor de concurrir a la integración de este alto tribunal, se acrecienta la satisfacción de servir a la patria en sus órdenes de justicia, de progreso social. En un clima de libertad. A sus objetivos encaminaremos todos nuestros esfuerzos, y yo con el doble carácter de mujer y de abogada”.
El evento sirvió de marco para que el ministro Luis María Aguilar Morales anunciara la próxima convocatoria a concursos de selección de Jueces de Distrito y Magistrados de Circuito exclusivamente para mujeres. Una acción afirmativa que garantiza el acceso a un número mayor de juzgadoras a fin de compensar su muy escasa participación en estos niveles —que ni siquiera alcanza 24%— y apoyar sus legítimas aspiraciones profesionales.
Así conmemoró la Corte el Día Internacional de la Mujer, rindiendo homenaje a mujeres cuyo legado en favor de la igualdad es indudable, y a través de ellas a todas las juzgadoras del país.
A ellas y a todas las mujeres mexicanas, un sincero reconocimiento. •