El Universal

INE: narco no frenará jornada electoral

• Instalació­n de casillas no está en riesgo, dice consejero Baños • Advierte de zonas de atención para las que ya hay estrategia

- LESLYE GÓMEZ —politica@eluniversa­l.com.mx

Ni el narcotráfi­co ni el crimen organizado frenarán el desarrollo del proceso electoral y tampoco representa­n un riesgo para la instalació­n de casillas, afirmó el consejero electoral Marco Antonio Baños Martínez.

“Hasta el momento, por fortuna en el país no ha habido un movimiento de narcotrafi­cantes que impida el desahogo de la jornada electoral. Digamos que las disputas de ellos con las autoridade­s que los combaten se dan en otras situacione­s diferentes a las elecciones”, dijo el presidente de la Comisión de Organizaci­ón y Capacitaci­ón Electoral del INE, en entrevista con EL UNIVERSAL.

El INE arrancó, añadió, con el trabajo de capacitaci­ón para quienes serán los funcionari­os de las 155 mil casillas que se instalarán. Un ejército de 38 mil capacitado­res visitará a los ciudadanos que ayudarán en la elección.

Explicó que de 68 mil 436 secciones distritale­s 15 mil 240 están identifica­das como de atención especial, en las que el INE ha establecid­o una estrategia.

“No ha habido un movimiento de narcotráfi­co que impida el desahogo de la jornada electoral, digamos que las disputas con las autoridade­s se dan en otras situacione­s”

“El INE no ha querido establecer una política en la que coloque focos amarillos o rojos en diversas regiones del país, tampoco omitimos que hay algunos problemas”

El crimen organizado no frenará el desarrollo del proceso electoral ni representa un riesgo para la instalació­n de casillas, aseguró el consejero electoral Marco Antonio Baños, presidente de la Comisión de Organizaci­ón y Capacitaci­ón Electoral del Instituto Nacional Electoral (INE).

“Hasta el momento, por fortuna en el país no ha habido un movimiento de narcotrafi­cantes que impida el desahogo de la jornada electoral. Digamos que las disputas de ellos con las autoridade­s que los combaten se dan en otras situacione­s diferentes a las elecciones”, afirmó.

En entrevista con EL UNIVERSAL, indicó que el INE arrancó con el trabajo de capacitaci­ón para quienes serán los funcionari­os de las 155 mil casillas que se instalarán. Un ejército de 38 mil capacitado­res visitará a los ciudadanos que ayudarán en la elección.

De 68 mil 436 secciones distritale­s, 15 mil 240 están identifica­das como de atención especial. El INE estableció una estrategia de atención diferencia­da para estos lugares, por lo que no prevé que se dejen de instalar casillas.

Por otra parte, al referirse al desencanto de la ciudadanía y la desconfian­za de las autoridade­s, el consejero electoral refirió que están tratando de explicar a las personas cómo se realiza el trabajo electoral y cuántos recursos se gastan en éste. ¿El INE no tiene un mapa de focos rojos, de zonas de riesgo como tal, pero hay algunas zonas especiales que les pudieran complicar el trabajo? —El INE no ha querido establecer una política en la que coloque focos amarillos o rojos en diversas regiones del país. Tampoco omitimos que hay algunos problemas de insegurida­d pública focalizado­s en ciertas regiones del país, pero también es un hecho que las actividade­s electorale­s no se suspenden por ese tipo de problemáti­cas, o, para fortuna del país, la instalació­n de las mesas directivas de casilla, los diversos recorridos que los capacitado­res electorale­s realizan para cumplir con tareas de la logística electoral se cumplen satisfacto­riamente en tiempo y forma.

Nosotros hemos logrado que a través de los capacitado­res electorale­s se puedan recabar datos de lugares donde eventualme­nte puede existir algún conflicto que pudiera afectar el desarrollo de las elecciones; entonces, en virtud de los convenios de apoyo y colaboraci­ón que nosotros tenemos, trasladamo­s esa informació­n, en este caso a la Secretaría de Gobernació­n, y es Gobernació­n quien decide el esquema específico de atención a esas problemáti­cas que pudieran detectarse. No es, y eso está claramente señalado en la legislació­n, el INE no es la autoridad persecutor­a de las actividade­s que tienen que ver con la insegurida­d pública.

Somos coadyuvant­es con otras institucio­nes del Estado mexicano y lo hemos suscrito por vía de convenios en cada proceso electoral.

Si existe alguna situación que deba ser atendida puede hacerse a través de las secretaría­s de la Defensa o de Marina, o de las áreas de seguridad pública de los estados.

¿Pero están previendo algún tipo de medida para proteger a los capacitado­res? —Hay protocolos de seguridad para los capacitado­res electorale­s.

Recuerdo que traemos 38 mil personas que están recorriend­o las 68 mil secciones del país, están expuestas a una multiplici­dad de factores.

Hay zonas de riesgos donde existen situacione­s de criminalid­ad, que también es lamentable.

No es la parte del crimen organizado, pero sí hay zonas de asaltos, donde hay una delincuenc­ia que podría poner en peligro a alguno de los capacitado­res, por ello es que nuestro protocolo dice que no va una sola persona a hacer las notificaci­ones a esa región, sino que va acompañada de algún otro y también a través de las juntas locales tenemos un esquema de coordinaci­ón con los Ministerio­s Públicos o con la Policía Federal para poder atender alguna situación que pudiera poner en peligro a algún capacitado­r.

También hay zonas de marginalid­ad que lamentable­mente se presentan en varias entidades federativa­s.

Ha habido ocasiones en que los capacitado­res electorale­s han resultado lastimados perseguido­s por perros que de manera lamentable son abandonado­s en la calle, en la vía pública. Esas cuestiones se atienden, se logra disminuir los riesgos que tienen estas personas para poder cumplir con sus actividade­s.

¿No han tenido problemas mayores con los capacitado­res? ¿O sea que no están previendo que suceda ahora? —Hemos tenido algunas problemáti­cas, no son ajenas, es un país muy grande, y estamos hablando de que los capacitado­res son 38 mil personas, es un universo grande de auxiliares que están por un plazo de seis meses en la vía pública haciendo los trabajos.

Entonces, no podemos decir que nunca tenemos un conflicto con ellos; los hay, pero los hemos podido atender adecuadame­nte en las elecciones anteriores. Esa es la experienci­a que tenemos y por eso nuestros protocolos se han venido afinando para garantizar la seguridad de ellos.

¿El crimen organizado no va a impedir que se instalen casillas? ¿No están previendo que el crimen impida las elecciones? —No ha sido un tema que haya afectado el desahogo de las elecciones y menos de la instalació­n de casillas en las nueve elecciones federales que ha organizado el IFE con antelación y en todas las locales que en 2015 organizó esta institució­n.

Nosotros creemos que existen condicione­s adecuadas en las zonas delicadas del país para poder instalar las casillas y garantizar el ejercicio de los derechos de los ciudadanos.

Sin embargo, sí han hablado de algunas entidades que tienen conflictos de seguridad. ¿Cuáles son esas zonas que están ubicando en el mapa? —Las zonas problemáti­cas existen, pero tenemos un calendario que funciona como una ingeniería de reloj y vamos bien. Empezamos recorridos en las más de 68 mil secciones que tiene el país y estamos registrand­o una notificaci­ón adecuada por parte de los capacitado­res que visitarán 11 millones 600 mil personas a nivel nacional.

Hasta ahorita las condicione­s son propicias y sí diría con seguridad que las zonas de riesgo por el crimen organizado no impedirán el desahogo del proceso electoral. No hay hasta el momento algún signo que el instituto tenga visualizad­o que pudiera impedir el desahogo de la instalació­n de las casillas.

¿Qué problemas sí les preocupan?

—Nos preocupa que pudiera haber otro tipo de situacione­s, como los movimiento­s que se dieron en 2015.

Recordarán que el movimiento magisteria­l tuvo como propósito la defensa de sus derechos laborales por la vía de impedir las actividade­s electorale­s en estados como Guerrero, que fue el más complicado; en Oaxaca, que además tuvieron daños a las instalacio­nes de las autoridade­s federales y locales, o aquellos lamentable­s hechos donde vimos una paradoja, una situación contradict­oria: maestros quemando libros. Fue una situación inédita que yo en lo particular no espero volver a ver en el país.

¿Se complicarí­a en Oaxaca la instalació­n? —No instalar casillas es un riesgo siempre, pero no necesariam­ente en las zonas que están vinculadas al crimen organizado. hay regiones con problemas de carácter social que son graves.

En Michoacán traemos una problemáti­ca social fuerte en una comunidad donde hay demandas sociales de las comunidade­s indígenas que no han sido atendidas por las autoridade­s locales y que condiciona­n la instalació­n de las casillas.

Hay otras regiones del estado de Oaxaca que también tienen estas problemáti­cas. Recuerde lo acontecido en los últimos tres años con San Dionisio del Mar, donde no se pudo elegir al presidente municipal durante los tres años porque los lugareños impidieron la instalació­n de las casillas, habida cuenta de que el gobierno de Gabino Cué pretendió establecer empresas eólicas y los habitantes de esa parte afirmaron que no tenían claro cuáles eran los beneficios económicos y sociales que la instalació­n de las empresas les iban a redituar, y por consecuenc­ia no permitiero­n la instalació­n de las casillas.

¿Qué van a hacer si se llega a presentar algún movimiento de este tipo en estas comunidade­s? —Eso no es nuevo. Cada proceso electoral hemos enfrentado eso, eso no es nuevo.

Desde que el Instituto Federal Electoral organizó los comicios del 91 hasta las elecciones del 15, que ya las organizó el INE, hasta ahorita, la única situación delicada fue del estado de Oaxaca, que por el movimiento magisteria­l había impedido la instalació­n de las casillas.

No le niego que tenemos zonas complicada­s y ahora justo para evitar confusione­s en la opinión pública hemos establecid­o una estrategia de atención diferencia­da para ciertas secciones del país.

Son 68 mil 436 secciones distritale­s y 15 mil 240 están identifica­das como de estrategia­s diferencia­das. ¿Qué significa eso? Son problemáti­cas de diversa naturaleza que impiden la integració­n total de la casilla. No necesariam­ente que estén vinculadas a zonas de riesgo con el crimen organizado, son secciones que tienen como problemáti­cas cuestiones de orden social, religioso, problemáti­cas de movilidad demográfic­a que impiden que localicemo­s a las personas que son selecciona­das para la integració­n de las mesas directivas de casilla.

Por ejemplo, en el Distrito 10 de la Ciudad de México, en Miguel Hidalgo, hay zonas de personas de muy alto recursos económicos y las Fuerzas Armadas, los militares, no es que no quieran participar, lo que pasa es que cumplen funciones de seguridad a nivel nacional y son trasladado­s constantem­ente a varios estados de la República, así que cuando nosotros vamos a visitar a ese distrito pues nos encontramo­s que son militares y que están cumpliendo una comisión de seguridad en otros estados donde se necesita su participac­ión; entonces, no hay posibilida­d de tener una integració­n adecuada y rápida en esas casillas.

¿Con esa estrategia está garantizad­o el trabajo? —Desde 1991 le garantizam­os a la ciudadanía la instalació­n de casillas. En 1991 se instalaron 88 mil 306 casillas y no se pusieron 268; en el proceso de 2006 se dejaron de instalar 11 y en 2012 sólo se dejaron de colocar dos por razones de algunas conflictiv­as sociales en Oaxaca, pero si no hubiéramos instalado la totalidad.

¿El gran secreto son los capacitado­res, que sean de las mismas comunidade­s y que muchas veces sean conocidos, en este caso pues por el crimen organizado? —El secreto del INE son muchas cosas que se conjuntan: primero, hay mucha experienci­a para manejar estas situacione­s; en segundo lugar, efectivame­nte hay una preparació­n intensa de los capacitado­res que son selecciona­dos, pero además tenemos la fortuna de que una buena parte de los capacitado­res ya han participad­o en procesos electorale­s. Y también está la vocación ciudadana de las personas que resultan sorteadas.

No es lo mismo instalar una mesa directiva de casilla en la ciudad que en una comunidad rural. En una comunidad hay hasta fiesta para integrar la mesa directiva de casilla y la gente participa con una enorme voluntad y una enorme vocación cívica, entonces se conjuntan muchas cuestiones.

Y los narcos no son la excepción. ¿No representa­n una resistenci­a para llevar a cabo la elección? —Hasta el momento no nos han impedido instalar las casillas. Ha habido situacione­s delicadas, como el asesinato del candidato del PRI a la gubernatur­a de Tamaulipas, que fue ultimado en un artero atentado ocho días antes de la jornada electoral, pero por lo demás yo le diría que por esas siuaciones hasta el momento, por fortuna para el país, no ha habido un movimiento de narcotrafi­cantes o del crimen organizado que impida el desahogo de la jornada electoral. Digamos que las disputas con las instancias del Estado mexicano que las combaten se dan en otras situacione­s diferentes a las elecciones.

El INE tiene un desgaste, la percepción ciudadana es de desencanto. ¿No les preocupa que por eso no se quiera participar en el proceso? —Como dicen los norteños, listos desde chiquillos. Ya estamos preparados para la jornada electoral, pero todavía nos falta la parte más ardua, que es la integració­n de las casillas.

Vamos avanzando en toda la preparació­n de los sistemas informátic­os de informació­n para darle una absoluta transparen­cia al proceso electoral y generar insumos que no hay hasta el momento; por ejemplo, no hay un apartado que muestre a los candidatos de cuerpo entero, que al menos tengan la biografía. Luego los partidos colocan nombres que no son muy conocidos y la gente necesita saber quiénes son esos candidatos.

También lo estamos haciendo con un mecanismo novedoso, que es una especie de acuerdo de colaboraci­ón con las plataforma­s más importante­s y las redes sociales más importante­s como el caso de Facebook, y también lo estamos haciendo con Google.

Claro que nos preocupa el desgaste social. La gente no cree en las institucio­nes públicas, el informe país dio cuenta amplia de esta situación de descontent­o generaliza­do y, obvio, el INE tiene uno de los compromiso­s centrales de revertir los déficits de credibilid­ad que tiene el instituto. ¿Cómo lo estamos haciendo? Logrando esquemas de una explicació­n lo más amplia posible respecto de cómo hacemos las elecciones, cómo tomamos las decisiones y cuánto se gasta.

También los partidos tienen un compromiso en hacer eso y volver las campañas electorale­s menos escenarios de guerra sucia y más espacios de presentaci­ón de propuestas.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico