Peña y AMLO chocan por reforma energética
• Presidente: cancelarla implica perder 800 mil empleos e inversión • López Obrador busca dar marcha atrás a apertura en el sector
Boca del Río, Ver.— El presidente Enrique Peña Nieto y el aspirante presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, chocaron por la reforma energética.
El mandatario federal advirtió ayer que cancelar la reforma significaría un retroceso con pérdidas de 800 mil empleos y 200 mil millones de dólares de inversiones comprometidas “que demandan certeza”.
“Quienes de manera fácil convocan a dar marcha atrás a la reforma energética, francamente sería condenar a que nuestro país regrese a un modelo caduco, a un modelo obsoleto, a un modelo que ya no funciona en ninguna otra parte del mundo”, aseguró luego de que López Obrador ha declarado en las últimas semanas que de ganar la Pre- sidencia una de sus primeras acciones será cancelar la apertura del sector energético.
El domingo el tabasqueño dijo en entrevista que detendrá la entrega de contratos a empresas particulares para que no exploten el petróleo y la industria eléctrica.
Peña Nieto explicó que cancelar la reforma implica obligar a los mexicanos a pagar la deuda de Pemex y a cubrir 600 mil millones de dólares para recuperar la capacidad petrolera, y demandó no repetir en el sector energético “errores del pasado” que generaron crisis económicas y afectaron a las familias.
El Presidente aseguró que su gobierno defenderá la reforma; dijo que miente quien crea que extraer petróleo es como extraer agua, pues se requiere de tecnología.
••• El aspirante a la Presidencia por la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México está manchada de corrupción y antes de que se comprometa más presupuesto del próximo gobierno, presentará amparos ante el Poder Judicial o la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para frenar la entrega de nuevos contratos.
“Se van a presentar amparos para que se detenga la entrega de contratos, están dando contratos para comprometer al gobierno próximo, amarrarnos las manos. Que no tengamos recursos para no hacer nada y que estemos pagando por las pillerías que se están contratando actualmente. No soy cómplice de actos de corrupción, no vamos a aceptar ningún contrato manchado de corrupción, bajo ninguna amenaza”, dijo.
Tras reunirse con el Consejo de la Comunicación en la Ciudad de México, el morenista dijo que no será títere ni cómplice de la entrega de contratos “manchados por la corrupción”, por lo que prefiere que haya incertidumbre en el tema a entregar más concesiones. Por ejemplo, señaló, el gobierno está a punto de firmar un contrato en el que indica que el aeropuerto quedará listo en 2025.
“Todo el sexenio nuestro será para estar pagando deudas, es como un Fobaproa, yo no voy a aceptar eso, no soy títere de nadie. Prefiero que haya incertidumbre, no quiero la corrupción, no voy a ser cómplice. Cero tolerancia a la corrupción. No me voy a dejar chantajear, no voy a ceder ante actos de corrupción”, sentenció.
Advirtió que el actual gobierno federal busca —en estos meses— comprometer contratos de miles de millones de pesos a futuro, a 20 años, por ejemplo, para fibra óptica y mantenimiento de carreteras.
“Es algo vergonzoso, están apurados comprometiendo presupuesto. No van a dejar nada, van a ser puros socavones. Queremos evitar que se siga comprometiendo el presupuesto del sexenio próximo, que se lleven todo, sino cómo vamos a impulsar el desarrollo”, cuestionó.
El ingeniero Javier Jiménez Espriú y la ex ministra Olga Sánchez Cordero, ambos integrantes de su virtual gabinete, van a analizar y presentarán los amparos para frenar los nuevos contratos a mediano y largo plazo, y que no se comprometa el presupuesto del gobierno federal.
“Se está analizando si procede el amparo para ir a un juzgado del Poder Judicial a presentarlo o es una instancia administrativa como la Secretaría de la Función Pública (SFP). Ni en el caso del aeropuerto ni en el de las entregas de las costas de Yucatán y Quintana Roo para la exploración petrolera", explicó.
López Obrador, aclaró que ni los bonos ni los contratistas van a ser afectados y garantizó, “lo que esté bien, no hay problema”.
Luego de que el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) pidió a López Obrador respetar los contratos de la nueva terminal aérea, este respondió que el empresario y los que defienden la nueva obra posiblemente están metidos en el negocio de la corrupción.
“Aun cuando esté señor del CCE, Juan Pablo Castañón esté declarando... Ellos todo el derecho de defender su negocio, por eso declaran que quieren que yo acepté contratos leoninos, manchados de corrupción, pero no”, aseguró.
Dijo que dependerá cómo responda el gobierno sobre la posibilidad de investigar al actual secretario de Comunicaciones y Transportes.