Prueba de manejo.
Además de capaz, la Ford Lobo Lariat es excepcional para escapar del hastío
Firme de aluminio le permite tener agilidad.
En el México actual, una de las opciones de turismo alternativo con más crecimiento son las haciendas. Anteriormente orientadas a trabajo, estas enormes construcciones de siglos pasados emergen como opción para hacer una pausa y relajarse. Aunque en su momento eran el equivalente a una planta de producción, al interior de estas haciendas (ahora orientadas a recreo) uno no va a hallar tuberías y troqueles. Se encuentra lujo, tradición y artesanía.
Esa búsqueda de expresión del poder, donde lo que antes estaba orientado a trabajo se reenfoca a una vida más plena, está presente en la Lobo Lariat. En particular el nombre de esta versión deriva de una herramienta de ganadería, anglizado. Y, si quisiera, el propietario podría utilizarla para fines ganaderos sin problema alguno. Su motor 3.5 litros EcoBoost de 375 caballos combinado con el chasis de aluminio grado militar le otorga una sensación de poder ágil, contrastante con sus amplias dimensiones.
En el interior la combinación de tonos tierra y las vestiduras en piel transmiten calidez, cercanía y herencia. Los acentos metálicos están presentes, pero discretos. Las dimensiones interiores generosas destacan como la característica más notable para usuarios de complexión amplia. Los asientos delanteros poseen 10 rangos de ajuste, calefacción y enfriamiento.
El sistema de sonido Bang & Olufsen con 10 bocinas está específicamente diseñado para esta cabina y sus materiales, por lo que la calidad de audio prístina estará contrastada con las superficies abruptas a recorrer.
La versión Lariat se ofrece, por lo pronto, para nuestro mercado únicamente en versión doble cabina, también denominada SuperCrew en otros mercados, y tracción 4x4. Su sistema de Elementos de lujo
transferencia de poder trae todo para mantener la congruencia entre el aspecto capaz y las aptitudes todoterreno: cuenta con control de descenso en pendientes, bloqueo de diferencial, y reductora, además de selector de modalidad para conducción normal, eco, arrastre, nieve/mojado y deportiva, siendo este equipo estándar para toda la gama Lobo en nuestro mercado mexicano. La capacidad de carga está en los 921 kilogramos y la cabina es modalidad doble con techo panorámico.
En carretera, la pisada de los neumáticos 275/55 montados en rines de aluminio 20” plantan a la Lobo Lariat en el asfalto, aún sin carga en la batea, y la suspensión se encarga de mantener una calidad de marcha suave. Las inclinaciones al frenar, acelerar o tomar curvas se mantienen al mínimo. Su agilidad, sin embargo, no debe ser motivo de descuido: sigue siendo un vehículo de más de dos toneladas y, considerando que los paneles exteriores son de aluminio, en caso de colisión las reparaciones no podrán correr a cargo del artesano hojalatero de nuestra tradicional confianza.
Tomando en cuenta el consumo, el rendimiento promedio es de aproximadamente 13 litros por 100 kilómetros para la versión EcoBoost 3.5 litros tracción integral. Cabe considerar que la suavidad de marcha de la Lariat, el contar con una amplia caja de carga, así como la hipnotizante sonoridad del tono del escape pueden llevar ese número a rangos bastante distintos. El tanque de combustible es de 136 litros, con lo que indicarle al operador de la bomba “¡llénelo!” implica desembolsar un monto cercano a los 2 mil 600 pesos. Para ayudar a que esta inversión rinda, el motor EcoBoost está equipado con sistema Start-stop.
La orientación de un vehículo de trabajo que combina carácter recreativo es siempre reducir el stress y no incrementarlo. Para esta específica tarea, es fuera del camino donde la Lobo Lariat luce sus capacidades. Brechas, rocas y pasos de río resultan solo acentos en el paisaje gracias a sus capacidades todoterreno, por lo que la amplitud, capacidad de carga y sistema de sonido se conjuntan para convertirla en excelente opción para actividades lúdicas en exterores. Combinación