El Universal

DISTURBIOS POR PUIGDEMONT

• El político independen­tista fue aprehendid­o ayer en Alemania • Protestas en Barcelona dejan al menos 30 heridos y tres detenidos

- JERÓNIMO ANDREU Correspons­al

La detención del líder independen­tista desató protestas en Barcelona; hubo al menos 30 heridos.

Madrid.— Carles Puigdemont, el líder independen­tista catalán, fue detenido ayer en Alemania, lo que desató protestas en Barcelona que terminaron en enfrentami­entos con la policía con un saldo de al menos 30 heridos y tres detenidos, de acuerdo con fuentes oficiales.

El juez que instruye en España el caso contra Puigdemont y otros 12 ex miembros del gobierno Catalán, acusados de rebelión y malversaci­ón por declarar la República de Cataluña el 27 de octubre de 2017, emitió el viernes una orden de detención internacio­nal contra los cinco encausados que, aprovechan­do la libre circulació­n dentro de la Unión Europea, habían huido de España.

Puigdemont se había instalado desde el 30 de octubre en Bélgica, un país en el que las penas por declarar la secesión de un territorio son relativame­nte bajas. Tras cinco meses de tranquilid­ad para el político, durante los que aprovechó para difundir por Europa su mensaje político contra el Estado español, el juez Pablo Llarena renovó el viernes el mandato de detención europea, coincidien­do con una estancia en Finlandia del líder catalán para dar conferenci­as.

Las penas por secesión en Finlandia son mucho más duras que en Bélgica, así que, al conocer que se había emitido una euroorden contra él, Puigdemon salió del país de vuelta a Bélgica, pero fue detenido en Alemania.

Puigdemont fue arrestado cuando acababa de entrar en Alemania en carro tras cruzar la frontera de Dinamarca, tras mil 700 kilómetros conduciend­o clandestin­amente por las carreteras del norte de Europa, esquivando los controles de seguridad. La fiscalía alemana informó que localizó al político en un área de descanso de una gasolinera, acompañado de dos personas, quienes quedaron en libertad.

Tras pasar unas horas en la comisaría, el político catalán fue trasladado a la prisión de Neumünster.

La policía alemana aseguró que se había coordinado en esta operación con los servicios de espionaje españoles, que seguían al fugitivo desde su salida de Finlandia.

El político está citado a comparecer hoy ante un juez alemán, que verificará su identidad y decidirá si lo deja en libertad provisiona­l o eleva la decisión a un tribunal superior, que podría encarcelar­lo provisiona­lmente y decretar su extradició­n a España en un plazo de entre 10 y 90 días.

No está decidido el destino del líder catalán, pero Alemania es uno de los países con una relación judicial más fluida con España, y en el que los delitos de rebelión (por el que se reclaman 30 años de cárcel a Puigdemont) tiene mayor peso legal dentro de la Unión Europea.

La detención del político, en un fin de semana en el que fue encarcelad­o Jordi Turull, el último candidato para presidir la comunidad autónoma de Cataluña, generó ayer una marea de descontent­o en las calles. Más de 50 mil personas se manifestar­on en Barcelona, con al menos 30 heridos y tres detenidos.

Una multitud salió a las calles con las banderas independen­tistas para exigir la libertad de presos políticos y advertir que la detención de Puigdemont no detendrá su movimiento.

Los ánimos se fueron encendiend­o entre los manifestan­tes y cerca de la delegación del gobierno en Barcelona algunos lanzaron contenedor­es de basura contra policías catalanes, los Mossos d'Esquadra, que respondier­on con macanas e, incluso, disparos al aire.

Ante la delegación de la Comisión Europea, los manifestan­tes gritaron: “Esta Europa es una vergüenza”.

“Con la prisión o los arrestos no terminan con nada, al contrario”, aseguró Yolanda Salleras, una fisioterap­euta de 37 años. “Nos quieren enterrar, pero a cada golpe que dan salen cuatro nuevos independen­tistas. Nos pueden decapitar, pero somos 2 millones, saldrán nuevos”.

En las últimas semanas se han intentado, sin éxito, elegir un presidente para Cataluña, cuya autonomía ha sido suspendida y sigue ejerciéndo­se desde Madrid tras la frustrada declaració­n de independen­cia de octubre de 2017. El objetivo de Puigdemont era continuar tutelando desde Bélgica la negociació­n para formar un gobierno catalán. Su detención podría tanto acelerar una vuelta a la paz institucio­nal como aumentar la división ente Madrid y Barcelona.

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 ??  ?? Las marchas contra la detención de Puigdemont se tornaron violentas. Los manifestan­tes usaron contenedor­es de basura como barricadas contra la policía.
Las marchas contra la detención de Puigdemont se tornaron violentas. Los manifestan­tes usaron contenedor­es de basura como barricadas contra la policía.
 ??  ?? Miles de personas salieron ayer a las calles de Barcelona para protestar por la detención de Carles Puigdemont, a quien algunos consideran su presidente.
Miles de personas salieron ayer a las calles de Barcelona para protestar por la detención de Carles Puigdemont, a quien algunos consideran su presidente.

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